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Túnez, una revolución viva cinco años después

  • La muerte del estudiante tunecino Mohamed Bouazizi en 2010 inició la revolución de los jazmines
  • Cinco años después, el país mantiene su transición democrática frente al terrorismo yihadista
  • La labor del Cuarteto de Diálogo Tunecino en el proceso les hizo ganar el Nobel de la Paz 2015

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Mohamed Bouazizi, el hombre que prendió la mecha en Túnez
Mohamed Bouazizi, el hombre que prendió la mecha en Túnez

El 17 de diciembre de 2010, un joven informático en paro, Mohamed Bouazizi, se prendió fuego delante del ayuntamiento cuando la policía le impidió colocar su puesto de legumbres para vender en la calle. Humillado porque una inspectora municipal le pegó un tortazo, le escupieron y le insultaron, Mohamed decidió que valía más la pena morir que vivir en la miseria.

Su gesto dramático provocó una ola de simpatía que llevó a sus vecinos a manifestarse en la calle para denunciar a las autoridades. La protesta fue reprimida por la policía, y la dinámica acción-reacción hizo el resto. El levantamiento tunecino recibirá el nombre de "revolución de los jazmines", nombre de la flor nacional de Túnez.

En localidades del interior, Sfax, Kasserine, Thala, Regueb, la indignación se apoderó de la calle hasta apoderarse de la capital, Túnez. El 14 de enero de 2011, el sátrapa Ben Alí sale del país hacia el exilio y el 23 de octubre de ese año Túnez celebra sus primeras elecciones democráticas en 50 años.

Túnez, el país que inició las revoluciones árabes, es este domingo el centro de atención en la zona. Al contrario que en Libia, allí el proceso ha acabado en la celebración de unas elecciones legislativas, y los islamistas, que se presentan por primera vez, podrían ser los vencedores de estos comicios. Hay mucha expectación ante unas elecciones que ya se consideran históricas.

Hacia la democracia por el diálogo: el Nobel de la Paz

El sacrificio de Mohamed Bouazizi no solo puso en pie a Túnez. El espíritu de una revolución recorrió los países árabes de la zona como un reguero de pólvora que dinamitó los regímenes egipcio, libio y sirio en las llamadas revueltas árabes.

Sin embargo, una conjunción de factores, entre ellos la ausencia de un tejido social consistente, convierte estos levantamientos en un caos de inestabilidad, en el caso de Egipto, y de guerras civiles y desintegración, en el caso de Libia y Siria.

Pero Túnez continuó su camino. Tras los comicios del 23 de octubre de 2011, una ola de asesinatos de líderes políticos y militares hará tambalearse la estabilidad del proceso.

RTVE.es entrevista a Ouied Bouchamaoui, presidenta de UTICA, la patronal tunecina, una de las cuatro organizaciones ganadoras del premio Nobel de la Paz 2015. "Tenemos una sociedad civil muy fuerte. Una sociedad civil muy activa, que ha estado muy presente en la revolución. Porque nuestra revolución, la ha hecho el pueblo, sin jefes", afirma.

Será entonces cuando entre en escena un acuerdo histórico entre las fuerzas sociales del país. La patronal, los sindicatos, las asociaciones proderechos humanos y los abogados de Túnez se unen para crear el Cuarteto de Diálogo Tunecino.

La organización mediará entre políticos y ciudadanía haciendo posible que el 26 de enero de 2014 se apruebe la primera constitución democrática de la nación. Por este logro, el Cuarteto de Diálogo será galardonado con el Nobel de la Paz de 2015.

El Cuarteto para el Diálogo Nacional en Túnez recibe el premio Nobel de la Paz en una ceremonia en Oslo.

Voces de Túnez

Cinco años después,  la sociedad civil ha salvado a Túnez del caos en el que se sumieron sus vecinos. El país afronta la amenaza del terrorismo yihadista para el que las guerras civiles de Siria y Libia son un refugio y un caldo de cultivo multiplicador. Un problema acentuado por la situación geográfica y el coladero de las fronteras con Libia y Argelia.

Con una industria turística poyada en su desarrollo económico y su clima privilegiado, Túnez es destino favorito de miles de visitantes eccidentales. Una fuente de ingresos cuya existencia han puesto en riesgo los últimos atentados, sobre todo los perpetrados en el museo del Bardo en marzo de este año y el hotel Marhaba en la playa de Susa en junio, con 23 y 38 muertos respectivamente.

La receta del éxito de la 'primavera' tunecina es su gente. Una sociedad civil fuerte y activa, que ha liderado una transición política y pacífica tras dos décadas de dictadura.

Pero el país lucha por su recuperación. Su economía, el nivel de formación de sus jóvenes y el relieve de la mujer en un país árabe que reconoce la igualdad femenina desde 1956, convierte a Túnez en una isla de esperanza en una zona con un futuro incierto. Voces de una sociedad recogidas por RTVE.es con motivo de la entrega del Nobel de la Paz al Cuarteto de Diálogo.

"Jazmín" contiene en su etimología el significado de "desesperación", pero el despertar al que dió su nombre se mantiene vivo en la esperanza.