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El FMI destaca que, sin reformas adicionales, España crecerá menos del 1,5% entre 2015 y 2020

  • Los principales riesgos, el freno a la inversión y el "persistente" paro elevado
  • También son un lastre la deuda pública y privada, y la débil productividad
  • Propone un contrato único en sectores no estacionales
  • Aboga por permitir el copago en sanidad y educación
  • Insta a reducir los IVA reducidos y aumentar los impuestos medioambientales

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Fachada de la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.
Fachada de la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reconocido en su último informe anual sobre España los progresos realizados por el país y los resultados de los esfuerzos realizados hasta la fecha, que sitúan a la economía española a la cabeza del crecimiento de la zona euro este año, aunque advierte de que sin reformas adicionales no se aprovechará el potencial de crecimiento de España y el avance será inferior a lo deseable, situándose "muy por debajo del 1,5% entre 2015 y 2020".

En el informe sobre la economía española que se realiza anualmente a cada uno de sus miembros, el FMI destaca la "sólida recuperación" y el "notable repunte" de la actividad económica en España, pero reclama al Gobierno "esfuerzos adicionales" para afianzar el crecimiento, que incluyan continuar con las reformas en el mercado laboral y con la consolidación fiscal.

Posible freno de la inversión y "persistente desempleo estructural"

De este modo, en el diagnóstico de los técnicos del FMI que visitaron España para reunirse con representantes del Gobierno, partidos políticos y empresarios, pesan las expectativas de que continúe una débil acumulación de capital como consecuencia de las dificultades de las empresas, que podrían reprimir sus inversiones, así como unas adversas dinámicas de población y un "persistente desempleo estructural" que se estanque "en torno al 16%".

Asimismo, los expertos del FMI advierten del impacto sobre el potencial de crecimiento de la economía española relacionado con el protagonismo de las pequeñas empresas y la dualidad del mercado laboral, lo que reduce los incentivos para invertir en formación de los trabajadores.

Helge Berger, el jefe de la misión del FMI para España, considera probable que el crecimiento de España se desacelere en los próximos años, puesto que "el potencial de crecimiento de España a más largo plazo no es tan elevado como cabría desear".

Dualidad laboral, elevada deuda y débil crecimiento de la productividad

A este respecto, el representante del FMI considera que "los problemas subyacentes son bien conocidos".

Por un lado, apunta a las grandes diferencias en el nivel de protección laboral de los contratos temporales e indefinidos. Berger destaca también que España registra un débil crecimiento de la productividad, que en parte refleja que las empresas españolas "tienden a ser más pequeñas, menos productivas y menos orientadas a la exportación que las de sus pares europeos".

Asimismo, señala que los niveles de deuda pública y privada siguen siendo muy elevados, de manera que el desapalancamiento probablemente continuará afectando negativamente al crecimiento.

No obstante, el jefe de la misión del FMI para España no duda en señalar que el país cuenta con un "enorme" potencial de crecimiento si se resuelven estos problemas de carácter estructural.

"El lado positivo es que el potencial de crecimiento de España es enorme si se abordan estos problemas estructurales", afirma Berger, quien considera que con reformas adecuadas, reduciendo el desempleo estructural y permitiendo que las empresas crezcan y sean más productivas -con el objetivo de generar empleo y promover un crecimiento "más elevado e inclusivo"- "podrían duplicarse las perspectivas de crecimiento potencial".

En este sentido, las estimaciones del FMI sugieren que si se hace frente a la dualidad del mercado laboral y las deficiencias en formación de los trabajadores, así como otras reformas, el desempleo estructural podría reducirse al entorno del 10%, lo que elevaría el potencial de crecimiento en un 4% adicional.

"La aplicación conjunta [de esas medidas] en un plazo 10 años daría lugar a un potencial de crecimiento anual de alrededor de 2,5%, casi el doble de la tasa esperada actualmente bajo la línea de base", apunta la institución.

