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Catar aprueba reformar la 'kafala' que permitía retener el pasaporte de los trabajadores extranjeros

  • La ley regulará la entrada, salida y cambio de trabajo de los extranjeros
  • La norma que debe ratificar el emir lleva un retraso de un año

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Un grupo de trabajadores construyen una carretera en Doha
Un grupo de trabajadores construyen una carretera en Doha.

El Gobierno catarí ha aprobado la esperada reforma de la ley de patrocinio conocida como kafala, que ha sido muy criticada por imponer estrictas restricciones a los trabajadores extranjeros en el país.

El proyecto de ley incluye disposiciones relativas a la regulación de las condiciones de entrada, salida, residencia y contratación de extranjeros, así como el cambio de trabajo, según informa la agencia oficial catarí QNA.

El sistema de kafala actual permite a los empleadores confiscar los pasaportes de sus trabajadores, lo que impiden que los inmigrantes cambien de empleo o salgan del país sin su permiso.

No se han dado a conocer hasta el momento más detalles sobre los cambios que incorporará la reforma, que recibió anoche la luz verde del Consejo de Ministros y tiene que ser ratificada por el emir, Tamim bin Hamad al Zani.

Retraso de la ley

Las reformas anunciadas por el Gobierno catarí en noviembre de 2014 prometían la entrada en vigor de la nueva ley para finales de 2015, pero está previsto que se retrase al menos un año.

Numerosas organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, alertan desde hace tiempo del abuso al que son sometidos los trabajadores inmigrantes en Catar y piden la abolición de la kafala, que supone un régimen de semiesclavitud.

El foco de atención se ha centrado siempre en el sector de la construcción, donde las horas de trabajo son excesivas, las condiciones de vida precarias y los trabajadores sufren retención de sueldos.

La FIFA ha pedido también a Catar un cambio urgente en las condiciones de los trabajadores extranjeros desplazados para construir las instalaciones del Mundial 2022, después de que un informe denunciara la muerte de cientos de nepalíes en esas obras.