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'Cómo caer mal a un artesano', vuelve el Mauro Entrialgo más salvaje

  • El dibujante recoge una selección de chistes en un pequeño librito
  • Humor provocador concentrado en pequeñas píldoras

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Fragmento de la portada de 'Cómo caer mal a un artesano'
Fragmento de la portada de 'Cómo caer mal a un artesano'

Con 50 años recién cumplidos, Mauro Entrialgo sigue siendo uno de los humoristas gráficos más certeros y provocadores; y es capaz de conectar con todo tipo de públicos gracias a su aguda capacidad para reflejar la estupidez del ser humano. Últimamente parecía un poco más comedido pero en su último trabajo, Cómo caer mal a un artesano (Diábolo) recupera el humor más salvaje, el que le ha valido miles de fieles seguidores.

Un pequeño tesoro del humor que Mauro define así: “Es un librito de humor gráfico tirando a salvaje, en ocasiones un poco retorcido, siempre contemporáneo. Contiene exactamente 76 chistes en bitono rojo y mucho cariño con el que hemos diseñado un objetito sencillo pero cuidado hasta su último detalle”.

Y no es que Mauro tenga nada contra los artesanos, porque el título se decidió por votación popular en Internet. “Si –nos comenta-, en un formulario online que enlacé desde mis redes sociales yo propuse varias posibilidades, casi todas ellas basadas en un chiste concreto del interior del libro, y los participantes debían elegir una. Prometí que si votaban más de 100 personas el resultado sería vinculante. Votaron 293. Con lo que tuve que aceptar el resultado, incluso en contra de la opinión del editor, que prefería otra de las opciones. Los resultados concretos de la consulta se recogen en la última página del libro”.

Eso sí, el dibujante deja claro que “No tengo nada contra los artesanos, pero sí me hace cierta gracia cuando la fascinación contemporánea por las tecnologías obsoletas llega a extremos ridículos. Es decir, me parece bien que hacer punto guste, pero me parece muy chistoso escribir hoy en día a máquina en una terraza de un bar”.

Página de 'Cómo caer mal a un artesano'
Página de 'Cómo caer mal a un artesano'

Página de 'Cómo caer mal a un artesano' Diábolo

Humor en pequeñas dosis

De lo que no cabe duda es que Mauro ha conseguido depurar el humor hasta convertirlo en pequeñas píldoras a las que es muy difícil resistirse.

“He elegido este formato tan pequeño para el libro –nos comenta- Porque creo que cada uno de los chistes funciona mejor en una página para cada uno, aislados por completo de otra información colindante. Por eso calculamos el tamaño ideal de publicación del chiste, añadimos los márgenes adecuados y nos quedó ese tamaño de página. De esta forma, se crea un ritmo de lectura que obliga a introducir una pequeña pausa tras cada gag. Por supuesto, para poder hacer algo así uno tiene que contar con la manga ancha de su editor, o sea de Lorenzo (Diábolo), que me suele dejar decidir estos asuntos con gran libertad”.

Una pequeña joya que nos devuelve al Mauro más provocador: “Los aficionados que conocen mi trabajo por mis libros pueden deducir que realizo páginas por lotes: ahora me pongo a hacer algo muy burro, ahora algo más reflexivo, ahora pruebo con algo para niños… Pero en realidad yo trabajo de una forma más caótica, no voy y vuelvo: produzco todo tipo de series y trabajos de distintos tonos y enfoques al mismo tiempo y luego las voy agrupando en libros”.

“De hecho –continúa Mauro- Herminio Bolaextra, que podría ser mi exponente de humor burro más claro, es el personaje que más años llevo publicando seguidos: 28 años en el TMEO sin parar ni en un solo número de la revista”.

“Respecto a lo de provocar, yo no hago chistes con la intención de provocar algún sentimiento desagradable, los hago para pasármelo bien, para ganarme la vida y como terapia” –concluye-.

