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El primer ministro de Francia supera la moción de censura presentada tras aprobar la reforma laboral sin el aval parlamentario

  • Obtuvo 246 votos a favor, frente a los 288 que necesitaba para ser aprobada
  • La reforma laboral se considera aprobada en su primera lectura parlamentaria

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El primer ministro de Francia supera la moción de censura

El primer ministro de Francia, Manuel Valls, ha superado la moción de censura presentada contra su Gobierno tras aprobar la reforma laboral sin someterla a votación en la Asamblea Nacional.

La moción obtuvo 246 votos a favor, frente a los 288 que necesitaba para ser aprobada, por lo que el Gobierno se mantiene y la reforma laboral se considera aprobada en su primera lectura parlamentaria. La moción ha sido respaldada por la oposición conservadora y de centro, además de los comunistas, algunos ecologistas y algunos diputados socialistas. Sin embargo, no ha contado con el respaldo de los llamados diputados socialistas disidentes, representantes del ala más izquierdista del partido, que la víspera habían tratado de presentar su propia moción y que ya anunciaron que no apoyarían una iniciativa lanzada por la derecha.

El primer ministro ha criticado que la moción de censura es fruto "de una alianza de contrarios", una pinza entre los conservadores y la izquierda radical, con intereses contrarios pero que persiguen en ambos casos detener las reformas. "Unos porque se quedaron anquilosados en el pasado (...) y otros porque quieren dividir al país", ha afirmado Valls en la Asamblea Nacional en referencia a neo-comunistas y a conservadores.

También ha tenido palabras duras para los disidentes de su partido, que la víspera se quedaron a dos votos de presentar otra moción de censura. Valls ha tildado de "grave" su iniciativa y ha asegurado que quienes la firmaron están en una situación delicada y les ha pedido que "clarifiquen" su postura de oposición dentro del partido. "Tienen que decidir si están con quienes se apoltronan en el pasado o quienes preparan el futuro".

Es la segunda vez que el Ejecutivo de Valls supera una moción de censura, quince meses después de que lo hiciera tras la aprobación de la llamada Ley Macron, que contenía medidas liberalizadoras de la economía. Como entonces, a falta de suficiente apoyo parlamentario para sacar adelante la reforma laboral, el jefe del Gobierno apeló al artículo 49.2 de la Constitución, que le permite aprobar una ley sin el aval parlamentario.

Pero este artículo le obliga a someterse, si la oposición lo decide, a una moción de censura, que en caso de tener el apoyo de la mayoría simple de la cámara supone su destitución. La reforma laboral tiene que pasar ahora al Senado, controlado por los conservadores, donde probablemente el texto será modificado. La ley volverá entonces a la cámara baja, donde si no hay cambios Valls se verá obligado de nuevo a recurrir al 49.2.

Cientos de estudiantes y trabajadores participan en una manfiestación contra la reforma laboral en París

Cientos de estudiantes y trabajadores participan en una manfiestación contra la reforma laboral en París. Christophe Petit Tesson

Los sindicatos y la extrema izquierda consideran que el texto acaba con los convenios colectivos y debilita la postura de los trabajadores en las negociaciones con los empresarios y han expresado ese rechazo a la reforma a través de numerosas manifestaciones como las que han tenido lugar este mismo jueves en las calles de varias ciudades del país. Además, hay previstas nuevas protestas para el martes y el jueves de la próxima semana.