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España, el segundo país con mayor dependencia energética entre los grandes de la UE

  • En 2014 tuvo que comprar en el exterior el 72,9% de la energía que consumió
  • Aumentó en 2,5 puntos respecto a 2013, la primera subida desde 2009
  • Entre los mayores consumidores de la UE, sólo fue superada por Italia
  • La media de los Veintiocho se situó en 53,4%, tres décimas más que en 2013

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Un trabajador en una planta petrolífera rusa
Un trabajador en una planta petrolífera rusa.

España fue el segundo gran país de la UE con mayor dependencia energética del exterior en 2014, cuando necesitó importar el 72,9% de la energía que consumió ese año. Según los datos publicados este jueves por la oficina estadística europea Eurostat, esa dependencia creció con fuerza respecto a 2013, con lo que se quebraron cinco años consecutivos de descensos.

Ante ese dato hay que recordar dos circunstancias: que el consumo de energía cae durante las crisis y empieza a repuntar cuando se recupera la economía, y que en 2013 se aprobaron varias leyes que recortaron los incentivos a las renovables y otras fuentes de energía alternativas que producen energía dentro del país.

El máximo de la dependencia energética de España se alcanzó en 2005 (81,4%), mientras que el mínimo se marcó en 1990 (63,1%), año en el que comienza la serie publicada por Eurostat.

Estonia el menos dependiente y Malta, el que más energía importó

En 2014,  sólo Italia, con un 75,9% de dependencia energética, superó a España en el grupo de los países más grandes y, por tanto, entre los mayores consumidores de energía. Entre ellos, Reino Unido fue el menos dependiente en el campo de la energía, ya que importó menos de la mitad de lo que consumió (45,5%), seguido de cerca por Francia (46,1%).

La mayor economía europea, Alemania, necesitó comprar fuera el 61,4% de la energía que consumió.

Dentro del conjunto de la UE, los países que registraron mayor dependencia energética en 2014 fueron Malta (97,7%), Luxemburgo (96,6%), Chipre (93,4%), Irlanda (85,3%) y Bélgica (80,1%).

En el extremo opuesto, el país con menor dependencia exterior fue Estonia, que sólo compró fuera el 8,9% de la energía consumida en 2014. Le siguieron Dinamarca (12,8%), Rumanía (17%), Polonia (28,6%), República Checa (30,4%), Suecia (32%), Países Bajos (33,8%) y Bulgaria (34,5%).

Eurostat subraya que 9 de los 28 Estados miembros registraron en 2014 sus tasas más bajas de dependencia energética desde 1990: Bulgaria, Estonia, Francia, Italia, Letonia, Luxemburgo, Malta, Portugal y Rumanía.

Por contra, la República Checa es el único país de la UE que alcanzó un pico en sus importaciones energéticas en ese año.

Según los datos de la oficina estadística, la media de la dependencia energética en la UE fue del 53,4%tres décimas más que en 2013. Esto significa que la Unión Europea necesita importar más de la mitad de la energía que consume, algo que sucede de forma ininterrumpida desde 2004, aunque el máximo se alcanzó en 2008, cuando la dependencia energética fue del 54,5%.