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Análisis

Después de Nueva York, ahora es Trump contra el GOP

  • El magnate se acerca al número de delegados necesarios para la nominación
  • Los delegados "desertores" podrían abandonar a Trump en la convención
  • Sanders tiene nulas posibilidades de retar a Clinton

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El candidato republicano a las primarias, Donald Trump, celebra su victoria en el estado de Nueva York en la "Torre Trump" de Manhattan, el 19 de abril de 2016. John Moore/Getty Images/AFP
El candidato republicano a las primarias, Donald Trump, celebra su victoria en el estado de Nueva York en la "Torre Trump" de Manhattan, el 19 de abril de 2016. John Moore/Getty Images/AFP

El GOP (Grand Old Party, el "gran y viejo partido", como también se conoce al Partido Republicano de EE.UU.) tiene un problema. Donald Trump ha ganado, como se preveía, en Nueva York, embolsándose la mayoría de los 95 delegados y dejando muy atrás a su inmediato perseguidor, Ted Cruz.

Sin que su victoria se pueda considerar ya "matemática", tal y como presumía el magnate en su discurso de victoria, sí que está mucho más cerca de conseguir los 1.237 delegados necesarios para la nominación.

Trump, orgulloso neoyorquino, daba así en Twitter las gracias a su ciudad.

Trump ha hecho algunos cambios en su equipo de campaña, lo que se traducido en un discurso más templado, más "presidencial", según destaca el New York Times: se ha referido a su oponente con respeto, llamándole "Senador Cruz" en lugar de "Mentiroso Ted", como era su costumbre; y ha hecho varias menciones a la economía, un asunto esencial en las próximas consultas.

El único rival serio que se interpone entre él y la nominación es el establishment del partido, y ambos lo saben. Los miembros del Comité Nacional Republicano se reúnen este miércoles en Florida para discutir sobre la convención que elegirá al candidato, y que tendrá lugar en Cleveland en julio.

Sólo quedan dos asuntos para los republicanos: ¿conseguirá Trump el 50% de los delegados antes de Cleveland, y si no, a cuánto se quedará?

"Sólo quedan dos asuntos para los republicanos: ¿conseguirá Trump el 50% de los delegados antes de Cleveland, y si no, a cuánto se quedará? Nueva York le ha dado un buen empujón, pero aún quedan semanas hasta que conozcamos la respuesta", ha explicado a Reuters Ari Fleischer, secretario de prensa de la Casa Blanca con la administración de George W. Bush.

"Desertores" para detener a Trump

En el GOP no hay "superdelegados", como en el partido demócrata, que aseguran una sobrerrepresentación de las élites del partido. Pero una posibilidad para quienes no quieren ver a Trump en el cartel electoral es que algunos de los delegados cambien su voto: en la primera votación en la convención están obligados a votar según la preferencia de su estado, pero en la segunda pueden hacerlo según sus convicciones personales.

Según la web Politico, el equipo de campaña de Ted Cruz está intentando asegurarse de que un buen número de estos posibles "desertores" sean nombrados como delegados en sus respectivos estados.

John Kasich, segundo en Nueva York, también espera beneficiarse de esta posibilidad. "La única opción de Trump es en la primera votación. Después de eso, un número de sus delegados se cambiarán a nuestro campo", han asegurado los de Kasich en un comunicado de campaña.

Para Trump, si esto ocurre demostraría que el sistema está "amañado".

Hasta aquí llegó la marea Sanders

Por si había alguna duda, la victoria de Hillary Clinton este martes hace casi imposible que Sanders obtenga el número de delegados necesarios para aspirar a la nominación. Si tras su victoria en Wisconsin se habló del "impulso" de su campaña, ahora no queda duda de que la marea de apoyo sobre todo de independientes, jóvenes y mujeres le ha traído hasta aquí, pero no más allá.

"Esto no significa que Sanders no continúe ganando en estados aquí y allá. Lo hará", aventura The Washington Post. Pero sin ninguna opción seria, sólo el ánimo de no rendirse de quien no opta a ningún puesto en un futuro gobierno.

En otro orden de cosas, las primaras demócratas de Nueva York han estado ensombrecidas por las denuncias de fraude y la descalificación de miles de votantes (el alcalde, Bill de Blasio, lo ha calificado de "purga").

Las siguientes citas de estas largas primarias serán el día 26, cuando ambos partidos votarán en Pennsylvania, Rhode Island, Connecticut, Delaware y Maryland. Los republicanos votarán en Indiana el 3 de mayo.