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Claves del 'Brexit': cómo sería la salida de Reino Unido de Europa

  • Reino Unido convocará un referendum en junio para decidir la salida de Europa
  • ¿Cómo sería esta salida? ¿Quién está a favor y en contra?

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El primer ministro David Cameron abandona la cumbre de líderes europeos en Bruselas
El primer ministro David Cameron abandona la cumbre de líderes europeos en Bruselas

Tras una semana de intensas negociaciones, Reino Unido y sus 27 socios comunitarios firmaron el viernes 19 de febrero un acuerdo dirigido a convencer a los votantes británicos de que apoyen la permanencia del país en la Unión Europea, organización a la que pertenece desde 1973.

Este apoyo deberá manifestarse en el referéndum convocado por Cameron para consultar a sus compatriotas, cuya fecha ha sido fijada por el primer ministro para el 23 de junio tras los acuerdos alcanzados en Bruselas.

La salida de Reino Unido de la Unión Europea se produciría en un proceso conocido en los medios como 'Brexit'. Su trascendencia sería profunda y los intereses implicados son complejos. Estas son las claves de lo que se decide en Bruselas:

Quién quiere que Reino Unido salga de la UE

Reino Unido siempre ha sido celoso de su autonomía de gobierno. Desde el cristianismo "a medida" impuesto por Enrique VII en el siglo XVI, hasta preservar un sistema monetario propio cuando el euro se hizo moneda común, hace pocos años, a lo largo de los siglos, su relación con las potencias del continente ha sido un baile de intereses, cesiones e imposiciones.

En 2014, las urnas pusieron a un diputado del partido antieuropeísta UKIP en el Parlamento de Westminster. Esta formación ultranacionalista y xenófoba defiende la salida de la Unión y el control de la inmigración, sobre todo en un aspecto que ha sensibilizado largo tiempo a las instituciones británicas: el disfrute indiscriminado de las ayudas sociales por parte de una oleada de migrantes europeos, libres para circular, lo que restaría esos recursos a los nacionales.

Los votos de UKIP reflejan un estado de opinión y una sensibilidad el tema. Lo certifica el hecho de que entre las promesas electorales que llevaron a Cameron a la victoria estuvo la convocatoria del referendum para decidir la permanencia de Londres en la UE.

Las dudas del sector agropecuario británico podrían ser un ejemplo de carácter accesorio de la integración: las empresas del sector, fieles a la permanencia y beneficiarias de las ayudas europeas desde 1975, ahora no tienen claro si sus posibilidades de negocio mejorarían fuera del mercado común.

El debate del Brexit divide a los británicos, políticos y vecinos, a gritos por Europa

Boris Johnson, "portavoz" del Brexit

Una de las principales figuras del Partido Conservador, el exalcalde de Londres, Boris Johnson, se ha significado a la cabeza de los que apoyan la salida de la Unión Europea. Johnson es diputado conservador por la circunscripción de Uxbridge & South Ruislip y es visto como uno de los posibles candidatos a suceder a Cameron como líder de los tories.

El político pro-Brexit anunció su postura en una tribuna publicada en el diario Daily Mail y ha insistido en que la única manera de conseguir cambios en el Reino Unido es votando por la salida de la Unión Europea

Con un discurso mediático y afilado, Johnson ha defendido un Reino Unido autónomo y próspero, no como Noruega o Suiza, hay que puntualizar, sino "como Canadá", país que el conservador ha mencionado como paradigma de la riqueza por el comercio y la identidad por la preservación de las fronteras, según The Guardian.

Los principales políticos han manifestado su postura en la campaña por el referéndum. El carismático alcalde de Londres ha anunciado que defenderá la salida de su país de la Unión Europa.

Qué ha negociado Cameron para permanecer en la UE

El pasado noviembre, David Cameron, trasladó a sus socios europeos las exigencias de reformas que facilitarían la permanencia en la UE. El primer ministro definió "cuatro áreas": la gobernanza económica, la competitividad, la soberanía y los beneficios sociales y la libre circulación.

En resumen, Reino Unido quería diferenciar claramente entre la pertenencia a la UE y la pertenencia a la zona euro; permanecer al margen de una mayor integración europea y restringir el acceso de los trabajadores comunitarios a las ayudas estatales durante al menos sus cuatro primeros años de residencia en suelo británico.

A pesar de los temores de Donald Tusk sobre las escasas garantías de consenso, el 19 de febrero Cameron consiguió firmar un acuerdo con sus socios europeos sobre las reformas que pedía, en especial en materia de inmigración. Tras la admisión de las condiciones, el premier británico ha fijado la fecha de los comicios para el 23 de junio.

El acuerdo

Se incluye un compromiso entre el Reino Unido y los países del este de Europa en cuanto al freno de emergencia para restringir las prestaciones a trabajadores comunitarios y la indexación de las ayudas por hijo.

Según fuentes diplomáticas, en cuanto al primer punto, Reino Unido podrá restringir durante los cuatro primeros años de su contrato las prestaciones sociales a los trabajadores comunitarios y podrá recurrir a este mecanismo durante un periodo de siete años, sin prórrogas.