Mantiene previsiones para este año y el próximo

En su informe anual, el FMI también valora lo logrado hasta el momento, con la aplicación de "políticas sólidas" y reformas, en particular, las del sistema financiero, el mercado laboral y la moderación salarial, que -a su juicio- han impulsado la creación de empleo y la competitividad, y han mejorado "la confianza y respaldado el notable repunte registrado en España desde la crisis".

Así, el Fondo mantiene que el Producto Interior Bruto (PIB) de España aumentará un 3,1% en 2015 y un 2,5% en 2016, cifras que se sitúan "significativamente por encima del promedio de la zona euro".

Sin embargo, advierte de que esa mejora se podría truncar si no se afrontan los problemas estructurales ya mencionados o si "se revierten las reformas ya implementadas", lo que generaría incertidumbre y podría frenar la recuperación, "sobre todo si el entorno exterior se deteriora drásticamente".

En este sentido, el FMI avisa de que la volatilidad financiera y la incertidumbre en la zona euro justifican mantener la vigilancia, aunque admiten que la mayor capacidad de resistencia de España, junto con las medidas adoptadas a nivel europeo, han reducido los riesgos de contagio.

Salarios alineados con productividad y contrato único en sectores no estacionales

En el caso del mercado laboral, recomienda alinear los salarios con la productividad, la competitividad externa y las condiciones económicas a nivel de las empresas; reducir la dualidad entre contratos fijos y temporales, y mejorar la formación de los parados de larga duración.

El Fondo sugiere varias medidas, como la creación de un contrato único con costes de despido basado en la antigüedad en sectores sin alta rotación estacional, para intentar reducir la brecha entre las indemnizaciones por despedido que existe entre trabajadores permanentes y temporales, que es aún "muy grande".

Asimismo, cree que podría estudiarse financiar los costes de despidos con la creación de un fondo en el que la empresa podría hacer aportaciones regulares y aboga por eliminar las incertidumbres legales y administrativas que existen en torno al despedido colectivo.

Los directores ejecutivos creen que las reformas laborales llevadas a cabo hasta ahora no han dado los frutos deseados y ven necesarias mejoras, aunque agregan que dado su "significativo alcance", es necesario dar más tiempo a los agentes sociales para que se adapten.

Respecto a las pymes, ve necesario reducir los obstáculos para que puedan desbloquear su productividad, lo que pasa por implementar la Ley de Mercado Único y una mayor apertura de los servicios profesionales.

Además, también sería positivo una revisión de la regulación relacionada con el tamaño de las empresas para fomentar su internacionalización y desarrollar su acceso a financiación.

Copago en sanidad y educación, y menos IVA reducido

Por otro lado, el informe insiste en la necesidad de seguir con una consolidación fiscal "creíble, coordinada y favorable al crecimiento", y hace hincapié en la importancia de encauzar "firmemente" el coeficiente de deuda pública respecto al PIB hacia una trayectoria descendente.

En este sentido, apunta que los esfuerzos de consolidación se han reducido y ve necesario un ajuste estructural de alrededor de medio punto porcentual del PIB al año para garantizar el descenso de la deuda. Por ello, insta al Gobierno a aprovechar para reducir esa deuda cualquier beneficio extraordinario que surja de un aumento del crecimiento o de una reducción de los costes del endeudamiento.

Además, considera que, pese a que la recuperación ayudará a alcanzar los objetivos de déficit, las metas marcadas siguen siendo "complicadas".

El Fondo reclama a España medidas presupuestarias "ambiciosas y bien especificadas". En esta línea, aboga por permitir el copago sanitario en sanidad y educación, salvo para los grupos más vulnerables de la sociedad, así como por reducir los tipos de IVA reducidos.

Además, asegura que existe margen a nivel regional para ahorros fiscales y eficiencias adicionales, como por ejemplo reduciendo los costes de prestar los servicios públicos de educación y sanidad.

En concreto, propone incrementar los poderes regulatorios de las comunidades autónomas para establecer copagos en estos servicios, aunque incide en que para mantener el acceso a ellos de forma asequible, deben "reducirse o eliminarse" para los grupos más vulnerables o para servicios sanitarios específicos, como prevención, enfermedades crónicas o inmunización.

