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La FAO destaca el papel de la protección social en el descenso del hambre en el mundo

  • La organización presenta su informe anual sobre inseguridad alimentaria
  • 795 millones de personas en el mundo no obtienen alimentación adecuada
  • La inestabilidad en África central y Asia occidental ralentiza la lucha contra el hambre

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La FAO destaca el papel de la protección social en el descenso del hambre en el mundo

En el mundo hay unos 795 millones de personas subalimentadas (algo más de una de cada nueve), 167 millones menos que hace un decenio y 216 millones menos que en 1990-92. Es lo que asegura la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (conocida como FAO, por sus siglas en inglés), en su informe anual sobre el estado de la inseguridad alimentaria en el mundo.

La organización se felicita de que prácticamente se ha reducido a la mitad el porcentaje de personas que padecen hambre pese al aumento de la población total, uno de los Objetivos del Milenio establecido por la ONU en 2000. En 2015, precisamente, finaliza el periodo de seguimiento de las metas establecidas en dichos Objetivos.

"En algunas regiones, como América Latina, las regiones oriental y sudoriental de Asia, el Cáucaso y Asia central, y las regiones septentrional y occidental de África se han hecho progresos rápidos", asegura el informe.

La FAO destaca que "los sistemas de protección social han sido decisivos" para atajar la desnutrición mediante la "promoción de la seguridad de los ingresos y el acceso a una mejor nutrición, atención sanitaria y educación".

Número "inaceptablemente alto"

Por el contrario, la FAO señala el crecimiento económico lento, la desigualdad y la inestabilidad política en África central y Asia occidental, con la consecuente ola de desplazados y refugiados, como los principales escollos para acabar con el hambre.

"A pesar de que continúan realizándose progresos en la lucha contra el hambre, un número inaceptablemente alto de personas carece todavía de los alimentos necesarios para disfrutar de una vida activa y saludable", advierte la FAO.

Desde 1990-92, fecha que el informe toma como referencia, el número de personas subalimentadas en todo el mundo ha descendido en 216 millones, lo que equivale al 21,4%, pese a que la población mundial creció en 1.900 millones de personas durante el mismo período.

La evolución económica en China e India explica, según la FAO, el descenso general de la desnutrición en los países en desarrollo. Sin embargo, este descenso fue más rápido en la década de los 90 que en los últimos años, en los que se ha ralentizado.

África subsahariana, la región más castigada

África sigue siendo la región más castigada por la desnutrición (20%, 323,5 millones de personas), y la subregión al sur del Sáhara se lleva la peor parte.

"Poco menos de una de cada cuatro personas, concretamente el 23,2 % de la población, está subalimentada en 2014-16" en el África subsahariana, según el estudio.

Las crisis políticas, las catástrofes naturales y los conflictos bélicos son a la vez causa y consecuencia de la escasez alimentaria. "En 1990 solo 12 países africanos se enfrentaban a crisis alimentarias, de las que solo cuatro eran crisis prolongadas. Solo 20 años después, un total de 24 países atravesaban crisis alimentarias, de los cuales 19 habían estado en crisis por ocho años o más en los últimos 10 años", explica el estudio.

"Los efectos de los conflictos en la seguridad alimentaria pueden ser más drásticos que el efecto directo de la guerra, y la mortalidad generada por la inseguridad alimentaria y la escasez de alimentos debidos a un conflicto puede superar con creces las muertes causadas directamente por la violencia", advierte la FAO.