En lo que respecta a la indexación de los beneficios que los trabajadores comunitarios perciben por hijo, el acuerdo final recoge un periodo de transición de cuatro años, hasta 2020, para aquellos empleados que ya reciben una ayuda.

Claves del 'Brexit': cómo sería la salida de Reino Unido de Europa

El texto también establece principios para garantizar el respeto mutuo entre los Estados miembros que quieren avanzar en la profundización de la Unión Económica y Monetaria y los que no, como el Reino Unido, para lo que habrá un "mecanismo" mediante el que "un" país que no participa en el euro puede indicar su oposición razonada a una medida legislativa y elevarlo al Consejo.

Las mismas fuentes diplomáticas también han señalado que para dirimir las diferencias en las interpretaciones sobre una "Unión cada vez más estrecha", el texto recoge que esta referencia no se aplica al Reino Unido, que no quiere una mayor integración política.

También han indicado que en el texto final se menciona la posibilidad de introducir cambios en los tratados en el futuro para recoger algunos elementos del nuevo equilibrio con el Reino Unido.

El martes se celebra el primer debate sobre la permanencia o la salida del Reino Unido de la Unión Europea entre el primer ministro, David Cameron y el líder independentista Nigel Farage a falta de poco menos de dos semanas para el referéndum.

Cameron cree que el acuerdo es suficiente para recomendar el "sí"

El primer ministro del Reino Unido ha dicho que el acuerdo alcanzado con sus socios comunitarios es suficiente para hacer campaña por el "sí" a la permanencia del país en la Union Europea de cara al referendo.

"Creo que esto (el acuerdo) es suficiente para recomendar que el Reino Unido siga en la Unión Europea", teniendo "lo mejor de cada mundo", ha señalado David Cameron en una rueda de prensa al término del Consejo Europeo.

Minutos antes de hacer estas declaraciones, Cameron recalcaba en twitter que este pacto da un "estatus especial al Reino Unido en la UE" y anunciaba que en las próximas horas lo propondría a su Gabinete en Londres.

El primer ministro británico David Cameron es recibido en Bruselas por Jean Claude Juncker

El primer ministro británico David Cameron es recibido en Bruselas por Jean Claude Juncker

El marco legal

El protocolo legal que regula la salida de cualquier miembro de la Unión Europea está recogido en el artículo 50 del Tratado de Lisboa (revisión de 2009). Hasta ahora nunca ha sido activado, y el único precedente es la salida de Groenlandia en 1985, antes de la firma del Tratado en 2007. Las negociaciones durante la segregación serían dirigidas por el Consejo Europeo y la Comisión Europea, presidida por Jean Claude Juncker.

El miembro saliente, Reino Unido en este caso, no tendrá voto en las decisiones que el resto de miembros tomen respecto al acuerdo final. Por la parte de la Unión, el documento final estará respaldado por una mayoría cualificada de los líderes europeos, así como del Parlamento Europeo. Dependiendo de los términos, podría incluso necesitarse la ratificación por parte de los parlamentos nacionales de los 27 estados miembro restantes.

Los cambios que se introducirán para encajar las reformas de la UE que exige el Reino Unido, se harán "legalmente vinculantes", mediante legislación secundaria, pero también, de momento, con dos menciones a posibles futuros cambios del Tratado.

Las dificultades

Que los pactos alcanzados sean legalmente vinculantes es problemático para países como Alemania y Bélgica, que no pueden decidir sobre futuribles sin la autorización de sus Parlamentos, pero también para Irlanda, que celebra elecciones el día 26, y además los cambios requieren codecisión de la Eurocámara.

Por otro lado, las "ventajas" logradas por Londres deben ser definidas muy bien jurídicamente para evitar una oleada de oportunismos de terceros países que dinamite el equilibrio de la Unión con exigencias "legalizables".

Francia y otros países quieren asegurarse también de que el "mecanismo" de garantías que se ofrece a Londres y a los países de fuera la eurozona, no pueda permitirles bloquear o retrasar decisiones urgentes.

En efecto, el documento precisa que esta medida en ningún caso puede servir para vetar las decisiones de la eurozona y que el proceso tiene que producirse de manera urgente para no influir en los mercados.

Los principales actores ya expresaron durante las negociaciones su disposición a agilizar el trámite legal necesario para dar cuerpo jurídico a los acuerdos.

Las consecuencias del 'Brexit'

Para el primer ministro de Francia, Manuel Valls, "la salida de Gran Bretaña significaría una conmoción con consecuencias difíciles de imaginar para Europa".

Un actor tan importante como Reino Unido, con peso en la economía y comercio, con influencia sociopolítica, diplomática, cultural, dejaría un hueco difícil de compensar en la UE. Una separación también podría incidir en una pérdida de confianza respecto a la inversión foránea. Este lunes, la libra esterlina ha sifrido su mayor descenso en once meses frente al dólar debido a la incertidumbre sobre el resultado del referéndum del 23 de junio.

