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Los diputados británicos no quieren convertir a Donald Trump en un mártir

  • El Parlamento debate, sin votar, una petición para vetar su entrada en Reino Unido
  • Sin embargo, conservadores y laboristas coinciden en que podría jugar "a su favor"

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Donald Trump, en uno de sus últimos mítines
Donald Trump, en uno de sus últimos mítines

El empresario y candidato a la presidencia de Estados Unidos Donald Trump podrá viajar sin problemas, si lo desea, al Reino Unido, donde la mayoría de los diputados prefiere no convertirle en un "mártir" vetando su entrada en el país. Así lo han puesto de manifiesto conservadores y laboristas en el Parlamento británico, al argumentar que prohibir su entrada por sus comentarios sobre los musulmanes podría jugar "en su favor".

En una sesión celebrada en una sala anexa a la Cámara de los Comunes y en la que no ha habido ninguna votación, los parlamentarios británicos han debatido una petición que había recibido el apoyo de más de 575.000 firmas a través de internet en diciembre, después de que Trump propusiera prohibir el acceso a Estados Unidos a todos los musulmanes.

El gran peligro de atacar a este hombre es que podemos darle un halo de victimismo

"El gran peligro de atacar a este hombre es que podemos darle un halo de victimismo. Le daríamos el papel de mártir, lo que puede ser visto como una ventaja para aquellos que le apoyan", ha subrayado el laborista Paul Flynn.

El conservador Edward Leigh ha coincidido en que el veto "jugaría en favor" de Trump. "Su estilo de hacer política está basado en avivar la controversia y hacer declaraciones escandalosas. Prodigarle nuestra atención, incluso si la intención es condenarle o burlarse de él, solo nos hace caer en la trampa que él nos ha tendido", ha señalado.

En cambio, la diputada del Partido Nacionalista Escocés (SNP) Tasmina Ahmed-Sheikh, ha defendido que el veto estaría justificado en base a mantener la "armonía religiosa".

Sesión del Parlamento británico en la que se ha debatido el veto a la entrada de Donald Trump a Reino Unido

Sesión del Parlamento británico en la que se ha debatido el veto a la entrada de Donald Trump a Reino Unido. AFP

Cameron y Corbyn tampoco abogan por el veto

Antes del debate, tanto el primer ministro británico, el conservador David Cameron, como el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, habían descartado defender un veto a Trump.

Cameron afirmó el mes pasado en los Comunes que los comentarios del empresario estadounidense sobre los musulmanes "crean división" y son "estúpidos", aunque se mostró contrario a prohibirle la entrada al país.

Corbyn, por su parte, comentaba este fin de semana que Trump debería poder entrar al Reino Unido para aprender una "lección" de convivencia en algunos barrios de Londres.

"Tiene problemas con los mexicanos y problemas con los musulmanes. Mi esposa es mexicana y mi barrio es un lugar muy, muy multicultural, así que me gustaría ir con él a la mezquita y que hablara con la gente", afirmaba Corbyn en la BBC.

Una petición para proteger el país del odio

La petición para prohibir la entrada a Trump fue publicada por una activista escocesa en la página web de la Cámara de los Comunes, una institución que se comprometió este verano a dar una respuesta a cualquier argumento que tuviera el apoyo de más de 10.000 firmas y a valorar la opción de debatirlo en el Parlamento si supera las 100.000 adhesiones.

"El Reino Unido ha prohibido la entrada a muchos individuos por su discurso el odio. Los mismos principios deben aplicarse a todas las personas", señala el texto de la petición contra Donald Trump.

El Ministerio de Interior británico tiene la potestad de impedir la entrada al país a cualquier individuo, por razones de seguridad nacional, si cree que va a incitar al odio racial o si espera que su comportamiento no sea "adecuado para el bien público".

Así, el Gobierno del Reino Unido bajo esas condiciones desde 2010, según las cifras publicadas en 2015.