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La Policía turca irrumpe en la redacción de Zaman, el diario crítico intervenido este viernes

  • Acusan al diario de pertenecer a la red del predicador Fetullah Gülen
  • La Policía ha usado gases lacrimógenos y cañones de agua contra la gente
  • La UE abordará el control del periódico con el primer ministro turco el lunes

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Golpe a la libertad de prensa en Turquía

Agentes de la Policía antidisturbios irrumpieron anoche en la redacción del diario Zaman, crítico con el Gobierno turco que fue intervenido este viernes bajo la acusación de pertenecer a la red del predicador Fetullah Gülen, acusado de terrorismo.

Los agentes entraron en la redacción mientras los trabajadores preparaban la edición de hoy, que ha salido a la calle con el titular de portada "La Constitución en peligro".

La Policía lanzó gases lacrimógenos y usó cañones de agua contra la multitud concentrada frente al edificio de Zaman y los agentes escoltaron a su interior a los administradores públicos designados para hacerse con la gestión del diario.

Censura a los medios críticos

La Plataforma por la Libertad de los Periodistas ha denunciado esta operación y afirma que el nombramiento de administradores públicos para gestionar el diario supone una nueva estrategia del Ejecutivo islamista turco para silenciar voces críticas.

Dos diarios y dos televisiones, acusadas también de ser cercanos a Gülen fueron puestos bajo control del Ejecutivo el año pasado y quedaron clausurados hace cuatro días.

Los partidos de la oposición y organizaciones de periodistas han condenado la intervención del diario como una forma de violenta violación de la libertad de prensa.

Kemal Kilicdaroglu, líder del principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, ha acusado al Gobierno de considerar como organización criminal a "todas las voces que disienten".

"La decisión de nombrar administradores ha sido tomada por un grupo de cuerpos judiciales para servir a las expectativas y ambiciones del AKP (el partido del Gobierno) y de la Presidencia en violación de la ley de libertad de prensa", acusó el político.

Zaman tuvo una línea editorial de apoyo al Gobierno hasta diciembre de 2013, cuando se sumó a las acusaciones de corrupción contra el entonces primer ministro y ahora presidente Recep Tayyip Erdogan.

Fue ese año cuando la creciente tensión entre Erdogan y Gülen, aliados durante años, estalló en un conflicto abierto en el que el Gobierno acusó al predicador, exiliado en Estados Unidos, de usar su influencia en la Policía y la judicatura para crear un Estado paralelo y derrocar el Gobierno.

El diario Zaman es el más vendido de Turquía, con unos 650.000 ejemplares diarios.

La UE tratará el asunto con el primer ministro

El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha anunciado por su parte que abordará el asunto con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, durante su visita a Bruselas el lunes.

"El control de Zaman es otro golpe a la libertad de prensa en Turquía. Quiero tratar este asunto el lunes con Ahmet Davutoglu", ha asegurado Schulz en un mensaje en su cuenta de Twitter.

El político alemán añade que "si uno está en desacuerdo con las afirmaciones o informaciones de un periódico, debería combatirlo con hechos, no amordazando al periodismo".

Un portavoz de la alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, indica en un comunicado que la UE "sigue de cerca" la situación con el grupo de medios Feza, incluyendo el diario Zaman, y la subsiguiente acción de la policía turca.

"La UE ha enfatizado repetidamente que Turquía, como país candidato, tiene que respetar y promover altos estándares y prácticas democráticas, incluyendo la libertad de los medios de comunicación", indica el portavoz.

Añade que "cualquier país, y en particular los que negocian su acceso a la UE, necesitan garantizar los derechos fundamentales, incluyendo la libertad de expresión y los debidos procesos judiciales, en línea con la Convención Europea de Derechos Humanos".

Por su parte, también a través de la red social Twitter, el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Johannes Hahn, se declaró "extremadamente preocupado" por este acontecimiento, que consideró que "pone en peligro los progresos hechos por Turquía en otras áreas".