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El arquitecto que reformó Pedralbes afirma que Urdangarin y Tejeiro le indicaron qué facturar a Aizoon

  • Realizó obras de reforma de la vivienda y de un despacho para Urdangarin
  • La obra de la vivienda se la facturó al exduque y la del despacho, a Aizoon
  • La exasistenta de Urdangarin y Torres afirma fue "correa de transmisión entre ambos"

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Iñaki Urdangarin en una foto de archivo a su salida del juicio de Nóos
Iñaki Urdangarin en una foto de archivo a su salida del juicio de Nóos

El arquitecto que llevó a cabo la reforma de parte del conocido como palacete de Pedralbes, residencia de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, Marc Viader, ha manifestado este martes el tribunal que juzga el caso Nóos que fueron "directamente don Iñaki y doña Cristina" quienes le encargaron llevar a cabo las obras, si bien ha atribuido al exasesor fiscal del Instituto Nóos Miguel Tejeiro la decisión, con el exduque delante, de qué cantidades facturar a Aizoon, empresa de la que el matrimonio es propietario a partes iguales.

"Me pidieron que me reuniera con don Iñaki en el despacho del señor Miguel Tejeiro en calidad de asesor y él me explicó qué conceptos e importes tenían que ir dirigidos a la vivienda y al despacho", ha detallado el arquitecto en su declaración presencial como testigo ante el tribunal de Nóos.

En sus comparecencias como acusados, tanto Urdangarin como su socio, Diego Torres, atribuyeron a Miguel Tejeiro todas las decisiones de tipo fiscal. El propio Tejeiro, en su declaración testifical, atribuyó esas decisiones a los dos socios y señaló que él continuó con la forma de actuar que ya tenían antes de contratarle.

Cobró 15.000 euros de Aizoon

También el arquitecto ha detallado que tanto la infanta como su marido le dijeron que una parte de la reforma iba a realizarse en la vivienda y la otra, al despacho profesional. Según ha señalado, cobró hasta un total de 15.000 euros de Aizoon, propiedad al 50% de los ex duques de Palma, tras así acordarlo con Urdangarin y Tejeiro, por el acondicionamiento del despacho.

"Establecimos los porcentajes de lo que representaba cada parte, tras lo cual facturé de forma particular las obras de la vivienda a Urdangarin, y las del despacho a Aizoon", ha incidido el testigo, quien ha precisado que emitió dos facturas, una de 10.000 euros y otra de 5.000, a lo largo de 2005.

Para determinar qué parte incluir en cada una de las facturas se asignaron por separado cuestiones como el mobiliario según fueran de la vivienda o del despacho, y para el conjunto de la obra él estableció unos parámetros de superficie y porcentaje de ocupación de los dos usos del edificio.

El arquitecto ha indicado que si el edificio tenía en total entre 700 y 750 metros cuadrados, alrededor de un 30%, unos 200 metros, correspondían a la oficina, que contaba con acceso independiente, un vestíbulo, salita de estar, sala de juntas y el despacho propiamente dicho, así como un montaplatos que comunicaba con la cocina.

Una vez finalizada la reforma y rehabilitación, quedaron pendientes una serie de reparaciones por problemas de humedades en una terraza que se llevaron a cabo a lo largo de un año, de los que se ocupó él. "Yo hice el certificado final de obra y estuve en la vivienda y el despacho", ha afirmado.

Adquisiciones personales a través de Aizoon

La reforma del palacete fue analizada tanto por la Policía Nacional como por la Agencia Tributaria junto a otros numerosos gastos que fueron cargados a Aizoon, considerada una de las sociedades 'tapadera' que integraban el entramado urdido por Urdangarin y su exsocio Diego Torres, con el Instituto Nóos como epicentro, para apoderarse de los fondos de las Administraciones públicas con las que contrataban.

En un extenso informe incorporado a la causa, al que tuvo acceso Europa Press, Hacienda elevó a un total de 262.120 euros los fondos que los exduques destinaron a adquisiciones personales de 2004 a 2010 a través de Aizoon, así como 698.824 a la reforma del palacete de Pedralbes.

En la jornada de este martes, vigesimosexta del juicio, está previsto que declaren 22 testigos de los que ya han comparecido los tres primeros: el arquitecto y dos empleados de la empresa que alquiló espacio en internet al Instituto Nóos para hacer públicos vídeos de las cumbres Valencia Summit e Illes Balears Forum.

"Correa de transmisión" entre el exduque y García Revenga

Luisa Massuet, quien fuese asistenta de Iñaki Urdangarin y el exsocio de éste Diego Torres, ha manifestado en su declaración como testigo en el juicio que, mientras estuvo contratada como tal en la empresa Nóos Contultoría Estratégica, hizo de "correa de transmisión" entre el exduque y el entonces secretario personal de las infantas, Carlos García Revenga, si bien ha manifestado que ella no tomaba decisión alguna sino que tan sólo se dedicaba a cumplir órdenes de ambos exsocios.

Massuet ha reconocido que tenía una comunicación "muy fluida" con Urdangarin y con Torres, y ha aseverado que si su nombre aparece en diversos correos electrónicos y documentos es porque se encargaba de plasmar las instrucciones que le transmitían sus superiores.

De hecho, en su comparecencia le han sido exhibidos varios emails en los que figuran tanto su nombre como el de García Revenga, uno de ellos fechado el 16 de enero de 2004, en el que Massuet comenta a su destinatario: "Si eres tan amable, te envío la carta para la Sra. Rita Barberà para que le des el repaso protocolario. Muchísimas gracias, como siempre". El correo tiene lugar meses antes de la firma del convenio para la celebración de la primera edición de los denominados Valencia Summit, objeto de juicio en esta causa.

Los correos fueron entregados por la defensa de Torres con el objetivo de acreditar el "absoluto control, supervisión, aprobación y autorización" por parte del asesor del rey sobre Nóos. La testigo ha explicado durante su interrogatorio que es licenciada en Ciencias Políticas, si bien trabajaba como auxiliar administrativa.

También ha declarado la directora general de la empresa que se encargó de la limpieza del Instituto Nóos quien ha manifestado que, pese a prestar sus servicios para esta entidad a lo largo de aproximadamente diez años, cada vez facturában a una empresa distinta, en referencia a las mercantiles que conformaban el entramado presuntamente urdido por Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres para desviar fondos de las Administraciones públicas.

Facturas para unos juegos "inexistentes"

El administrador de la mercantil BPMO Edigrup, quien ha declarado como testigo en el juicio del caso Nóos, ha manifestado que su empresa emitió 13 facturas por servicios de comunicación y publicidad que comenzó a prestar para el Instituto Nóos pero que finalmente no fueron concluidos. "Esto es habitual en nuestro sector pese a no haber sido terminado el trabajo", ha justificado el empresario, Pablo Herrera.

En concreto, las facturas ascienden a 143.840 euros y estaban relacionadas con los Juegos Europeos de Valencia, un proyecto por el que el Instituto Nóos cobró 382.203 euros en 2006, si bien el evento nunca se llevó a cabo. Al ser interpelado por la fiscal anticorrupción Ana Lamas sobre si las facturas fueron emitidas sin que hubiera un servicio realizado, el testigo ha incidido en que comenzaron "a trabajar en ello" y desde Nóos sí les solicitaron que hicieran varias facturas".

Las acusaciones postulan que el Instituto encargó la confección de estas facturas para justificar ante la Generalitat Valenciana la realización de servicios que en realidad no se habrían llevado a cabo, informa Europa Press.