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Un sello del Papa Alejandro III y una iglesia medieval, descubrimientos del CSIC en Italia

  • Las excavaciones han tenido lugar en el yacimiento de Tusculum de la región italiana de Lacio
  • Diversos objetos de la Edad de Hierro, entre el resto de descubrimientos
  • Bajo la iglesia se ha descubierto la existencia de un gran edificio público romano

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Imagen del sello papal y excavaciones del CSIC en Tusculum (Italia)
Imagen del sello papal y excavaciones del CSIC en Tusculum (Italia)

Los investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han hallado un sello del Papa Alejandro III, en excelente estado de conservación, y una iglesia medieval en el yacimiento arqueológico de Tusculum en la región de Lacio (Italia), según ha informado este jueves la propia institución. Los trabajos de excavación, correspondientes a la décimo octava campaña realizada en la zona, finalizaron el pasado 17 de julio.

Las excavaciones se han realizado en dos fases, concentradas en la parte superior e inferior de la ciudad italiana. Los trabajos en la zona alta de la ciudad (la antigua acrópolis) fueron iniciados en el año 2012, y han tenido lugar durante el mes de mayo.

Según ha explicado la directora del denominado Proyecto Tusculum, Leonor Peña, "los resultados obtenidos permiten afirmar que el primer circuito de murallas es de época republicana y que, en los siglos centrales de la Edad Media, se recuperó el trazado y parte de los materiales constructivos para levantar un nuevo lienzo dotado de torreones defensivos".

Durante su excavación se ha encontrado un sello de plomo del Papa Alejandro III (1159-1181) perfectamente conservado, en el que se distinguen los rostros de San Pablo y San Pedro en una de las caras, y el nombre del Papa en la otra.

Valeria Beolchini, investigadora de la Escuela Española de Historia y Arqueología del CSIC en Roma, ha señalado que "se trata de un elemento excepcional, de gran importancia histórica, que confirma la presencia del Papa con su curia en el palacio de los condes de Tusculum, situado en la Rocca, durante largos periodos de tiempo".

"De hecho, encaja perfectamente con el cuadro histórico que hemos podido reconstruir gracias a las fuentes del periodo", ha explicado la científica.

Objetos de cerámica de la Edad del Hierro

En el mismo estrato se ha documentado una olla de cocina completa con restos de alimentos (huesos), actualmente en estudio en el laboratorio de Arqueobiología del Instituto de Historia del CSIC en Madrid.

La excavación ha puesto también de manifiesto la presencia de materiales cerámicos del siglo X a.C. que atestiguan el paso de comunidades humanas en el territorio de la acrópolis ya en la Edad del Hierro lo que nos permite, por primera vez, explorar la existencia de un posible poblamiento de la zona durante el primer milenio de antes de Cristo.

Por otro lado, el análisis de las imágenes aéreas realizadas con drones durante las campañas de años anteriores ha permitido identificar parte del tejido urbano del núcleo central de la Rocca y seleccionar para su excavación una de las viviendas (domus) datada entre los siglos XI-XII, de la cual se ha podido recuperar una llave en excelente estado de conservación, entre otros objetos.

Imagen de uno de los hallazgos del CSIC en Tusculum (Italia)

Imagen de uno de los hallazgos del CSIC en Tusculum (Italia) CSIC

Una iglesia medieval desconocida hasta ahora

La segunda fase de excavación, llevada a cabo a lo largo del mes de julio, se ha concentrado en la parte baja de la ciudad, en el área colindante al centro monumental (foro-teatro) de la ciudad. Pilar Diarte Blasco, investigadora de la Escuela Española de Historia y Arqueología, que ha dirigido los trabajos arqueológicos, ha subrayado que se trata de unos hallazgos "espectaculares".

"La campaña de este año nos permite seguir la evolución de las construcciones monumentales de Tusculum. Las estructuras descubiertas corresponden a una iglesia medieval de grandes dimensiones (con una planta de 29 por 20 metros) de la que no contábamos con ninguna noticia, que además reaprovecha materiales constructivos y parte del perímetro de un edificio romano de carácter público, de gran riqueza decorativa", ha declarado la investigadora.

Este estudio se ha concretado tras analizar los datos proporcionados por las prospecciones geofísicas y las imágenes térmicas, híper y multiespectrales obtenidas gracias a los vuelos llevados a cabo en colaboración con Pablo Zarco, director del Instituto de Agricultura Sostenible del CSIC.

Posible existencia de un templo romano

La información obtenida señalaba la existencia de una gran estructura de 29 metros de lado, cuyas medidas hicieron plantear la hipótesis de haber localizado el podio de un templo romano. Algo que podrá ser verificado con la continuación de las excavaciones el próximo año.

En el sondeo de la esquina suroeste del edificio se ha podido documentar un espacio dedicado a la cripta, utilizada como osario donde se han hallado numerosos cráneos, fémures y tibias.

En el segundo sondeo, en la esquina noroeste, la situación es distinta: se ha documentado el muro medieval que cerraba la iglesia por el norte cortando dos fases más antiguas de época romana. En esta zona destaca un espectacular pavimento en opus sectile de mármol blanco, del que se conservan gran cantidad de lastras in situ y el negativo de las que faltan.

La tipología de la estructura y el aparato decorativo remiten a un gran edificio público romano, al que pertenecerían las columnas documentadas en el sondeo de la esquina suroeste. "La importancia del gran edificio romano y de parte de su reaprovechamiento como iglesia en época medieval obliga a concentrar nuestros esfuerzos en la zona en los próximos años", ha señalado Peña.

"Solo las futuras excavaciones permitirán establecer la función del gran edificio público romano que se encuentra bajo los cimientos de la iglesia medieval y confirmar su carácter sagrado", ha concluido la directora encargada del proyecto.