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Corea del Norte crispa las relaciones con el sur con un interlocutor duro y una lluvia de panfletos

  • El nombramiento tensa un clima enrarecido tras la prueba nuclear norcoreana
  • Seúl responsabiliza al nuevo interlocutor del ataque en 2010 contra la isla de Yeonpyeong

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El dictador norcoreano Kim Jong Un presencia unas maniobras militares en Pyongyang
El dictador norcoreano Kim Jong Un presencia unas maniobras militares en Pyongyang

El general Kim Yong-chol, considerado un oficial de línea dura cercano al líder norcoreano Kim Jong-un, ha sido nombrado en Corea del Norte nuevo secretario de relaciones intercoreanas del Partido de los Trabajadores, según un informe presentado este lunes en Seúl.

Kim, de 70 años, sustituirá en el puesto a Kim Yang-gon, fallecido en un accidente de tráfico el pasado diciembre, conforme al documento presentado hoy por un "think tank" conservador en el parlamento surcoreano.

Aunque de momento es imposible comprobar la veracidad del informe ante el hermetismo de Pyongyang, algunos expertos señalaron este lunes a la agencia Yonhap que, de ser cierto, el nombramiento contribuiría a empeorar los lazos con el Seúl en un momento marcado por la tensión en la península tras la reciente prueba atómica norcoreana.

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Un militar activo y agresivo contra el sur

A diferencia de su antecesor, al que se tildaba de un hombre "enfocado hacia el diálogo", Kim es un militar de la línea dura y se sabe que desde 2009 es director de la Oficina General de Reconocimiento, rama encargada de operaciones militares "clandestinas", según el Departamento de Estado estadounidense.

Kim, general de cuarto estrellas y considerado uno de los gestores de mayor rango en lo que se refiere a operaciones de inteligencia, también es miembro de la poderosa Comisión Militar Central y ha sido visto acompañando al líder norcoreano durante sus inspecciones a unidades militares en numerosas ocasiones.

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Los expertos creen que su designación dañaría en este momento la relación con Seúl, que lo acusa de ser el cerebro detrás del bombardeo norcoreano contra la isla de Yeonpyeong y del supuesto ataque a la corbeta surcoreana Cheonan, dos sucesos registrados en 2010 que causaron 50 víctimas surcoreanas, dos de ellas civiles.

Corea del Sur también lo acusa de haber planeado la colocación de unas minas antipersona que el verano pasado hirieron de gravedad a soldados surcoreanos y volvieron a caldear los ánimos en la península.

La batalla de la propaganda se reactiva

La guerra de la propaganda, otro viejo frente, no tan sangriento pero sí muy activo y no menos peculiar, vuelve a recrudecerse en este clima de tensión tras la prueba nuclear norcoreana. Baterías de altavoces con consignas, músicas, incluso novelas seriadas, se suman a toneladas de panfletos lanzados desde el aire mediante todo tipo de artefactos.

Las dos Coreas mantienen e intensifican sus respectivas campañas de propaganda en torno a la frontera que las divide. El ministerio de Defensa surcoreano ha informado este lunes de que, desde la semana pasada, su vecino del Norte ha lanzado en su territorio panfletos "casi cada día" mediante globos a los que aparentemente coloca un temporizador para hacerlos estallar en pleno vuelo.

Según detalló el portavoz del Ministerio, Kim Min-seok, a la agencia Yonhap, el número de estos pasquines recolectados en territorio surcoreano está ya próximo al millón. Los globos que cargan con los panfletos han llegado incluso hasta la capital surcoreana, Seúl, situada a una 30 de kilómetros al sur de la frontera, y la semana pasada uno de los fardos de octavillas perforó el techo de un coche aparcado en la ciudad dormitorio de Ilsan.

K-pop y seriales radiofónicos contra amenazas nucleares

El ejercito surcoreano detectó el pasado 13 de enero por primera vez estos globos que cargan los panfletos en los que se critica a la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, por reiniciar emisiones de propaganda mediante altavoces en la frontera.

Seúl tomó esa decisión dos días después del ensayo nuclear de Pyongyang, y desde entonces ha emitido a diario por estos parlantes mensajes en contra del régimen de Kim Jong-un, además de canciones de pop surcoreano o incluso seriales radiofónicos.

"Hemos retomado nuestras emisiones de propaganda porque el cuarto ensayo nuclear de Corea del Norte constituye una provocación al mundo entero", ha justificado el portavoz de Defensa surcoreano.

Corea del Norte, por su parte, ha activado en la frontera sus propios altavoces para intentar distorsionar el sonido que llega a su territorio procedente del Sur.

El pasado agosto, cuando Seúl decidió poner en marcha sus altavoces ambos países, que técnicamente se mantienen en guerra desde hace más de 65 años, acabaron intercambiando fuego de artillería a través de la frontera.

Las dos Coreas permanecen técnicamente en guerra ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 acabó con un alto el fuego en vez un tratado de paz.