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La Comisión Europea amenaza a Grecia con aislarla de la zona Schengen si no controla sus fronteras

  • Un informe constata "graves deficiencias" en su gestión de la frontera exterior
  • Grecia responde que no va a permitir que se ahoguen mujeres y niños

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Un niño refugiado mira a través del autobús el ferry en el que ha llegado al puerto de Atenas con otros 2.500 migrantes.
Un niño refugiado mira a través del autobús el ferry en el que ha llegado al puerto de Atenas con otros 2.500 migrantes.

La Comisión Europea ha advertido este miércoles a Grecia de que podría enfrentarse a nuevos controles fronterizos con otros Estados de la zona Schengen si en los próximos tres meses no es capaz de gestionar las "graves deficiencias" de su frontera exterior.

"Si no se toman las acciones necesarias y las deficiencias persisten, es posible permitir a los Estados miembro cerrar temporalmente sus fronteras", ha dicho el vicepresidente del Ejecutivo comunitario en un rueda de prensa, tras dar por bueno un informe que señala que Atenas ha "desatendido gravemente" sus obligaciones con el acuerdo Schengen.

Este movimiento forma parte de un movimiento acordado este lunes en una reunión de ministros de Interior y Justicia de la UE. Los Veintiocho dieron el primer paso para prorrogar hasta dos años los controles que ya aplican de manera temporal siete Estados miembro en sus fronteras interiores y que expiran en mayo, pese a ser una medida que el código de fronteras Schengen limita a situaciones graves y excepcionales.

El turismo, un sector clave en juego

Tras la llegada de más de un millón de migrantes y refugiados en la Unión Europea en 2015, la mayoría de ellos a través de Grecia, algunos Estados miembros han implantado controles en sus fronteras interiores y han advertido de que podrían suspender a Atenas de la zona de libre tránsito.

Más de un millón de refugiados llegaron por mar a Europa en 2015

En la práctica, Grecia no tiene fronteras terrestres con el resto de Estados Schengen, por lo que los controles afectarían sólo al tráfico aéreo y marítimo. Diplomáticos y funcionarios citados por la agencia Reuters han reconocido que la medida afectaría sobre todo al turismo, el sector más importante de Grecia, y por ello es un intento de presionar a Atenas para que identifique y registre a todos aquellos que entran en su territorio, fundamentalmente desde Turquía, de acuerdo a la normativa comunitaria.

Grecia ha recordado que la frontera es marítima y sería ilegal e inhumano no rescatar a los náufragos. Igualmente ilegal serían los denominados "push back", es decir, forzar a las embarcaciones a retroceder hacia la costa turca. A ello se añade que el 90 % de las personas que entran en Grecia provienen de Siria, Irak y Afganistán, los tres países cuyos ciudadanos son automáticamente reconocidos como refugiados.

Grecia: "No vamos a hundir barcos y ahogar mujeres"

El ministro de Migración griego, Yannis Mouzalas, ha acusado a su colega belga de querer ir contra ley por proponer, en una reunión de la Unión Europea centrada en la crisis de refugiados, tomar medidas para hacer retroceder a los inmigrantes "hasta el mar" y asegurar que no le importaba si por ello "se ahogan".

En una entrevista a la cadena británica BBC, el ministro de Migración griego, Yannis Mouzalas, ha afirmado que su colega belga, en una reunión de la Unión Europea centrada en la crisis de refugiados, dijo 'lo siento, no me importa si los ahogan, quiero hacerlos retroceder'.

El ministro griego no menciona el nombre de su interlocutor belga, pero sitúa la conversación en la reunión que los responsables de Interior y Justicia de la UE mantuvieron este lunes y martes en Amsterdam, a la que asistió en nombre de Bélgica el secretario de Estado de Asilo y Migración belga, el nacionalista flamenco Theo Francken.

Las dificultades de Atenas para controlar sus fronteras, principal puerta de entrada a la UE para estos inmigrantes, fue una de las claves de la discusión, en la que varios Estados miembros abogaron por expulsar a Grecia del espacio de libre circulación Schengen, entre ellos el belga Francken, según han indicado a Europa Press fuentes europeas.

Francken ha rechazado tales acusaciones. "En ningún caso he instado a mi colega griego a hacer retroceder los migrantes aunque se ahoguen. Lamento profundamente esas declaraciones grotescas", ha declarado. Francken sostiene en el comunicado que Bélgica es un país "respetado", con altos estándares en materia de Derechos Humanos y en la acogida y protección de los demandantes de asilo. Además, ha recalcado que la polémica provocada por su colega heleno coincide con un momento en el que Grecia "se encuentra cada vez más aislada en el debate europeo sobre migración".

Nueva tragedia frente a las costas griegas

El ministro adjunto griego de Asuntos Europeos, Nikos Xidakis, ya se defendió hace unos días, en los mismos términos, de las acusaciones contra su país por una supuesta laxitud en el control fronterizo. "Grecia protege sus fronteras y las fronteras europeas. Lo que no hace ni hará es hundir barcas y ahogar a mujeres y niños porque las leyes europeas e internacionales y los valores de nuestras civilización lo prohíben", señaló.

Este mismo miércoles al menos siete personas, entre ellas dos niños, han muerto en un nuevo naufragio de una embarcación con refugiados en el mar Egeo, cerca de la costa de la isla griega de Kos, según ha informado la guardia costera.

Por su cercanía a la costa de Turquía, la isla de Kos es junto a la de Lesbos una de las principales puertas de entrada para los refugiados que huyen hacia la Unión Europea. Ni siquiera la bajada de las temperaturas ha frenado la llegada diaria de embarcaciones.

Según los últimos datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en lo que va de año han llegado a Grecia por mar más de 45.000 migrantes y refugiados, 31 veces más que en todo enero del año pasado.