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Lotería de Navidad 2015

"Reconstruir un décimo de la lotería de Navidad muy dañado es como armar un puzzle"

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El laboratorio de la Fábrica de la Moneda reconstruye los décimos dañados

Armada con una lupa de aumento y varias agujas que le permiten separar los fragmentos dañados, Pilar Fernández emprende una labor tan minuciosa como complicada, que alcanzará su punto álgido después del sorteo de Navidad que es cuando les envían más décimos “accidentados”.

“Casi todos los que nos llegan se han quedado en la ropa olvidados y han pasado por la lavadora; a otros les ha caído colonia y se han emborronado incluso algunos han llegado carbonizados aunque quedaba la huella de los números”, relata esta técnico del laboratorio de la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.

Por sus expertas manos pasan cientos de décimos de lotería- alrededor de una treintena tras el 22 de diciembre- a veces tan destrozados que volver a recomponer “el puzzle” requiere de paciencia infinita, buen pulso y mejor ojo.

Llegaron varios décimos que habían pasado por la trituradora

“Nuestro caso más difícil fue cuando nos llegaron muchos décimos que habían pasado por una trituradora. Tardamos dos años, aunque no con dedicación exclusiva, pero conseguimos reconstruir unas 40 series”, explica a RTVE.es.

De esta forma, la técnico rememora otro trabajo especialmente enrevesado cómo cuando les llegaron varias cajas de décimos “quemados y enmohecidos” por un incendio en una administración de loterías, en el que la aseguradora requirió de sus servicios para la peritación. "Siempre hacemos fotos por temas judiciales del antes y el después", puntualiza.

Para realizar las reconstrucciones, los trabajadores del laboratorio comparan con originales o toman como referencia los textos del reverso de los boletos, entre otras técnicas.También deben comprobar que la lotería no ha sido falsificada aunque los casos no son muy habituales.

Imagen de la reconstrucción de un décimo de lotería fragmentado. Foto: A.B.G.

Para ello, someterán los décimos a la luz ultravioleta que revela las marcas de seguridad de tinta luminiscente que los protege de manipulaciones y dan fe de su autenticidad.

A veces las modificaciones se hacen sin intencionalidad, ya que los dueños de los boletos dañados “intentan pegarlos” para devolverlos a su estado original aunque de este modo acaban poniendo en aprietos a los especialistas.

Nunca hay que usar cinta adhesiva para recomponerlos

“Si el décimo está estropeado lo mejor es manipularlo lo menos posible y guardarlo en un sobre. Nunca hay que usar cinta adhesiva. Ha habido casos que nos dificultan el trabajo porque no pegan correctamente los fragmentos y no podemos levantarlos y cuando lo hacemos se llevan la impresión”, aconseja Pilar Fernández, que indica que hay que llevar el décimo accidentado a una administración de loterías para que lo remita a LAE (Loterías y Apuestas del Estado).

Los técnicos de la Casa de la Moneda emiten un informe de verificación de cada caso que luego pasarán a Loterías que en última instancia decidirá sobre los premios.

Los’ CSI de la lotería’ desconocen si la historia culmina con final feliz aunque a veces se “enteran por la prensa” de que un ganador ha podido cobrar el Gordo de un billete que “pasó por la lavadora y quedo ilegible”, detallan.

Tintas invisibles y códigos encriptados protegen los décimos

Los décimos de lotería se fabrican con exigentes medidas de seguridad, similares en algunos aspectos a las del papel moneda, para evitar falsificaciones o cualquier intento de manipulación de los números.

El color de los fondos de los boletos va cambiando según el sorteo y en el reverso cuentan con un código encriptado que solo puede descifrarse con una lente especial. También incluyen otros signos que no se aprecian a simple vista como diferentes marcas realizadas con tinta invisible que protegen los campos donde está localizada la numeración.

Ningún detalle se deja al azar ya que las tintas y el papel de doble capa utilizado también son de máxima seguridad. "Antes una falsificación corriente era intentar arrancar los números con un celo y reescribirlos pero esto ya es imposible", explican desde la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el lugar donde se crea toda la lotería nacional.

Desde el pasado mes de julio, 160 millones de décimos de la lotería de Navidad se han puesto en circulación y han arrancado de esta forma parte de su vida útil.

Su historia se inició un poco antes, en el mes de mayo, cuando comenzaron a fabricarse los primeros boletos cuya última remesa terminará de imprimirse unos quince días antes del sorteo del 22 de diciembre.

Primero se realizó el "esqueleto" de los documentos, es decir, la inclusión en ambas caras de los datos principales como la numeración, o los nombres de las administraciones de lotería donde viajarán (más de 4.000 en toda España), aunque mucha de esta lotería saldrá fuera de España.

Para completar la tarea se emplean cifras titánicas: "más de 1.240 kilos de tinta y dos millones de metros de papel" para la impresión de los "décimos de la suerte".

Para imprimir los décimos se emplean más de 2 millones de metros de papel
En el sorteo de Navidad se consumen 455 bobinas de papel para los décimos

RTVE

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