Enlaces accesibilidad

El referéndum sobre la UE pasa su primera prueba en el Parlamento británico

  • 544 diputados de la Cámara de los Comunes han votado a favor, 53 en contra
  • A partir de ahora, se debatirán enmiendas y cambios en cláusulas particulares
  • Se celebrará antes del fin de 2017, tras negociar un nuevo encaje con Bruselas

Por
Una bandera de Reino Unido y otra de la Unión Europea ondean juntas en un edificio oficial de Lodnres.
Una bandera de Reino Unido y otra de la Unión Europea ondean juntas en un edificio oficial de Lodnres.

El proyecto de ley que permitirá convocar en el Reino Unido un referéndum sobre la salida de la Unión Europea (UE) ha superado este martes con abrumadora mayoría su primera prueba en el Parlamento británico.

Con el voto a favor de 544 diputados por 53 en contra, la Cámara de los Comunes ha dado luz verde a una regulación que permitirá al primer ministro, el conservador David Cameron, convocar el plebiscito antes del fin de 2017, tras negociar con Bruselas un nuevo encaje para el país en el seno de la Unión.

El texto, que prevé trasladar a los británicos la pregunta "¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro de la Unión Europea?", pasará ahora a una nueva fase en la que se debatirán enmiendas y cambios en cláusulas particulares.

En busca del voto de todos los europeos

La oposición laborista, que secunda la convocatoria de la consulta aunque hará campaña a favor de permanecer en el bloque común, defenderá revisar la primera versión de la ley para que se permita votar a los menores de 16 y 17 años.

El Partido Nacionalista Escocés (SNP), con un peso inédito en la Cámara de los Comunes desde las elecciones del 7 de mayo, ha defendido por su parte que los ciudadanos comunitarios residentes en el Reino Unido puedan participar en el plebiscito, una opción que está vetada en el proyecto de ley de los conservadores.

Asimismo, el nacionalista Alex Salmond, principal promotor del referéndum sobre la independencia de Escocia del pasado septiembre, ha puesto de relieve que los ciudadanos de Irlanda, Malta y Chipre residentes en el Reino Unido podrán participar en virtud de su pertenencia a la Commonwealth, al contrario que los ciudadanos del resto de países miembros de la UE.

Salmond ha sugerido que ese desequilibrio puede constituir un argumento de peso ante un tribunal comunitario: "¿Cómo se puede sostener que unos europeos puedan votar y otros no?".

Por contra Desde la tribuna, el ministro británico de Exteriores, Philip Hammond, que ha liderado el debate para los conservadores en los Comunes, ha sostenido que sería "un error" dejar participar a los comunitarios, un grupo "cuyos intereses podrían ser muy distintos a los de los británicos".

Para Hammond, la propuesta de los nacionalistas escoceses convertiría el plebiscito en una "parodia".

Londres confía en un acuerdo con Bruselas

El ministro de Exteriores ha dedicado gran parte de su intervención inicial a subrayar que su Gobierno confía en acordar con Bruselas los cambios en los tratados comunitarios que el Reino Unido pondrá sobre la mesa en las próximas semanas.

Cameron ha sugerido que aspira a reducir la libre circulación de ciudadanos entre los países de la Unión y dotar al Reino Unido de una mayor independencia judicial, si bien todavía no ha detallado las medidas concretas que pretende negociar.

En ese sentido, Hammond ha apuntado que en la reunión del Consejo de Europa prevista para finales de junio se conocerá con mayor detalle los planes del Ejecutivo británico.

Los términos de ese acuerdo serán vitales de cara a la campaña a favor y en contra de la permanencia en la UE, dado que fijarán la posición del ala más euroescéptica del Partido Conservador, que no descarta rebelarse contra Cameron y apostar por la salida de la Unión si no les complace el acuerdo con Bruselas.