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El presidente de Volkswagen: "Algunos campos de la empresa han tolerado el incumplimiento de las reglas"

  • Admite que eso "es lo más difícil de aceptar" en la compañía, por su gravedad
  • "Se identificará quién tuvo la responsabilidad directa y la superior", advierte
  • Sitúa en 2005 el comienzo de "la cadena de errores que no se interrumpió"
  • "Esta situación no echará abajo la compañía", asegura el consejero delegado
  • La empresa reitera que mantendrá sus inversiones en España

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Volkswagen reconoce conductas erróneas detrás de la manipulación de sus motores diésel

El máximo responsable del Grupo Volkswagen y presidente de su consejo de supervisión, Hans-Dieter Pötsch, ha reconocido este jueves que, en el fraude de las emisiones contaminantes, "en algunos campos de la empresa se ha tolerado el incumplimiento de las reglas" y, de todo lo sucedido, "ése es el factor más difícil de aceptar" para la compañía, por su gravedad.

"No estamos hablando de un error cometido una sola vez, sino de una cadena de errores que no se interrumpió en ningún momento" y que -ha señalado- comenzó en 2005.

El gigante alemán de la automoción ha realizado una rueda de prensa de sus dos máximos responsables para dar explicaciones sobre el fraude sistemático del control de las emisiones de sus vehículos y los resultados de la investigación interna iniciada cuando saltó el escándalo a mediados de septiembre.

"La situación no es dramática", asegura Müller

Respecto al impacto del escándalo en el grupo, su consejero delegado, Matthias Müller, ha asegurado que "la situación no es dramática, sino tensa". "Aunque es grave, esta situación no echará abajo la compañía", ha señalado.

Así, el máximo ejecutivo ha reiterado que "no hay ninguna decisión negativa" sobre las inversiones previstas para las dos fábricas de la compañía en España, la de Volkswagen en Pamplona y la de la marca Seat en Martorell. "Estudiamos todo nuestro programa de inversiones y no hay ninguna decisión negativa respecto a España por lo que estas inversiones se mantendrán como estaba previsto", ha indicado Müller.

Además, ha explicado que el director de Compras del grupo, Francisco Javier García Sanz -también responsable de supervisar el escándalo de manipulación de emisiones en motores diésel- "está en España y negocia con miembros del Gobierno español" cuestiones relacionadas con las emisiones de CO2.

Tanto Pötsch como Müller han subrayado que las actuaciones del grupo se centrarán a partir de ahora en la manipulación de las emisiones de nitrógeno, una vez que considera "casi cerrado" el caso de las emisiones de CO2, donde no se han confirmado "las sospechas de cambios contrarios a derecho" anunciadas por la propia Volkswagen.

Identificar de quién es "la responsabilidad directa, pero también la superior"

"Tenemos que averiguar qué procesos se siguieron y qué decisiones se tomaron. Se identificará quién tuvo una responsabilidad directa, pero también la responsabilidad superior", ha asegurado el presidente, antes de precisar: "Todavía no podemos decir nada sobre las personas implicadas, no se podrá hasta que las conclusiones sean firmes".

Junto a la tolerancia de incumplimientos, Pötsch ha explicado otros dos factores que permitieron el fraude: "actuaciones individuales de personas concretas -un factor que se puede controlar, pero no evitar por completo en un conjunto de personas tan grande-" y "debilidades en algunos de nuestros procesos" de funcionamiento.

En palabras de Müller, "no se compartía la información. Las decisiones se quedaban dentro de un círculo limitado, como en una especie de Triángulo de las Bermudas".

El grupo quiere corregir ese comportamiento irregular "y, sobre todo, evitar que vuelva a repetirse en el futuro", ha reiterado el presidente, quien ha subrayado que "lo más importante es el futuro de la compañía".

Multiplicación de controles y potenciación de la tecnología

Para eso, en el proceso de comprobación de nuestros motores -"donde se había intentado, en parte, falsear los resultados"-, se multiplicarán los controles, de forma que "cuatro personas revisarán siempre cada proceso". "Aunque no podremos impedir que una persona se comporte indebidamente, será muy difícil", ha opinado Pötsch.

En esa misma línea, el presidente ha recordado que los controles se emisiones ya se están realizando con supervisión externa y que "en el futuro", se introducirán pruebas de conducción en carretera en todos sus vehículos.

El máximo responsable del gigante de la automoción ha atribuido los "déficits" detectados en los procesos de cumplimiento de normas al "fallo en la concretización de competencias".

"Debemos trabajar mucho, reconocer que nuestra estructura ha tenido deficiencias", ha añadido Hans Dieter Pötsch, quien considera que para corregirlos será fundamental potenciar las tecnologías de la información, "que los soportes tecnológicos se adapten por completo al seguimiento de cada proceso, con lo que se reducirá dependencia de personas concretas".

Además, han explicado que se ha creado una nueva comisión para autorizar un nuevo programa informático de control de emisiones para evitar nuevas violaciones.

Volkswagen ha admitido haber equipado con el software fraudulento unos 11 millones de unidades diésel en todo el mundo para manipular los resultados de los test de emisiones de nitrógeno, lo que permitía circular a vehículos que contaminaban 40 veces más de los límites marcados por la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU.

Pötsch ha reconocido este jueves que los ingenieros de la compañía no consiguieron dar con una solución técnica que permitiera cumplir los estrictos estándares estadounidenses y recurrieron al trucaje del software.