Enlaces accesibilidad

Isabel II se convierte en la soberana británica que más tiempo ha estado en el trono: 63 años y 216 días

  • Tenía 25 años cuando sucedió a su padre el rey Jorge VI
  • Lleva 63 años y 216 días de reinado
  • Ha mantenido una actitud estoica ante los momentos más difíciles
  • Cameron: "Es una roca de estabilidad en un mundo de cambios"

Por
Isabel II se convierte en la monarca más longeva de la historia del Reino Unido

La reina Isabel II se ha convertido este miércoles en la soberana británica que más tiempo ha estado en el trono, superando el récord de su tatarabuela la reina Victoria. De acuerdo con los cálculos del palacio, Isabel II, de 89 años, ha superado a la reina Victoria con más años en el trono sobre las 17.30 hora local (18.30 hora peninsular española), cuando ha reinado 23.226 días, 16 horas y aproximadamente 30 minutos.

El palacio de Buckingham ha querido conmemorar el reinado con una fotografía tomada por Mary McCartney, hija del exBeatle Paul McCartney. En la instantánea se ve a la reina sonriente, con un documento en la mano y sobre su mesa el maletín rojo en el que guarda los papeles oficiales.

"Habiendo crecido durante el reinado de Isabel II, fue una emoción conocerla y un gran privilegio haber tomado la foto en esta ocasión histórica. Ella es una persona que realmente inspira", ha escrito la conocida fotógrafa en su cuenta de Twitter.

El primer ministro británico, David Cameron, ha presidido en la Cámara de los Comunes del Parlamento una sesión especial dedicada a la jefa de Estado y la ha calificado como la "roca de la estabilidad" del Reino Unido en un mundo de "cambios".

El jefe de Gobierno ha resaltado el "alcance del servicio" prestado por Isabel II en los últimos 63 años, en los que despachó con 12 primeros ministros -desde Winston Churchill hasta David Cameron-, seis arzobispos de Canterbury y visitó 116 países. Cameron ha señalado que la reina contestó 3,5 millones de piezas de correspondencia y envió más de 10.000 telegramas de felicitación a los ciudadanos de los países de la Commonwealth (Mancomunidad Británica de Naciones) que cumplieron 100 años.

"Con su desinteresado sentido del servicio y el deber se ha ganado un respeto incomparable y admiración, no sólo en el Reino Unido, sino en todo el mundo", ha agregado. "La reina es nuestra reina y no podríamos estar más orgullosos de ella", ha subrayado el primer ministro.

Una flotilla de barcos navega este miércoles en procesión en el Támesis, mientras que el Puente de la Torre se eleva a su paso como señal de respeto a Isabel II, que no ha querido celebraciones especiales. De hecho, ha continuado con su agenda y ha inaugurado cerca de Edimburgo una nueva ruta ferroviaria en compañía de la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon.

Rodeada de escolares que portaban la bandera británica y al grito de "viva", "viva" , Isabel II ha aprovechado la ocasión para expresar su agradecimiento a todas las personas que le enviaron "mensajes conmovedores de gran amabilidad" en estas fechas.

Isabel II supera la duración del reinado de la reina Victoria.

La reina impasible

Nacida el 21 de abril de 1926, Isabel Alejandra María, soberana del Reino Unido y de varios países de la Commonwealth (Mancomunidad Británica de Naciones), fue la hija mayor del rey Jorge VI y la reina Isabel, educada por tutores y sin que su llegada al mundo estuviera marcada para regir los destinos del Reino Unido.

Por entonces, Isabel era tercera en la línea de sucesión al trono, después de su tío Eduardo y su padre, pero su futuro dio un giro cuando tenía 10 años, después de que Eduardo VIII abdicase para casarse con la divorciada estadounidense Wallis Simpson. En diciembre de 1936, Isabel se convertía en heredera al trono al asumir su padre, el príncipe Alberto, el reinado como Jorge VI.

Tras convertirse en princesa heredera, Isabel recibió una educación más especializada, con especial énfasis en historia y mientras su país entraba en la II Guerra Mundial. Ya por entonces intercambiaba correspondencia con el apuesto príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, con el que se casaría dos años después de la guerra, el 20 de noviembre de 1947, cuando el rey Jorge VI le concedía a Felipe el título de duque de Edimburgo.

Isabel conoció a Felipe en 1939 durante la boda de su prima Marina de Grecia, pero no fue hasta 1947 cuando anunciaron su compromiso matrimoniall. El 20 de noviembre de ese año se casaron en la abadía de Westminster ante más de 2.000 invitados. El primer ministro Winston Churchill definió el festejo como "un toque de color en el duro camino que debemos recorrer", en referencia a la posguerra mundial. Cerca de 200 millones de personas escucharon en directo por la radio la retransmisión de la BBC.

Siendo aún princesa heredera, Isabel tuvo al príncipe Carlos y a la princesa Ana, antes de que su padre falleciera el 6 de febrero de 1952 y ella pasara a convertirse en la reina Isabel II.

Fue durante una visita oficial a Kenia donde Isabel recibió la noticia y regresó inmediatamente a Londres, donde le esperaba el entonces primer ministro, Winston Churchill, para comenzar uno de los reinados más importantes y exitosos de la historia.

Unos años más tarde nacerían dos hijos más, los príncipes Andrés y Eduardo, mientras Isabel II y el duque de Edimburgo mantenían una apretada agenda de trabajo y disfrutaban de gran popularidad.

Testigo de guerras, crisis económicas y tragedias familiares

Con una actitud estoica ante los momentos más difíciles, Isabel II fue testigo de crisis económicas, cambios demográficos, pérdida de colonias, guerras, el terrorismo del Ejército Republicano Irlandés (IRA), el florecimiento de las letras y las artes y, también, de tragedias familiares, como la muerte de Diana de Gales.

Toda mi vida, sea larga o corta, estará dedicada a vuestro servicio

Isabel II tuvo que lidiar con el divorcio de tres de sus cuatro hijos -Carlos, Ana y Andrés-, aunque fue la separación en 1992 de los príncipes de Gales, Carlos y Diana, uno de los momentos más difíciles de su reinado, simbolizado con su famosa frase "annus horribilis", pronunciada a finales de ese año. Fue también la muerte en un accidente de tráfico en 1997 de la princesa Diana la que puso a prueba su reinado, visto como frío e indiferente al quedarse la familia real en Escocia mientras la gente lloraba y colocaba flores en el palacio de Buckingham.

Pero Isabel II demostró estar a la altura de los acontecimientos al escuchar los consejos del entonces primer ministro Tony Blair y regresar al palacio de Buckingham, de donde salió para hablar con la gente y leer los mensajes dejados por los británicos.

Sus últimos años fueron exitosos gracias a la boda del príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles, y la de los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina.

Isabel II mantiene la promesa que hizo en un mensaje por radio cuando tenía 21 años: "Toda mi vida, sea larga o corta, estará dedicada a vuestro servicio".