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Volkswagen: 11 millones de vehículos tienen el motor cuestionado por los controles de emisiones en EE.UU.

  • En ese motor se detecta desviación entre las emisiones medidas y las reales
  • El software que disimula las mediciones está también en otros motores diésel
  • El fabricante alemán provisiona 6.500 millones "para recuperar la confianza"
  • París quiere investigar en la UE las emisiones de los fabricantes europeos

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11 millones de vehículos Volkswagen tienen el motor cuestionado por los controles de emisiones en EE.UU.

Volkswagen ha confirmado este martes que 11 millones de sus vehículos de todo el mundo tienen instalado el motor diésel en el que se han observado divergencias en EE.UU. entre las emisiones en un test de medición y las provocadas por su uso en carretera. Según denuncian las autoridades estadounidenses, esas divergencias se habrían disimulado en las pruebas de medición a través de un programa informático para cumplir con los límites de contaminación exigidos en ese país. Sin embargo, el fabricante alemán ha precisado que ese software "está también en otros vehículos del grupo con motores diésel" y que, "para la mayor parte de estos motores, el software no tiene ningún efecto".

En un comunicado de este martes, el holding alemán, matriz de Volkswagen y de las marcas Audi, Skoda, Seat y Porsche explica que los motores cuestionados son los del tipo EA 189, donde se han observado "discrepancias".

"Sólo en este tipo de motor se ha detectado una desviación notable entre los resultados de las pruebas de medición y el uso en carretera. Volkswagen está trabajando intensamente para eliminar estas desviaciones a través de medidas técnicas", asegura el grupo, que se mantiene en contacto con las autoridades estadounidenses y la Autoridad Federal de Transportes de Motor de Alemania.

Provisiona 6.500 millones para haer frente al escándalo

Según insiste en su nota, "los nuevos vehículos del Grupo Volkswagen con motores diésel de la norma UE6 actualmente disponibles en la Unión Europea cumplen con las exigencias legales y las normas medioambientales" y que "el software en cuestión no afecta a la conducción, ni al consumo, ni a las emisiones. Esto da claridad a los clientes y concesionarios".

Además, el grupo automovilístico germano ha explicado que este trimestre destinará a provisiones 6.500 millones de euros y revisará en consecuencia el objetivo de beneficio para 2015. Volkswagen asegura que dedicará esa cantidad a atender las medidas de servicio necesarias (revisiones en taller, atención al cliente, etc.) y recuperar la confianza de sus clientes tras el escándalo producido por las denuncias de las autoridades estadounidenses.

Esas provisiones podrían ser ajustadas de nuevo "debido a las investigaciones en curso", según Volkswagen.

Volkswagen, que en 2014 tuvo un beneficio de 11.000 millones de euros. En las dos últimas sesiones la compañía ha perdido más de 22.000 millones de euros de valor por su hundimiento en el parqué de Fráncfort, donde se ha desplomado un 35% entre el lunes y el martes.

"Hemos metido la pata hasta el fondo"

Según Bloomberg, el responsable de Volkswagen en Estados Unidos, Michael Horn, reconoció el lunes por la noche en Nueva York, durante la presentación de un nuevo modelo del Passat, que la compañía "fue deshonesta con la Agencia de Protección del Medioambiente [de EE.UU.], con la Oficina Atmosférica de California y con todos ustedes".

"Como decimos en alemán: hemos metido la pata hasta el fondo. Debemos arreglar los coches para evitar que vuelva a ocurrir esto de nuevo y tenemos que hacerlo bien. Este tipo de comportamiento es totalmente inconsistente con nuestras calidades", se lamentó Horn.

Horas después, era el consejero delegado de la compañía, Martin Winterkorn, el que reconocía las irregularidades: aseguraba que "la manipulación no puede suceder de nuevo" y prometía una aclaración "rápida y exhaustiva".

Las autoridades estadounidenses revelaron el pasado fin de semana que 482.000 vehículos de la marca Volkswagen y su filial Audi -fabricados entre 2009 y 2015 y vendidos en ese país- están equipados con un programa informático capaz de detectar de forma automática las pruebas de medición de emisiones y falsear los resultados.

