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El fiscal sostiene que las tres acusadas por el crimen de Isabel Carrasco tuvieron la misma responsabilidad

  • Son la mujer y la hija del entonces comisario de Astorga y una policía local
  • La defensa de las acusadas argumenta que Carrasco acosaba a la hija
  • La acusación y la Fiscalía señalan que "nada" justifica un asesinato

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La defensa de la asesina confesa de Isabel Carrasco alega trastorno mental por el acoso al que la víctima sometía a su hija

La Fiscalía sostiene que las tres acusadas del asesinato de la presidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco en mayo de 2014 tuvieron el mismo grado de responsabilidad y ha recalcado que actuaron "con una frialdad y una precisión impresionantes".

Así lo ha subrayado el fiscal del juicio por la muerte de Carrasco, Emilio Fernández, quien ha insistido en que se trata, "sin ningún género de dudas", de un asesinato ya que la víctima "no tuvo ninguna posibilidad de defenderse".

Ha recalcado que al tratarse de una víctima con relevancia política y cometerse el asesinato a plena luz del día, el crimen no se podría haber perpetrado "sin la colaboración necesaria de todas para que tuviera garantías de éxito".

El fiscal ha hecho estas manifestaciones durante la exposición de las calificaciones previas en el juicio del caso por el crimen de Isabel Carrasco, en el que la fiscalía solicita 23 años de cárcel para cada una de las tres acusadas, que ha comenzado en la Audiencia de León.

¿Quién iba a pensar en la mujer y la hija del comisario?

"¿Quien iba a pensar que la mujer y la hija del comisario de Astorga (León) en coordinación con una policía local eran las autoras?", se ha preguntado el fiscal después de asegurar que si no hubiera sido por el policía jubilado que presenció los hechos y propició la detención hubiera sido "imposible" descubrirlo.

Por su parte, la abogada de la acusación particular, Beatriz Llamas, que representa a la hija de la fallecida, ha explicado que el crimen estuvo "perfectamente organizado y estructurado", con un plan en el que "la figura de cada una de las acusadas es esencial", aunque Montserrat González "fue la que tuvo más coraje y apretó el gatillo".

La defensa de madre e hija: "González apretó el gatillo por su hija"

La defensa de Montserrat González y Triana Martínez ha reconocido que "no había derecho" al crimen, pero ha dicho que la primera apretó el gatillo y lo hizo "por su hija", perseguida por "tierra, mar y aire" por la víctima.

El letrado José Ramón García, que defiende a esas dos acusadas, ha intervenido para exponer sus conclusiones previas, en las que pide 8 años y medio de cárcel para Montserrat, para la que alega enajenación, y la libre absolución para su hija, Triana.

Durante su alocución ante el jurado -cinco mujeres y cuatro hombres-, García ha reconocido que se trata de un delito de asesinato y ha atribuido el origen del crimen al acoso sexual que Carrasco sometió a la hija y la animadversión posterior de la regidora a raíz de verse rechazada.

Desde ese momento, siempre según la versión de la madre y su hija, "comenzó un calvario para Triana porque Isabel Carrasco no aceptó ser rechazada" y comenzó, dicen, el supuesto acoso laboral, personal y judicial.

Ante este argumento, tanto la Fiscalía como la acusación particular han reprochado a la defensa que su línea argumental pretende juzgar a la fallecida. "Fuera como fuera Isabel Carrasco, nadie la puede matar, no existe ningún motivo para justificar un asesinato y menos de esa forma tan cobarde", ha aseverado el fiscal, mientras que Beatriz Llamas, letrada de la acusación particular, ha insistido en que "la única víctima es Isabel Carrasco. Una persona ha muerto y nada puede justificar un crimen".

La defensa de las acusadas ha negado que se pretenda juzgar a Carrasco en este proceso. "No se juzga a la víctima", pero el letrado cree que "hay datos importantes" para la defensa, como que la situación anímica de la madre, de Montserrat, se viera "horadada día a día" con la "persecución por tierra, mar y aire" de Carrasco a Triana.

La defensa de la policía dice que las pruebas que la incriminan son casualidad

La defensa de la policía local Raquel Gago ha recalcado que las pruebas que la incriminan son un "cúmulo de fatales casualidades", y ha pedido que se respete la presunción de inocencia.

El letrado Fermín Guerrero ha señalado que cuando Raquel se enteró que su amiga Triana Martínez estaba acusada de la muerte de Isabel Carrasco, se bloqueó y no supo reaccionar, pero en cuanto encontró el arma en su coche, treinta horas después, reaccionó y lo primero que hizo fue entregarla en Comisaría.

Además, ha recalcado en la primera sesión del juicio que en ese periodo de tiempo siguió con su vida normal, lo que hubiera sido imposible en caso de haber participado en el crimen.

La Audiencia ha concedido la libertad provisional a la agente en contra de la decisión de la fiscalía, que se opuso a esta medida al entender que los hechos eran lo suficientemente graves para que continuará en prisión y que existía riesgo de fuga.

La autora confesa de los disparos abrirá el turno de declaraciones

En el banquillo de los acusados se sentarán Montserrat González, de 60 años, autora confesa de los disparos que acabaron con la vida de Isabel Carrasco; su hija, Triana Martínez, de 36; y la agente de la Policía Local de León Raquel Gago, de 42.

Está previsto que Montserrat González abra a continuación el turno de declaraciones de las acusadas, que se prolongará hasta primera hora de la tarde, ya que las otras dos imputadas lo harán mañana.

Carrasco, que tenía 59 años cuando falleció y era también la presidenta del PP en León, murió a las 17.15 horas del 12 de mayo de 2014 tras recibir tres disparos cuando atravesaba una pasarela peatonal sobre el río Bernesga para dirigirse a la sede del PP, en el paseo de Salamanca.