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La historia de la Vampira de Barcelona y la Semana Trágica se mezclan en el cómic

  • Dos hechos que conforman el argumento de Solo los muertos no hablan, de Ángel Muñoz
  • Enriqueta Martí, "La Vampira de Barcelona", es una de las peores asesinas en serie de la historia

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Enriqueta Martí, "La Vampira de Barcelona"
Enriqueta Martí, "La Vampira de Barcelona"

Cinco años después de su estupendo Rapide! (Edicions de Ponent), en el que narraba el viaje de Franco de Canarias a Tetuán en el famoso avión Dragón Rapide para encabezar el golpe de estado que daría inicio a la Guerra Civil Española, Ángel Muñoz (Valencia, 1978) nos sigue sorprendiendo con Solo los muertos no hablan (Edicions de Ponent), un cómic en el que mezcla la historia de La Vampira de Barcelona (Enriqueta Martí i Ripollés), una de las peores asesinas en serie de la historia, con la Semana Trágica de Barcelona.

"Solo los muertos no hablan –asegura Ángel- es la historia de Enriqueta Martí (1968-10913), una mujer que secuestraba a los hijos de los pobres y los asesinaba, para luego extraerles la grasa y fabricar con ella remedios medicinales que más tarde vendía a los ricos”.

Una historia que Ángel mezcla con La Semana Trágica de Barcelona, el levantamiento de los obreros de esa, y otras ciudades catalanas, entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 1909, en protesta por el decreto del primer ministro Antonio Maura de enviar tropas de reserva a Marruecos, en ese momento muy inestable, siendo la mayoría de estos reservistas padres de familia de las clases obreras.

“En la realidad –nos comenta Ángel- las dos historias estaban separadas por un espacio de 2/3 años. Las autoridades no querían hacer público los crímenes de esta mujer, porque no querían que se repitiesen los disturbios de la Semana Trágica. Pero en la ficción las dos tramas se desarrollan simultáneamente para acentuar la tensión del relato”.

Viñeta de 'Solo los muertos no hablan'
Viñeta de 'Solo los muertos no hablan'

Viñeta de 'Solo los muertos no hablan'

La Vampira de Barcelona

Enriqueta Martí es, casi con seguridad, la peor asesina en serie de la historia de España. Sólo en los pisos en los que residió en Barcelona se encontraron restos óseos de 12 niños. Pero es imposible calcular a cuantos asesinó. Una truculenta historia que ha dado origen a varias novelas, obras de teatro y películas.

“Algunos aspectos de la obra fueron trastocados y la figura de Enriqueta no fue una excepción –confiesa Ángel-. Realmente se sabía muy poco de ella. El personaje del cómic no es fiel a la realidad porque todo en ella es deliberado, como por ejemplo el aspecto físico. La auténtica Enriqueta Martí no era una mujer atractiva. Aquí sí lo es”.

“Hay tantas cosas que me hubiera gustado explicar sobre ella (cómo era su vida, cómo empezó a cometer los crímenes, etc) que este tipo de cambios están más que justificados –asegura el autor-. Y este es solo unos de ellos. Por eso no se descubre su auténtica identidad, sino que siempre se refieren a ella por el nombre falso que realmente utilizaba para no ser pillada. Pero hemos de entender que esto es ficción, no un libro de Historia. Otra cosa es que la intención sea que el lector, una vez terminado, recurra a los libros para saber más”.

La Enriqueta auténtica y el personaje de Ángel Muñoz
La Enriqueta auténtica y el personaje de Ángel Muñoz

La Enriqueta auténtica y el personaje de Ángel Muñoz

“Se podría decir que el 90% de lo que cuento en el cómic fue verídico –asegura Ángel-. Sería algo así como un montón de pequeños hechos reales hilvanados de tal manera que forman una gran historia ficticia. O dicho de otro modo: el orden cronológico de los hechos fué alterado, algunos crímenes no corresponden a sus autores, y otras partes fueron deformadas o exageradas en aras de una narración más atractiva para el lector”.

“En cuanto a la documentación –continúa el autor- por supuesto tuve que consultar algunos libros sobre la Semana Trágica. Pero con la vida de Enriqueta Martí fué diferente, ya contaba con un gran trabajo de hemeroteca realizado años atrás por algunos compañeros de estudios, que también estaban interesados en la vida de la asesina”.

Pero Enriqueta posiblemente no habría podido perpetrar tales horrores sin el apoyo de una sociedad que despreciaba a los pobres: “Era una sociedad clasísta e ignorante –asegura Ángel-, como el resto de España. Sólo que en Barcelona era más evidente por ser el mayor núcleo industrial de la época”.

