Enlaces accesibilidad

Asad asegura cumplir con la tregua, pese a los ataques de los "terroristas"

  • Reconoce que todo tiene "su límite" y que el éxito depende del "otro lado"
  • Considera que el país está en una situación de "desastre" humano
  • Dispuesto a dejar su puesto si así lo deciden los sirios en elecciones

Por
Imagen del presidente sirio, Bachar al Asad, durante la entrevista divulgada por la televisión pública alemana "ARD".
Imagen del presidente sirio, Bachar al Asad, durante la entrevista divulgada por la televisión pública alemana "ARD".

El presidente sirio ha afirmado en una entrevista que ha divulgado este martes la televisión pública alemana "ARD" que sus tropas mantienen el alto el fuego acordado por Estados Unidos y Rusia pese a las violaciones de los "terroristas".

En sus declaraciones, Bachar al Asad se compromete a hacer "su parte" para que se mantenga el cese de las hostilidades, pero reconoce que todo tiene "su límite" y que el éxito depende del "otro lado", que mantiene "intereses contradictorios" con su "campo".

El presidente sirio ha subrayado, además, que "los terroristas han violado el alto el fuego desde el primer momento", mientras que "las fuerzas armadas sirias, por su parte, han renunciado a responder para mantener abierta la esperanza de que el acuerdo sobreviva".

Además,  ha insistido en tildar de terroristas a todos los que se oponen al gobierno, sin diferenciar a los yihadistas del Estado Islámico (EI) o del Frente Al Nusra de los rebeldes de la oposición moderada, porque "legalmente cualquiera que emplea armas contra civiles o propiedad privada" es un terrorista.

El presidente sirio ha reconocido que no todos son "extremistas" entre quienes combaten al gobierno, pero denuncia que "los moderados" son "triviales" y "no tienen ninguna influencia sobre el terreno".

Situación de "desastre" humano

Con respecto a la situación de la población siria, Asad ha considerado que el país está en una situación de "desastre" humano y niega que su ejército bloquee el acceso de los convoyes humanitarios de las Naciones Unidas a algunas localidades y regiones rebeldes, de lo que se le ha acusado.

De hecho, ha rechazado todas las acusaciones de abusos y violaciones de los derechos humanos que se le han hecho desde Occidente, negando los bombardeos sobre centros médicos controlados por la oposición o las detenciones ilegales de disidentes.

El mandatario se ha mostrado asimismo dispuesto a dejar su puesto "inmediatamente" y "sin ninguna duda" si así lo deciden los sirios en elecciones, pero que "le importa un comino" lo que exijan otros países pues eso es exclusivamente un "asunto sirio".

El presidente sirio ha agregado que su país no es en la actualidad "totalmente soberano" porque depende de la ayuda de Rusia, Irán y el Líbano, que le apoyan en su lucha contra el terrorismo islamista.

Asad ha criticado la posición de Occidente, que apoya a los rebeldes, y se pregunta si no sería "más inteligente y menos costoso" ayudar a los sirios en su país en lugar de verse forzado a acoger refugiados "que abandonan su país".

Por último ha recalcado que Occidente debe decidir combatir al terrorismo en lugar de a Siria y ha ofrecido a los rebeldes una "amnistía ilimitada" si entregan sus armas: "No exijo nada más", ha puntualizado.