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Picasso y sus compañeras 3D

  • El MoMa dedica una retrospectiva a la escultura del artista malagueño
  • Se exhiben más de 140 esculturas que abarcan toda su carrera
  • Para el artista, sus esculturas eran como miembros de su familia

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El Museo de Arte Moderno de Nueva York expone la mayor retrospectiva de la obra escultórica de Picasso

Para Pablo Picasso (Málaga, 1881-1973 París) sus esculturas eran como miembros más de su familia, compañeras de las que le gustaba vivir rodeado y que poblaban sus espacios más personales en las distintas viviendas que habitó y con las que posaba en ocasiones para los fotógrafos. De hecho, conservó la mayoría de ellas a lo largo de su vida y, a su muerte, un gran porcentaje pasaron a la colección fundacional del Museo Picasso de París.

El genio malagueño, que no fue formado como escultor, mantenía un actitud hacia la escultura bastante más relajada que hacia la pintura. Pero eso no fue impedimento para que experimentase también con este disciplina hasta el punto de que su trabajo en tres dimensiones ha influido poderosamente a lo largo de los siglos XX y XXI, pese a que no sea su faceta más conocida eclipsada por sus lienzos.

Ahora, el MoMA de Nueva York vuelve a poner en valor esta faceta artística del artista con la exposición Picasso Sculpture, la mayor retrospectiva celebrada en Estados Unidos en medio siglo -la anterior fue en 1967 en el mismo museo- sobre el trabajo escultórico que desarrolló el andaluz entre los años 1920 y 1964.

En total son 140 esculturas que abarcan toda su carrera, 50 de ellas procedentes del Museo Picasso de París y con préstamos también del Museo Picasso de Barcelona y de su ciudad natal, del Museo Picasso Málaga, que podrán contemplarse en toda la cuarta planta del templo neoyorquino del arte moderno.

El placer de la experimentación

Su escultura se caracteriza "por el puro placer de la invención y la experimentación", señala el MoMA, que añade que, a lo largo de seis décadas, Picasso "redifinió los términos de la escultura una y otra vez", manteniéndose aparte de lo que hacían sus colegas e incluso de lo que previamente había hecho él mismo.

Escultura de Picasso está organizada cronológicamente, de forma que la primera sala se dedica a los primeros trabajos del malagueño en tres dimensiones. En esta sección puede verse Mujer sentada (1902), la primera figura que esculpió en arcilla con 20 años en Barcelona. Tras mudarse a París y en paralelo a sus pinturas, empezaría a experimentar con distintos materiales, como la madera influenciado por su descubrimiento de la escultura africana en el Museo de Etnografía del Trocadero de París. En esta primera sala también puede contemplarse una de sus obras esculpidas más conocidas, su cubista Cabeza de mujer (1909), que marcaría la escultura del siglo XX.

Igual de influyente fue la maqueta realizada en cartón Guitarra (1912), que se exhibe en la siguiente sala y que supuso la innovadora introducción de espacios abiertos dentro de las tradicionales formas sólidas de la escultura, a la par del empleo de procesos artesanales como el cortar, plegar o enhebrar hilos. Junto a ella se podrán contemplar por primera vez juntas desde que dejaron el estudio del artista la serie de seis piezas Vaso de absenta, creada en 1914.

En la década de los años 20, Picasso, que vivió a lo largo de su carrera varios periodos de tiempo alejado de la escultura, volvió a ella tras haberle sido encargada la creación de un monumento para la tumba de su amigo el poeta Guillaume Apollinaire, fallecido en 1918. Esta sección recoge los distintos proyectos del artista español, cuyas ideas fueron rechazadas una y otra vez por el comité designado. La monumental escultura Mujer en el jardín (1929-30), de elementos metálicos soldados entre sí, fue su esfuerzo final y más ambicioso en este sentido.

Esculturas monumentales

La siguente sala se dedica a sus trabajos durante el principio de la década de los 30, cuando Picasso se instaló en el Castillo de Boisgeloup y tuvo el suficiente espacio para dedicar un estudio exclusivamente a la escultura. Allí pudo realizar sus primeras esculturas realmente monumentales, incluidas series de cabezas de mujeres y fálicas, además de extrañas criaturas y animales. También allí empezó a experimentar con el proceso de imprimir el yeso con materiales y objetos cotidianos, o la técnica del bricolage. El orador (1933-34) y Cabeza de guerrero (1933) son algunos ejemplos de estas esculturas realizadas en Boisgeloup, que además permanecieron alejadas de los ojos del público durante años, aunque cinco de ellas pudieron verse acompañando al Guernica en el Pabellón de España de la Exposición Universal de París de 1937.

Durante el periodo de la ocupación nazi de París, durante el cual a Picasso se le prohibió exhibir su trabajo por ser catalogado como uno de los artistas "degenerados", el artista realizó obras de gran solemnidad, como la sobrecogedora calavera Cabeza de muerte (1941). Además, el artista se las ingenió para poder seguir realizando escultras en bronce, un material que fue prohibido porque era un metal precioso reservado a propósitos armamentísticos, enviándolas secretamente a la fundición de noche. De este periodo, al que está dedicado otra sala, es Hombre con cordero (1943).

El MoMA también dedica otra sala exclusivamente a las fotografías que Brassaï realizó en el estudio de Picasso en el Castillo de Boisgeloup. "He comprendido cuál era mi misión aquí; fotografiar las esculturas desconocidas de Picasso", escribió años más tarde el fotógrafo.

Última etapa

Las últimas salas se dedican a su trabajo desde finales de la década de los 40 hasta la de los 60. Su vuelta al Mediterráneo al instalarse en Vallauris, en la Costa Azul, le hizo revisar la cultura griega y romana a través de la experimentación con las vasijas de cerámica, como en la pieza Insecto (1951), cedida por el Museo Picasso Málaga. Y en la década de los 50 intensificó su trabajo en la escultura ensamblada con objetos cotidianos, como con Mandril y joven (1951), que incluía en la cabeza uno de los coches de juguete de su hijo, aunque el naturalismo siempre era su meta final, como con Cabra (1950), de la que él mismo dijo que "parece más real que una cabra real".

En 1955 se trasladó a Cannes junto a Jacqueline Roque, donde esculpiría la única pieza con varias figuras de toda su carrera, Bañistas (1956). En ese mismo periodo se dedicó a trabajar intensamente con chapas de metal hasta el punto de que realizó 120 esculturas en año y medio.

Finalmente, Picasso pudo cumplir con su sueño de realizar esculturas monumentales a finales de los años 60, con Sylvette, de seis metros de altura e instalada en 1968 en exterior de la Universidad de Nueva York y el Monumento del Centro Richard J. Daley, su última escultura instalda en la plaza del Chicago Civic Center en 1967, del que la que el MoMA expone una maqueta.

La escultura de Picasso en el MoMA de Nueva York

Exposición retrospectiva sobre la escultura del artista malagueño.

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  • Picasso en el MoMA

    Pablo Picasso. 'Mandril y joven' (1951). The Museum of Modern Art, New York. Mrs. Simon Guggenheim Fund.

  • Picasso en el MoMA

    Pablo Picasso. 'Cabra' (1950). The Museum of Modern Art, New York. Mrs. Simon Guggenheim Fund.