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'Piso el barro, barro el piso', un juego lingüístico y visual

  • Juan Berrio califica su nueva obra como “un divertimento”
  • 13 historias engarzadas por un juego de palabras en un bucle infinito

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Página de 'Piso el barro, barro el piso'
Página de 'Piso el barro, barro el piso'

Después de reflejar la magia de la vida diaria y los encuentros casuales en títulos como Miércoles (Premio FNAC-Sin Sentido), Cuaderno de frases encontradas o KioskoJuan Berrio (Valladolid, 1964) sigue convirtiendo la poesía en dibujos y excitando nuestra imaginación con sus juegos gráficos y literarios con Piso el barro, barro el piso. o Encadenado al presente, que el autor define como un juego.

“Tiene que ver con las dos cosas –asegura-, yo utilizo la palabra "divertimento". El libro se basa en un sencillo juego de palabras (básicamente un encadenado de frases que se conectan a través de palabras homógrafas), y siguiendo las pautas de este juego construyo las historias que luego dibujo”.

“Otra de las claves importantes –continúa Berrio- es que cada historia es cíclica, todas cierran un círculo formando un bucle. Primero hay una única frase a la que corresponde una viñeta, luego dos frases y dos viñetas, luego tres... y van aumentando hasta llegar a doce. Y se acaba con un bucle de 36 viñetas.

Un auténtico desafío a nuestra imaginación que también es un auténtico regalo, gracias a su cuidada presentación: “Además he tratado de darle al libro un empaquetado atractivo, cuidando la calidad de la edición, con la encuadernación en tela, y haciendo una tirada pequeña, firmada y numerada” –concluye el dibujante-.

Una edición limitada de 500 ejemplares firmados y numerados, que podéis encargar a través de su página web: http://juanberrio.blogspot.com.es/

Portada de 'Piso el barro, barro el piso'
Portada de 'Piso el barro, barro el piso'

Portada de 'Piso el barro, barro el piso'

El lector es el protagonista

Como pasa en casi todas las obras de Berrio, los lectores nos convertimos en protagonistas: “Creo que en Piso el barro, barro el piso, se puede leer con distintos niveles de implicación. Me gusta pensar que en un primer acercamiento al libro se puede disfrutar de las historias y los dibujos, aunque no se termine de comprender cuál es el mecanismo que los genera. Pero por supuesto la implicación puede ser mucho mayor. Incluso he dejado en las guardas una colección de palabras homógrafas que podrían servir para continuar el juego, para que el lector pueda construir nuevos bucles”.

Como en casi todas sus obras, las historias que cuenta tienen el valor añadido de la sencillez y la cotidianeidad, con un toque mágico: “Son muy variadas –nos comenta Berrio-, van desde lo más cotidiano y rutinario a pequeñas extravagancias y aventurillas rocambolescas”.

“Un mismo protagonista –continua el dibujante- vive estas historias: hay algunas muy sencillas, casi mínimas; otras, más elaboradas, muestran su superación como atleta, o hacen un repaso a su curriculum amoroso o a sus travesuras con osos, topos y erizos. También vemos el atrevido rescate de la víctima de las garras de un asesino y la captura de este, sus pillerías de descarado ladrón, sus baches de salud... Y finaliza con un día corriente en la vida del personaje desde la mañana a la noche”.

Las reglas del juego

Como todos los juegos, este tiene sus propias reglas, y el subtítulo del libro (Encadenado al presente) tiene mucho que ver con ellas, como nos comenta Berrio: “Tiene que ver con una de las reglas del juego. Las frases se encadenan con palabras de dos significados: en la frase que acaba suele ser un sustantivo o adjetivo y en la frase que empieza es un verbo, siempre en primera persona singular del Presente de Indicativo. Así que todo está contado en presente, en un bucle infinito agotador”.

Un bucle que tiene un protagonista de lo más normal y al que Berrio describe así: “Para protagonizar estas historias un tanto caprichosas busqué a un tipo corriente, de edad y aspecto medio. Es alguien tan normal que en este libro no tiene ni nombre, podría ser cualquiera. Pero como ha aguantado bien todas las perrerías a las que lo he sometido, le he cogido cariño y lo he embarcado en nuevas aventuras en un nuevo proyecto. Esta vez con nombre, con casa, con vecinos...”.

