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Los acreedores trabajan con "gran intensidad" para lograr un acuerdo con Grecia

  • Merkel, Hollande, Draghi, Juncker y Lagarde se han reunido en Berlín
  • Antes de este encuentro, Tsipras había criticado el proceso de negociación
  • La actual prórroga del rescate termina el próximo 30 de junio

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Los acreedores trabajan con "gran intensidad" para lograr un acuerdo con Grecia

Los líderes de Alemania y Francia, junto a los jefes del Fondo Monetario Internacional, el BCE y la Comisión Europea se han comprometido a trabajar con "gran intensidad" para lograr un acuerdo con Atenas en los próximos días.

"Los participantes en las negociaciones han mantenido un contacto estrecho en los últimos días que quieren conservar, tanto entre ellos como con el Gobierno griego", ha explicado un portavoz del gobierno alemán.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha sido la anfitriona en Berlín de una reunión en la que han participado el presidente francés, François Hollande, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, el de la Comisión Europea, Jean-Claude Junker, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

Atenas, sus acreedores de la eurozona y el FMI intentan desde hace meses cerrar un acuerdo que pueda evitar la bancarrota del país y una hipotética salida del euro. Desde que el pasado 20 de febrero se prorrogó cuatro meses el segundo rescate de Grecia, se han sucedido varios plazos para llegar a un acuerdo sin que ninguno de ellos se haya cumplido hasta ahora.

Grecia debe abonar al FMI 308 millones de euros el próximo 5 de junio, así como otros 347 millones el día 12, 578 millones el día 16 y, finalmente 347 millones el 19 de junio. En total, 1.580 millones de euros en intereses en dos semanas, un sprint que las drenadas cuentas del Estado griego no puede afrontar sin ayuda exterior si, al mismo tiempo, quiere pagar los salarios de sus funcionarios y las pensiones.

Tsipras contra una "monstruosidad tecnocrática"

Esta reunión se ha celebrado después de la publicación de un artículo en el diario francés Le Monde en el que el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha querido mostrar su lucha en las negociaciones para tratar de imprimir un giro en las políticas impuestas por los acreedores a su país -aún haciendo concesiones respecto a las promesas electorales de su partido-, y en el que acusaba a algunas de las instituciones de hacer "propuestas absurdas" e ignorar la decisión expresada en las urnas por los ciudadanos griegos.

Imagen de la reunión en la que han participado los principales acreedores de Grecia en Berlín. REUTERS/Hannibal Hanschke

Después de repasar los asuntos en los que su Gobierno ha cedido -como la liberalización del mercado para eliminar distorsiones, la continuidad con algunas modificaciones del programa de privatizaciones, la reforma del modelo de IVA y del sistema de seguridad social, así como del mercado laboral-, Tsipras señala otros dos en los que no está dispuesto a ceder: la demanda de los acreedores para que Atenas aplique nuevos recortes a las pensiones y su rechazo de la recuperación de la negociación colectiva.

El jefe de Gobierno griego opina que, detrás de los obstáculos para aceptar las propuestas helenas y cerrar un acuerdo, está algo que va más allá de la actual crisis helena: "el enfrentamiento de dos estrategias opuestas sobre el futuro de la unificación europea".

La primera de esas estrategias -asegura Tsipras- defiende que no se puede pedir al actual Ejecutivo griego que siga el camino de los anteriores, mientras que la segunda sí busca ese objetivo, lo que implicaría "una completa abolición de la democracia en Europa" y la creación de "una monstruosidad tecnocrática que guiará a Europa entera a alienar sus principios fundacionales", ya que -continúa- establecería un club a dos velocidades, con un núcleo duro que impondría las condiciones al resto.

Según declaraciones del comisario europeo Gunter Oettinger al diario alemán Die Welt, todavía existe una oportunidad de llegar un acuerdo esta semana ya que, según el periódico, Tsipras estaría dispuesto a discutir una reforma de las pensiones, algo que él mismo ya anunciaba en su artículo en Le Monde.

Por otra parte, en Grecia, parece que las negociaciones están produciendo división en el seno del Gobierno, como demuestra la renuncia de la economista designada para representar a Grecia ante el FMI, Elena Panaritis, provocada por las fuertes críticas de una parte de Syriza, que le reprochan su pasada vinculación con los socialistas del Pasok, partido del que fue diputada entre 2009 y 2012.