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La justicia británica desestima la extradición del general ruandés Karenzi Karake a España

  • Está reclamado en España por terrorismo y crímenes contra la humanidad
  • Se le acusa del asesinato de nueve españoles y el genocidio de 4 millones de ruandeses
  • La ley de extradición británica no contempla los delitos imputados por España

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Memorial de las víctimas del genocidio en Ruanda en una iglesia cerca de Kigali.
Memorial de las víctimas del genocidio en Ruanda en una iglesia cerca de Kigali.

La justicia británica has desestimado este lunes la petición de extradición de España del jefe de los servicios de inteligencia de Ruanda, Karenzi Karake, reclamado por terrorismo y crímenes contra la humanidad.

El general ruandés está acusado del asesinato de nueve españoles -seis religiosos y tres cooperantes de Médicos del Mundo- entre 1994 y el año 2000 y de participar en el genocidio de más de cuatro millones de personas durante la guerra entre los hutus y tutsis.

Karake había sido detenido el 20 de junio en el aeropuerto londinense de Heathrow, tras la orden cursada por España. El general fue liberado bajo fianza días más tarde a la espera de una sentencia.

Sin embargo, este lunes un portavoz de la magistratura de Westminster ha anunciado este lunes que: "El proceso se ha desestimado". Ha añadido que "las acusaciones mencionadas en la orden de arresto" no están incluidas entre las infracciones contempladas por la ley de extradición británica.

Fotografías de víctimas del genocidio de Ruanda, en el monumento conmemorativo en Kigali (6 de febrero de 2008)

Fotografías de víctimas del genocidio de Ruanda, en el monumento conmemorativo en Kigali (6 de febrero de 2008). EFE/Wolfgang Kumm EFE/Wolfgang Kumm

Genocidio y crímenes de lesa humanidad

En 2008, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu acusó a Karake y a otros 40 altos y ex altos cargos militares de Ruanda por delitos de genocidio, crímenes de lesa humanidad y terrorismo. En su auto de procesamiento, el juez Andreu indicó que en la década de los noventa más de cuatro millones de ruandeses fueron asesinados o desaparecieron "en el marco de un plan de exterminio por razones étnicas y políticas".

Esta estrategia culminó con la invasión y conquista de la República Democrática del Congo. Las víctimas, según el magistrado, eran su mayoría refugiados hutus ruandeses y población civil congoleña, también de la misma etnia.

Entre las víctimas del genocidio se encuentran nueve españoles, víctimas de las matanzas que se prolongaron desde 1994 hasta el año 2000. Sus muertes se produjeron en campos de refugiados, donde trabajaban y "denunciaban los abusos sufrían los desplazados de guerra", especificó el auto.

Seis de las víctimas eran religiosos y otros tres trabajaban para la ONG Médicos del Mundo. Todos ellos murieron a manos de miembros de la organización político-militar Ejército Patriótico Ruandés/Frente Patriótico Ruandés.