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Mueren tres personas por la explosión de una granada en Burundi en medio de las protestas

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Manifestante en una barricada en la capital de Burundi, Bujumbura, en las protestas contra el presidente
Manifestante en una barricada en la capital de Burundi, Bujumbura, en las protestas contra el presidente

La violencia que sacude Burundi se ha cobrado este viernes la vida de tres personas que han muerto en la capital, Bujumbura, a causa de la explosión de dos granadas.

Los artefactos han estallado cerca del mercado central y han causado la muerte a tres vendedores ambulantes y heridas a varias personas.

El atentado se produce cuando el país está inmerso en una crisis política y en una ola de protestas contra el presidente Pierre Nkurunziza, que pretende presentarse a un tercer mandato, y que ya causaron la muerte de 20 personas en abril.

Nkurunziza ha sobrevivido a un intento de golpe de Estado por parte del Ejército y la Policía, que fue reprimido por fuerzas leales.

3.000 infectados de cólera entre los refugiados

La violencia en Burundi ha provocado el éxodo de más de 100.000 burundeses a los países vecinos. En Tanzania, se ha declarado un brote de cólera entre los refugiados que ha afectado ya a 3.000 personas, 31 de las cuales han muerto, según la ONU.

La epidemia se propaga a un ritmo de entre 300 y 400 casos por día, lo que hace temer que el número de afectados crecerá de forma exponencial.

"Tememos que la epidemia empeore. Tenemos personal sobre el terreno, material, hemos hecho lo que debíamos hacer, pero esto tomará tiempo hasta que dé resultados y, mientras, los casos aumentarán", ha declarado en rueda de prensa Paul Spiegel, principal experto médico del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), según informa Efe.

La situación es especialmente preocupante en Kagunga, un pequeño pueblo de pescadores junto al lago Tanganica, que separa ambos países, y que ha incrementado su población original de 11.382 personas a 90.000 desde el pasado abril.

Actualmente, en Kagunga hay unas 64.000 personas, el 60% menores, según ha explicado Christoph Boulierac, portavoz de Unicef.

El cólera, endémico en la zona,se transmite a través del agua y la comida contaminada, y los brotes ocurren de forma habitual en situaciones de hacinamiento, como la que se vive en Kagunga.

ACNUR ha hecho un llamamiento para recaudar 207 millones de dólares para hacer frente a un flujo estimado de 200.000 refugiados.