Asimismo, el Fondo aboga por elevar los impuestos especiales y medioambientales y eliminar de forma gradual el trato preferencial en el IVA, con el objetivo de situar los esfuerzos recaudatorios de España en línea con los del resto de países europeos.

Sin embargo, el informe elaborado por el Fondo reitera que sigue siendo importante que se protejan los grupos más vulnerables de la población, fortaleciendo el apoyo prestado a través de los sistemas fiscales y de transferencias.

Partidario de déficits asimétricos para las comunidades autónomas

También dedica un capítulo a las financiación autonómica, donde considera necesaria una reforma del marco fiscal para las comunidades y se muestra partidario de permitir déficits asimétricos entre las distintas autonomías.

El FMI destaca que, aunque las reformas realizadas tras la crisis han fortalecido la gobernanza y la autonomía fiscal de las comunidades, sigue habiendo espacio para nuevas mejoras. "Podría considerarse permitir que los objetivos fiscales de las regiones difieran teniendo en cuenta las diferencias estructurales en sus capacidades y sus necesidades de ajuste, aunque de forma transparente y basada en reglas", indica.

La institución dirigida por Christine Lagarde remarca que los esfuerzos fiscales de las comunidades en los últimos años han sido "desiguales" y los objetivos de déficit marcados se han incumplido "de forma sistemática".

En este contexto, cree que la vigilancia y el cumplimiento de los objetivos fiscales, la normativa y el acceso a los mecanismos de liquidez pueden mejorarse, por ejemplo, incluyendo objetivos intra-anuales preacordados y medidas correctivas, mejorando las respuestas a las recomendaciones del consejo fiscal independiente y haciendo hincapié en unas mejores prácticas presupuestarias.

Asimismo, cree que podría reequilibrarse la disciplina y la adopción de riesgos, para lo que aboga por aumentar la condicionalidad de los mecanismos de liquidez (por ejemplo, exigiendo un plan de ajuste y condicionando los desembolsos a objetivos concretos) o crear nuevas herramientas que concedan créditos condicionados en períodos complicados.

Por otro lado, sugiere que una forma más eficaz para igualar los recursos de las autonomías -permitiéndoles hacer frente a sus necesidades de gasto- aumentaría su capacidad para alcanzar sus objetivos fiscales. Además, incide en que una revisión de las normas que determinan cómo se establecen y adelantan las transferencias gubernamentales reforzaría sus incentivos para seguir adelante con el ajuste fiscal.

Si se cambian los créditos fiscales, algunos bancos necesitarán capital

En cuanto al sistema financiero, el FMI alerta de que un cambio en el tratamiento de los activos fiscales diferidos (DTAs, por sus siglas en inglés) -investigados en la actualidad por la Comisión Europea para dilucidar si suponen ayudas públicas ilegales- podría causar necesidades adicionales de capital para "algunos bancos", aunque no cita a ninguno de estos.

Ante el embate de un entorno de bajos tipos de interés prolongado, el organismo considera que la banca española deberá seguir reduciendo los costes operativos para ganar en rentabilidad.

Además, certifica que el crédito volverá a crecer a finales de este año y que el sector financiero español sigue fortaleciéndose, gracias a las mejoras en liquidez, eficiencia y rentabilidad.

En cuanto a la Ley de Segunda Oportunidad, el FMI asegura que, si se aplica de forma efectiva y se aclaran "algunos elementos clave", puede facilitar el desapalancamiento del sector privado, a la vez que se preserva la "sólida" cultura de pagos de España.

En este sentido, insta a lograr "la mayor claridad posible" en relación con el plan de pagos tras la liquidación y las condiciones en la nueva oportunidad, con el fin de reducir la incertidumbre para los deudores y limitar eventuales abusos.

El FMI también aconseja incluir a los acreedores públicos en los procesos de reestructuración de deuda para dotar de mayor eficacia a la norma.