Página de 'Piso el barro, barro el piso'
Página de 'Piso el barro, barro el piso'

Página de 'Piso el barro, barro el piso'

El libro

Para este libro Berrio ha optado por el formato de tiras, una elección que tiene mucho sentido para lo que quería transmitir: “Para la acción me convenía el formato horizontal –asegura-. Inicialmente no iba a ser un libro sino una caja de cartón que contenía distintas piezas en forma de acordeón. Cada uno de esos acordeones era una aventura diferente y en ese formato individualizado era fácil entender cada historia como un bucle, pudiendo incluso, volver físicamente la última viñeta sobre la primera. Pero tenía en contra lo complicada que resultaba la producción”.

“Cuando renuncié a la idea de la caja y empecé a trabajar en el libro –continúa Berrio-, traté de encajarlo en un formato vertical, solo por ser más convencional y más barato, pero no favorecía la lectura, así que era lógico volver al formato horizontal donde la lectura es tan lineal. Así el personaje camina en la página de izquierda a derecha, que es la misma dirección que siguen naturalmente los ojos al leer”.

Este es uno de sus proyectos más personales, y por eso Berrio ha optado por la autoedición: “En principio me edito los proyectos más raros, creo que yo los puedo cuidar más. Me parece que este tipo de libro de formato atípico, que no es exactamente un cómic ni un libro ilustrado, no encaja en ninguna colección en marcha, y que desde una editorial no sabrían cómo moverlos, cómo promocionarlos... Pero, por supuesto, para otros trabajos me interesa contar con el buen hacer de las editoriales”.

Página de 'Piso el barro, barro el piso'
Página de 'Piso el barro, barro el piso'

Página de 'Piso el barro, barro el piso'

El dibujo y el color

Este es un trabajo tan peculiar que ha tenido que adaptar su estilo para la ocasión: “Creo –asegura Berrio- que la concreción del estilo en cada proyecto es un proceso que se adopta de manera casi inconsciente. Cada historia pide un tipo de acabado y un tipo de definición. El proceso de un libro es largo y muchas decisiones (color o blanco y negro, tipo de formato, número de páginas...) se van tomando poco a poco, por el camino, según crece el proyecto, pero me da la impresión de que esos ajustes del estilo propio dentro de cada historia se pueden adivinar en los primeros bocetos. Por lo menos en mi caso”.

En cuanto al color, el dibujante asegura que en esta obra: “No es determinante. Pero pretendía darle más vida a los dibujos con tonos suaves, un tanto aguados. En el proceso del libro aposté por un color rápido y sencillo, de gamas reducidas. Empecé aplicándolo a mano con unos rotuladores japoneses de acuarela que me encantan. Pero como no los domino, la cosa se empezó a complicar: algunos dibujos salían bien, a la primera, pero otros no acababan de salir. Así que terminé por hacer un color digital tratando de imitar los resultados de aquella técnica. Es una pequeña derrota renunciar al color manual que tantas satisfacciones me reporta, pero habrá más libros, más trabajos donde seguir intentándolo”.

Autorretrato de Juan Berrio
Autorretrato de Juan Berrio

Autorretrato de Juan Berrio

Sus proyectos

Por último, Juan Berrio nos adelanta sus proyectos: “Son muchos, afortunadamente. En unos días sale Diario de un hombre superfluo, novela de Turguénev que he ilustrado para Nórdica. También el número uno de La Resistencia, la nueva revista de Juanjo el Rápido que publicará Dibbuks, para la que he hecho diez páginas de lo que pretende ser una nueva serie”.

“Otra colaboración que acabo de terminar -continúa- y que he disfrutado un montón es una pequeña historieta para la exposición sobre cómic y pintura que se hará en el Espacio de la Fundación Telefónica en la Gran Vía de Madrid en el mes de febrero. Sigo trabajando en la segunda parte de El zoo de Antón, que editará Bang junto con la reedición del primero. Y continúo con Siete sitios sin ti, una historia de amor en la que trabajo intermitentemente desde hace unos años. Y en breve Miércoles se publicará en Francia”.

Para saber más sobre Piso el barro, barro el piso, os recomendamos que no os perdáis la entrevista que Berrio concedió a nuestra compañera Laura Barrachina, de La Hora del Bocadillo.