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El PP se declara vencedor de las elecciones y asegura estar capacitado para dialogar y pactar

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El vicesecretario de organización del PP, Carlos Floriano, tras comparecer en la sede del PP en Madrid.
El vicesecretario de organización del PP, Carlos Floriano, tras comparecer en la sede del PP en Madrid.

El Partido Popular ha sido la fuerza más votada en las elecciones municipales y autonómicas de 2015, pero su poder político real sale en la práctica muy diluido de las urnas este 24 de mayo. Ha perdido unos 2,5 millones de votos, más de un 10% de los apoyos respecto a los resultados obtenidos en 2011, cuando obtuvo una victoria histórica con la que acumuló el mayor poder municipal y autonómico de la democracia. Este domingo ha retrocedido a los niveles de voto que tenía en 1991, un balance que, como ha reconocido el vicesecretario de organización del partido, Carlos Floriano, aboca a que "la próxima legislatura municipal y autonómica será la del diálogo y los acuerdos".

Con el 99,47% de los votos escrutados, el PP ha obtenido algo más de seis millones de votos, 6.032.275, un 27,03% de los sufragios con una participación del 64,94%, algo más de un punto inferior a la de hace cuatro años. Este resultado se sitúa en niveles similares a las municipales de 1991 (25,34%), el peor resultado del partido en unos comicios locales desde la refundación de la formación en 1989. Desde las elecciones locales de 1995, el PP no había bajado nunca de los 7,3 millones de votos.

Los 'populares' han ganado en nueve comunidades de las trece que este domingo celebraban elecciones, pero han perdido la mayoría absoluta en todas, y solo podrán seguir gobernando en cuatro comunidades -la Comunidad de Madrid, Murcia, La Rioja y Castilla y León- si consiguen un acuerdo con Ciudadanos.

Ciudadanos podría ser la llave de gobierno del PP en cuatro comunidades

Llama la atención la pérdida de mayorías absolutas en comunidades donde la ostentaban desde hace un par de décadas, como Castilla y León y Murcia -ambas cedidas por solo un escaño-, y otras más recientes como Castilla-La Mancha y Extremadura, que no solo no revalida, sino que pueden cambiar de manos en favor del PSOE. La única mayoría absoluta es la que otorga al PP Juan Jesús Vivas en la ciudad autónoma de Ceuta, pues ni siquiera Juan José Imbroda lo consigue en Melilla.

Y aunque no ha perdido el primer puesto, ha sufrido batacazos sonoros en los gobiernos regionales de la Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, que la mecánica de los acuerdos postelectorales apunta a que acabará perdiendo. También los 'populares' dan Cantabria directamente por perdida, toda vez que su actual presidente, Ignacio Diego, pese a obtener un escaño más que el PRC de Miguel Ángel Revilla, asume que no podrá conformar una mayoría.

El PP ve peligrar gobiernos como el de Castilla La Mancha o Valencia

Como resultado, varios de los 'barones' más destacados del partido, como Alberto Fabra, María Dolores de Cospedal y Luisa Fernanda Rudi, podrían ser desalojados de sus respectivos gobiernos autonómicos.

Pierde 30 mayorías absolutas en capitales de provincia

En el plano municipal, con 22.750 concejales, ha perdido casi 4.000 ediles respecto a 2011, y más de 500 mayorías absolutas en los casi 8.100 municipios donde se elegía alcalde. Entre ellas, ha perdido las 30 mayorías absolutas que tenía en capitales de provincia.

Podría perder las alcaldías de Madrid y Valencia si la izquierda logra formar alianzas, lo que supone dos amargos resultados para el partido de Mariano Rajoy, silente este domingo pese a que en campaña ha estado volcado día a día en los actos de sus principales candidatos.

Ha visto desaparecer la mayoría absoluta en las cuatro provincias gallegas y las ocho andaluzas, donde ha cedido una de ellas, Huelva, frente al PSOE. Lo mismo le ha pasado en siete capitales de Castilla y León, región en la que Soria es la única capital donde no harán falta acuerdos con otros partidos. Como consuelo, los 'populares' logran resistir en bastiones tradicionales como Vitoria, Murcia y Badajoz, pero necesitarán pactar para gobernar.

En definitiva, el PP queda a partir de este lunes a expensas de que los partidos de izquierda lleguen a acuerdos para desbancarle y de su propia capacidad para alcanzar acuerdos con otras formaciones, principalmente con Ciudadanos, lo que ha obligado a reajustar el discurso y la estrategia.

Diálogos y pactos

"Queremos interpretar bien el resultado de las elecciones", ha dicho Floriano, que ha comparecido en solitario cerca de la medianoche en la sede del PP, en la calle Génova, que en esta ocasión no había adornado su balcón para celebraciones. Dentro, el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, seguía con su mujer los resultados electorales, además de los otros dos vicesecretarios generales del partido, Javier Arenas (Política Autonómica y Municipal) y Esteban González Pons (jefe de la Delegación española en Bruselas y responsable de Estudios y Programas del PP).

Carlos Floriano: "Nuestra gran tarea será alcanzar acuerdos"

"Nuestra mayoría la vamos a ejercer desde la humildad y siendo muy conscientes de que la próxima legislatura municipal y autonómica será la del diálogo y la de los acuerdos, y el PP tiene acreditada experiencia en su historia en ambas cosas", ha reivindicado Floriano, arrogándose el derecho a ser la formación que busque conformar gobierno allí donde sea la lista más votada.

"En la mayoría de las comunidades autónomas y ayuntamientos somos la primera fuerza política, y eso nos confiere la responsabilidad de liderar gobiernos estables para los gobiernos locales y autonómicos", ha subrayado.

"La estabilidad es algo consustancial al PP, y por lo tanto no vamos a escatimar esfuerzos para que las instituciones que gobiernan a los españoles disfruten de la máxima estabilidad", ha prometido el responsable 'popular'.

"Nuestra gran tarea será alcanzar acuerdos y el punto de partida será el programa con el que hemos concurrido a las elecciones", ha añadido, y ha postergado análisis más profundos al término este lunes de la reunión del Comité Ejecutivo del partido.