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Elecciones EE.UU.

Los ataques personales marcan el debate demócrata post New Hampshire

  • Clinton y Sanders protagonizan un cara a cara con más acusaciones que propuestas
  • La exsecretaria insiste en su "experiencia" y la necesidad de propuestas "factibles"
  • El senador ataca a Clinton por las donaciones y pide una "revolución política"
  • Especial: Elecciones en Estados Unidos 2016

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Los ataques personales marcan el debate demócrata post New Hampshire

Bernie Sanders y Hillary Clinton han vuelto a ponerse cara a cara tras la victoria del senador por Vermont en New Hampshire. El sexto debate demócrata, celebrado en Wisconsin, ha vuelto a poner sobre la mesa la gran rivalidad existente entre ambos, con numerosos ataques en el terreno personal por encima de medidas concretras.

La dura derrota cosechada por Clinton el pasado martes le ha obligado a reivindicar su posición, destacando su "experiencia" y que sus propuestas son "factibles". El discurso de Sanders ha vuelto a incidir en la "necesidad de una revolución política" y la lucha contra "una campaña corrupta" por la influencia de Wall Street.

El debate ha comenzado alrededor de la lucha de los demócratas por mejorar la asistencia sanitaria, algo que Bernie Sanders considera "un derecho". "Es necesario garantizar la asistencia a todo el mundo", ha añadido. Clinton, por su parte, ha vuelto a alabar el Obamacare y ha pedido a su rival que "no prometa cosas que no puede cumplir".

Lucha por el voto femenino y afroamericano

Además de asistencia sanitaria, Sanders ha vuelto a incidir en la necesidad de que "sea gratis la instrucción en los colegios públicos y universidades". "Con mayor inversión en educación -ha explicado el senador por Vermont- mejoraremos la situación de los afroamericanos y latinos, que se ven abocados a terminar en la cárcel".

La necesidad de solucionar el problema racial -recientemente el Departamento de Justicia demandó a la ciudad de Ferguson tras la tensión racial en 2014- es algo compartido por Hillary Clinton. "No podemos quedarnos parados, tenemos que trabajar y tenemos mucha más imformación que antes", ha comentado la exsecretaria de Estado.

Una de las causas de la victoria de Sanders en New Hampshire fue el gran apoyo de las mujeres, algo que quizás no preveía Clinton. Por eso, la precandidata demócrata ha querido hacer valer su lucha por los derechos de las mujeres. "He luchado toda mi vida por los derechos de las mujeres, aunque en New Hampshire no todas hayan decidido darme su apoyo".

Esta llamada al sexo femenino de Clinton ha hecho que su rival intentara reivindicar su papel independiente y en favor de los derechos sociales, ante lo que la exsecretaria ha respondido poniendo sobre la mesa su "experiencia política". "No pido a la gente que me vote porque soy una mujer. Pido a la gente que me vote porque tengo más experiencia que nadie en esta carrera".

La reforma migratoria ha sido otro de los puntos más discutidos en el debate celebrado en Wisconsin. Si bien ambos precandidatos apuestan por la inclusión de los inmigrantes en la sociedad, Clinton ha vuelto ha comentar que Sanders votó en contra de la reforma en su momento, ante lo que el senador ha explicado que lo hizo debido a que lo creía insuficiente.

Las financiación de las campañas y Wall Street

La "revolución política" de Sanders no podía faltar en el debate y el senador volvió a incidir en la necesidad de una campaña electoral "sin influencia de Wall Street". Las numerosas donación a la campaña del senador desde ciudadanos de clase media y baja se contraponen con las recibidas por los republicanos y parte de las obtenidas por Hillary Clinton.

La exsecretaria ha reaccionado alabando la importancia de las donaciones pequeñas recibidas por ambos candidatos, provocando que Sanders sacara a relucir el apoyo conseguido por Clinton desde Wall Street. "Yo no tengo un super PAC y la media de mis donaciones es de 27 dólares", ha indicado el senador.

Clinton ha respondido a este ataque comentando que "Obama tuvo un super PAC y fue el que más apoyo recibió desde Wall Street y tras ganar se levantó y se opuso a las grandes empresas". El actual presidente de Estados Unidos ha salido a escena y la exsecretaria ha alabado su gestión, criticando que Sanders no lo hiciera. "Le apoyo en muchas cosas, pero ya que estamos en un estado democrático, he de decir que en algunas cosas no ha conseguido lo que pretendía", ha explicado Sanders.

El incremento de los impuestos a los más ricos es una de las vías más claras de recaudación de ambos precandidatos, y esto ha desatado otro de los ataques 'personales' de la jornada. Clinton explicaba que obtendría 100 billones de dólares con el aumento de las tasas a las mayores fortunas, cuando Sanders le ha contestado que la exsecretaria aún no está en la Casa Blanca, haciéndole ver que le va a plantar una dura batalla.

Figuras históricas y lucha contra el ISIS

Los precandidatos demócratas a la Casa Blanca han respondido también a la cuestión de qué dos figuras históricas elegirían como modelos. Clinton ha seleccionado a Nelson Mandela y Franklin D. Roosevelt, mientras que Sanders ha coincidido en la segunda elección, añadiendo a otro expresidente, en esta ocasión británico, Winston Churchill.

El último tema del debate ha sido la política exterior. Mientras que Clinton ha optado por posiciones más rígidas con 'rivales' como Rusia o Irán, Sanders ha preferido apostar por el diálogo y la colaboración. En cuanto al problema principal de EE.UU. en el exterior, el terrorismo del Estado Islámico, la exsecretaria ha apostado por "luchar contra el terrorismo en el terreno oline y liderar una coalición para recuperar el territorio de ISIS".

Clinton no ha perdido otra oprtunidad para destacar su experiencia en este terreno, indicando que "con los problemas actuales, la gente también tiene que pensar que en estas elecciones se elige al comandante en jefe. Cuando en 2008 Obama ganó, me pidió colaborar con él por la experiencia que tenía".

Ante esto, Sanders ha criticado a su rival por algunas de sus amistades en el terreno de la política exterior, como el germano-estadounidense Henry Kissinger, explicando que está "orgullosos" de no tenerlo como amigo.