Fotografía de una de las víctimas de Enriqueta y recreación de Ángel Muñoz
Fotografía de una de las víctimas de Enriqueta y recreación

Fotografía de una de las víctimas de Enriqueta y recreación de Ángel Muñoz

Los otros protagonistas

Enriqueta no es la única protagonista del cómic: “Me hubiera gustado desarrollar más algunos personajes, pero claro, la historia no constaría de 124 págs. sino de 500 y hubiera tardado el doble o el triple en dibujarla. Pero así por encima destacaría la figura de D. Joaquín (el patrón). Es un personaje que opera como un Padrino en la mafia. Crea la desigualdad social, participa de los actos más despreciables de su tiempo, pero no se mancha las manos. Es el típico personaje que pase lo que pase, sabes que siempre saldrá impune”.

“Luego está Luís Guitart (el padre). Es un personaje que desea mantenerse al margen de política y conflictos. No quiere tomar partido porque en el fondo es alguien que sólo quiere vivir su vida. Como vemos en el cómic el destino tiene reservado otros planes para él, que le empujan a tomar decisiones difíciles. Pero una vez que las toma, nadie se interpondrá en su camino para impartir justicia, cueste lo que cueste”.

“Y para no extenderme –continúa Ángel-, por último hablaré del traidor, ese personaje que representa lo peor de las clases humildes. Se trata de un tipo amoral sumido en el vicio y la simplicidad intelectual. Alguien que busca el beneficio a corto plazo y que no se rige bajo ningún principio que no sea el dinero. Aunque en una versión extendida se le presenta como a una persona prepotente que se cree más listo que los demás, porque eso es lo que tiene la ignorancia, que nadie piensa que lo es. Forma parte de la propia estupidez. Como he dicho, estos son algunos pero hay muchos más personajes que merecen la pena ser reseñados”.

Viñeta ambientada en La Semana Trágica
Viñeta ambientada en La Semana Trágica

Viñeta ambientada en La Semana Trágica

“La sangre es un personaje más”

Preguntamos a Ángel Muñoz cómo ha adaptado su dibujo a esta historia: “El estilo sigue siendo el mismo que en las anteriores obras (la línea clara). Solo que se le ha añadido un fondo negro a todas las páginas para crear una atmósfera gótica o de terror. También he tratado de huír de viñetas que mostrasen planos generales por ser superfluas en muchos casos, y centrarme más en los gestos de los personajes. Aparte de eso, es mi primera historia en la que he utilizado el pincel para entintar”.

Una historia en la que utiliza una paleta de tres colores: “Aunque no estoy muy interesado en eso de incluir color en las viñetas –confiesa Ángel-, no he encontrado ocasión más justificada que esta, para hacer todo lo contrario. Si nos fijamos, el libro arranca con dos historias distintas que se van desarrollando de manera paralela, y que solo al final desembocan en un mismo desenlace”.

Viñetas de 'Solo los muertos no hablan'
Viñetas de 'Solo los muertos no hablan'

Viñetas de 'Solo los muertos no hablan'

“Por lo tanto, para ayudar al lector a diferenciarlas empleo dos colores complementarios que las diferencian, y que cuando se mezclen en el acto final queden bien juntos. Para dar a entender que todos los personajes, por muy distintas que fuesen sus vidas comparten un mismo destino”.

“El tercer color (el rojo) casi es por obligación. En una historia tan violenta era necesario hacer énfasis en el color de la sangre, presente en toda la obra. Casi se podría decir que la sangre es un personaje más” –concluye el autor-.

Viñetas ambientadas en La Semana Trágica
Viñetas ambientadas en La Semana Trágica

Viñetas ambientadas en La Semana Trágica

Sus proyectos

Ángel confiesa que la historia de España es una fuente inagotable de inspiración: “Personalmente creo que la Historia de España, si se sabe dónde mirar, no tiene nada que envidiar a la de otros países. Y eso se traduce en un enorme campo de posibilidades para contar historias”.

Y, como tantos otros dibujantes españoles, compagina el cómic con un trabajo que le permite pagar las facturas, por eso tarda cinco años en publicar un cómic. “Alterno los cómics con un empleo. Y ya sabemos todos lo que eso implica”.

Aún así, ya piensa en su próximo cómic: “Mi próxima historia ya no hará referencia a ningún episodio histórico nacional. Transcurrirá en Inglaterra y contará el origen de las tribus urbanas. Me gustaría titularla Los niños de la guerra. ¡Pero eso ya serán otros cinco años!”.

Por cierto que podéis visitar una exposición con las paginas originales de Solo los muertos no hablan, hasta el sábado 13 de febrero, en PEPITA LUMIER (c/Segorbe nº 7, Valencia).

Portada de 'Solo los muertos no hablan' y fotografía de su autor, Ángel Muñoz
Portada de 'Solo los muertos no hablan' y fotografía de su a

Portada de 'Solo los muertos no hablan' y fotografía de su autor, Ángel Muñoz