Página de 'Cómo caer mal a un artesano'
Página de 'Cómo caer mal a un artesano'

Página de 'Cómo caer mal a un artesano' Diábolo

Un humor más directo

Preguntamos a Mauro si este humor es más concentrado: “Depende de con qué lo comparemos. Con el tipo de chiste más reflexivo que suelen recoger las historietas de Sefija, sí. El número medio de palabras por viñeta de este libro es bastante inferior al de una viñeta de Ángel Sefija. Más que concentrado, yo diría que, en general, es más directo”.

En cuanto a su sistema de trabajo, el dibujante confiesa que “Tengo un sistemilla de procedimiento. Apunto todo lo que se me ocurre en cualquier momento en un documento en la nube compartido entre mi ordenador y demás dispositivos. Si voy por la calle, en el móvil; si voy de viaje, en un tablet; si estoy en casa, en el ordenador. A veces en la calle también apunto en libretas”.

"Todo lo que se me ocurre –continúa- puede ser un juego de palabras, un tema concreto, un punto de vista, un diálogo. A la hora de trabajar en mi estudio abro ese documento y desarrollo, reescribo, ordeno, cierro y pulo. Voy borrando aquellas ideas que voy usando, claro. De un apunte que parecía que iba a ser un chiste puede salir una historieta de varias páginas y, al contrario, una idea para una historieta de página acaba en un solo chiste. De muchos apuntes no sale nunca nada. De hecho, el documento ahora mismo tiene 30.517 palabras y no creo que haya en él en este momento algo demasiado utilizable”.

Página de 'Cómo caer mal a un artesano'
Página de 'Cómo caer mal a un artesano'

Página de 'Cómo caer mal a un artesano' Diábolo

Humor en blanco y rojo

Otra de las cosas que nos llama la atención de este librito es el color rojo. “Quería un color primario que resultara llamativo porque me gusta el contraste entre lo pop de la forma y lo underground del contenido –asegura mauro-. El blanco sobre amarillo no se ve bien, al blanco sobre el cyan le pasa lo mismo. Sin embargo, sobre el rojo contrastan igual de bien el blanco y el negro. Por esa razón, tradicionalmente, en los tiempos imprenteros anteriores a la cuatricomía, el rojo era, con mucha diferencia, el bitono más utilizado”.

Como comentábamos al principio, Mauro acaba de cumplir 50 años, pero sigue siendo un referente del humor más moderno. “Si contamos desde la primera historieta que me publicaron,  llevo en esto 36 años –nos comenta-. Si contamos desde la primera historieta por la que me pagaron, 33 años”.

“No tengo muy claro cómo se consigue mantener uno en cualquier actividad creativa, pero sospecho que con interés. Me da la sensación de que si sigue interesándote lo que tienes alrededor, seguirás contando cosas que interesen”.

En cuanto a si el humor debe hacernos reflexionar, Mauro nos comenta “El discurso humorístico es solo una forma de contar cosas. Con él se puede hablar de grandes asuntos de máxima trascendencia, pero también de auténticas chorradas. Si bien es cierto que el humor casi siempre es mirar desde otro punto de vista y este ejercicio siempre anima a la reflexión”.

Página de 'Cómo caer mal a un artesano'
Página de 'Cómo caer mal a un artesano'

Página de 'Cómo caer mal a un artesano' Diábolo

Sus proyectos

Mauro nos avanza sus proyectos relacionados con el cómic: “En cuanto a publicaciones periódicas, sigo colaborando con El Jueves, Mongolia, Bar & beer y TMEO”.

“En cuanto a libros, a corto plazo, el más inminente es la próxima entrega de Ángel Sefija, la número nueve, que saldrá con Astiberri en otoño. Después aparecerá Lo contrario de conducir con Diábolo, un volumen recopilatorio de historietas para distintas cabeceras acompañadas de un buen puñado de inéditas”.

“A largo plazo –añade Mauro- llevo tiempo trabajando en un ensayo gráfico (que no novela) sobre las particularidades comunes a todas las grandes ficciones de creación colectiva, que no tengo ni idea de quién acabará publicando, pero que aparecerá directamente en libro sin prepublicación en revista”.

Página de 'Cómo caer mal a un artesano'
Página de 'Cómo caer mal a un artesano'

Página de 'Cómo caer mal a un artesano' Diábolo