Posible multas multimillonarias

En el momento que se dejaban de hacer esos controles, los automóviles incumplían las normas medioambientales,

Según los medios de comunicación estadounidenses, el Departamento de Justicia del país ha comenzado una investigación penal sobre las denuncias de la Agencia de Protección del Medio Ambiente que cubre cinco modelos de Volkswagen y Audi, en concreto, el Jetta, el Beetle o Escarabajo, el Golf, el Passat y el Audi A3.

De confirmarse, el presunto fraude podría acarrear multas de hasta 18.000 millones de dólares al fabricante alemán. Además, las ventas de los modelos afectados se han suspendido tanto en EE.UU. como en Canadá.

En Alemania, la denuncia ha caído como una bomba, justo en la semana en que se celebra una de las ferias del automóvil más importantes de Europa, la Motor Show de Fráncfort, y el Gobierno alemán ya ha anunciado la apertura de una investigación independiente sobre las emisiones de todos los automóviles diésel fabricados en el país.

Las denuncias de EE.UU. sobre la presunta manipulación de los controles de emisiones de gases en varios modelos de Volkswagen y su filial Audi han golpeado a la sociedad alemana, y el Gobierno de ese país ha anunciado que realizará una investigación independiente de las emisiones de todos los vehículos diésel fabricados en Alemania.

En una rueda de prensa en Berlín, la canciller alemana, Angela Merkel, ha reclamado este martes "una transparencia total" a Volkswagen y le ha instado a dar explicaciones rápidas.

"Ahora se trata de demostrar una transparencia total, de explicar el conjunto del proceso", ha señalado la dirigente alemana antes de añadir que espera que "los hechos estarán sobre la mesa lo más rápido posible".

El Gobierno alemán ha anunciado la creación de una comisión en el Ministerio de Transportes para investigar el escándalo.

Francia pide una investigación en Europa de Volkswagen y otros fabricantes

Por su parte, el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, considera necesario realizar una investigación "a nivel europeo" después de que las autoridades estadounidenses hayan denunciado que el fabricante alemán Volkswagen falsificó intencionadamente a través de un programa informático los controles de emisiones de gases de sus vehículos en EE.UU.

Este martes, en una entrevista en la emisora francesa Europe 1, Sapin ha reiterado que deberían hacerse controles sobre otros fabricantes europeos para recuperar la confianza de los ciudadanos. Los fabricantes franceses han reaccionado de inmediato, apoyando la investigación propuesta por su Ejecutivo.

Mientras, París anunciaba su propia investigación sobre el asunto. La ministra de Ecología, Ségolène Royal, ha dicho en un comunicado que para llevar a cabo esa "investigación en profundidad" ha pedido a las autoridades competentes estadounidenses que le entregue "todos los elementos de información pertinentes que permitan apreciar la naturaleza del fraude y los medios para detectarla".

Por su parte, el Gobierno de Italia también ha mostrado su preocupación sobre las irregularidades detectadas en EE.UU. Ha pedido información a Volkswagen y ha anunciado que investigará en su país las emisiones de los vehículos de Volkswagen que hay en el país.

Por el momento, la Comisión Europea ha explicado que se encuentra en contacto con la dirección del grupo automovilístico germano y con las autoridades estadounidenses, aunque considera que es demasiado pronto para saber si también están afectados los vehículos de ese fabricante en Europa.

Seúl convoca a una reunión a Volkswagen

Este martes también se ha sabido que en otro de los centros más importantes del sector automovilístico, Corea del Sur -a donde se importaron cuatro de los cinco modelos afectados por la manipulación en EE.UU.-, el Gobierno ha convocado a los representantes y los ingenieros de Volkswagen a una reunión este miércoles.

Además, el Ejecutivo surcoreano ha anunciado que en octubre empezará a realizar controles sobre las emisiones reales de los vehículos cuyos resultados se publicarán a finales de noviembre.

Esas pruebas realizadas por Seúl afectarán, de momento, a entre 4.000 y 5.000 vehículos de los modelos Jetta, Golf y Audi A3 producidos en 2014 y 2015, según ha confirmado el subdirector del Ministerio de Medio Ambiente surcoreano.

"Si las autoridades surcoreanas encuentran problemas en los automóviles diésel de Volkswagen, la investigación podría ampliarse a todos los vehículos diésel alemanes", ha advertido ese mismo directivo.

En Corea del Sur, más del 28% de todos los vehículos extranjeros vendidos en los ocho primeros meses de este año eran Volkswagen o Audi, según la Asociación de Importadores y Distribuidores de Automóviles del país asiático.