Tampoco están muy claros cuáles serían los efectos de un reajuste de las políticas comerciales y el tránsito de personas, ahora que Europa afronta una monumental crisis de refugiados.

El director de Europol, el británico Rob Winwright, ha advertido que el denominado brexit puede debilitar la lucha contra el terrorismo yihadista. A juicio de Wainwright, si Reino Unido abandona el club comunitario podría ser más "difícil" para la policía británica la protección contra el terrorismo yihadista así como la lucha contra el crimen organizado: "Si eliminas la estructura que ellos mismos han ayudado a diseñar durante los últimos cuarenta años, será más complicado para Reino Unido proteger a sus ciudadanos del terror", ha dicho el responsable de Europol.

La afirmación ha tenido respuesta inmediatamente por parte del Gobierno británico, ya que el ministro de Trabajo, Duncan Smith, que se ha mostrado favorable al brexit, ha dicho que la permanencia solo traería el riesgo de sufrir atentados como los ocurridos en París el pasado año.

La posición de Smith es compartida por varios ministros del Ejecutivo que lidera David Cameron, lo que coloca en un brete al primer ministro, que tiene que intentar convencer a gran parte de su partido de cara al reférendum que ha convocado para el próximo 23 de junio, en el que él respaldará la permanencia del país en la UE.

La Comisión Europea "no hará campaña"

Desde el bando europeo, la Comisión Europea se ha asegurado de que no harán campaña a favor de la permanencia del Reino Unido en el referéndum británico.

Ni siquiera el comisario británico en la CE, Jonathan Hill, hará campaña a favor o en contra de la permanencia del Reino Unido en la UE, pese a que el primer ministro británico, David Cameron, ha dado libertad a los miembros de su Gobierno de pronunciarse.

Tras la firma del acuerdo, "nuestro rol acaba aquí. Hemos desempeñado el papel del facilitador entre el Gobierno británico y los otros 27 socios. Hemos facilitado el proceso al proponer documentos, ideas y contribuciones durante nueve meses", ha señalado el portavoz comunitario Margaritis Schinas.

El referendo

Las urnas estarán abiertas el día 23 de junio entre las 7:00 y las 22:00, hora local. El recuento empezará tan pronto como cierren los colegios electorales y durará toda la noche. A lo largo del país habrá 12 centros donde se cotejarán los datos. El resultado final se anunciará en Manchester.

¿Quién puede votar?

Como en una votación parlamentaria: británicos, irlandeses y ciudadanos de la Commonwealth mayores de 18 años que vivan en Reino Unido. También podrán votar así ciudadanos británicos residentes en el extranjero que no hayan pasado más de 15 años fuera del país.

¿Cuál es la pregunta?

La pregunta formulada en la papeleta será: "¿Debe el Reino Unido continuar siendo miembro de la Unión Europea o debe dejar la Unión Europea? El votante deberá escoger una de las dos opciones.

¿Cuánto durará la campaña?

La ley electoral europea obliga a un período de campaña de al menos 10 semanas antes del día de la votación. Antes de que ese período oficial de campaña de comienzo, deberá ser aprobada por el parlamento la normativa legal que defina el proceso de voto, incluídas las fechas. El Gobierno estima que todo el trámite podría llevar seis semanas.

¿Cuánto se gastará en la campaña?

Para la campaña oficial, la comisión supervisora electoral británica puede designar un grupo que encabece cada parte en liza. Cada uno de estos grupos puede gastar hasta 7 millones de libras esterlinas (unos 9 millones de euros). También recibirá una subvención pública de hasta 600.000 libras (unos 770.000 euros), espacio de emisión y distribución gratuita de información postal a los votantes.

El resto de grupos podrá invertir hasta 700.000 libras (casi 900.000 euros) cada uno. Cualquiera que pretenda gastar más de 10.000 libras (12.800 euros) en campaña, deberá registrarse en la comisión supervisora electoral, y todos los grupos deberán declarar cualquier donación superior a 7.500 libras después del 1 de febrero.

El límite de gasto para los partidos nacionales vendrá definido por el porcentaje de votos logrados en los últimos comicios de ámbito nacional celebrados. Según este baremo, el partido de Cameron puede gastar 5,5 millones de libras (7 millones de euros), los antieuropeístas UKIP pueden sumar 4 millones de libras, el partido Liberal-Demócrata 3 millones de libras y el resto de partidos, 700.000 libras.

¿Cómo participará el Gobierno en la campaña?

Cameron ha afirmado que participará con todo su "corazón y su alma" para persuadir a los británicos de que voten por la permanencia en Europa. Según el actual primer ministro, dejar la Unión será un "salto a la oscuridad".

A pesar de la postura oficial del Gobierno, seis ministros de Cameron ya han expresado su apoyo a la salida de la Unión Europea. El Gobierno estará además sujeto a un período de "purga" en el que no podrá manifestar nada que influya en la decisión de voto durante los 28 días previos al referendo.