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Elecciones en Reino Unido

Cameron gana las elecciones con mayoría absoluta tras deshacerse de todos sus rivales

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El conservador David Cameron obtiene la mayoría absoluta frente al descalabro de los laboristas

David Cameron no se mueve de Downing Street. Los británicos han vuelto a confiar para un segundo mandato en el actual primer ministro, que ha conseguido una mayoría absoluta incontestable en las elecciones generales celebradas este jueves. El descalabro de laboristas y liberaldemócratas junto al espectacular ascenso del Partido Nacional Escocés completan la radiografía de una trepidante noche electoral que ningún sondeo había pronosticado.

Los tories han logrado 331 escaños de los 650 que componen la Cámara de los Comunes, cinco más de los necesarios para gobernar en solitario y 24 más que en 2010. Tras agradecer su victoria, Cameron ha afirmado que tan amplia mayoría dará estabilidad al país y le permitirá cumplir con "todas" las promesas contenidas en su programa electoral.

Con los conservadores, Reino Unido se ha convertido en la segunda potencia económica de la Unión Europea. El paro se ha reducido hasta el 5,7%. Y Cameron ha entendido que el voto en las urnas ha sido un espaldarazo a sus recetas económicas basadas en la austeridad y recorte del gasto público -pese al alto coste social-. Su segundo mandato seguirá la misma senda, aderazado eso sí, con regalos fiscales como congelar el IVA por ley y suculentos descuentos a la compra de vivienda. Al más puro estilo de su admirada Margaret Thatcher.

"Vamos a gobernar como un partido de una nación, de un Reino Unido. Eso significa asegurar que esta recuperación (económica) llega a todas partes en nuestro país, de norte a sur y de este a oeste", ha afirmado sonriente en la puerta de su residencia tras informar a la reina Isabel II de los resultados.

El premier también se ha comprometido a endurecer la política de inmigración y a convocar un referéndum sobre la pertenencia del Reino Unido en la UE en 2017. Esta consulta será el gran desafío de la legislatura ya que pondrá en jaque no sólo la relación con el Viejo Continente, sino que abrirá una fractura con Escocia, la región más europeísta y decidida a plantear una nueva batalla de independencia si el Reino Unido abandona la UE.

Laboristas y liberaldemócratas, los grandes derrotados

El precio del ejecutivo de coalición lo han pagado los liberaldemocrátas, que han recibido un severo castigo tras cinco años de gobierno con Cameron. Nick Clegg ha anunciado su dimisión ante unos resultados "catastróficos". Su partido se ha derrumbado y ha pasado de 57 escaños a ocho, convirtiéndose en una fuerza residual en la Cámara de los Comunes.

Clegg: Ha ganado el miedo

"La responsabilidad del resultado es mía y solo mía", ha dicho Clegg, muy emocionado. Tras asegurar que en estos comicios "ganó el miedo", ha afirmado que su partido "volverá".

Mayor es la desilusión en el Partido Laborista, al que los sondeos daban la opción de gobernar. Sin embargo, ha cosechado sus peores resultados desde los años 80 con apenas 232 escaños, 100 menos que su rival conservador y pierde 26 con respecto a 2010. Su líder, Ed Miliband, también ha dimitido tras reconocer que ha sido una "noche decepcionante".

Miliband y Clegg dimiten tras la derrota de laboristas y liberales

"El Reino Unido necesita un Partido Laborista fuerte. El Reino Unido necesita un Partido Laborista que pueda ser reconstruido después de este debate (interno) para que podamos tener un Gobierno que defienda otra vez a la clase trabajadora", ha manifestado Miliband, en referencia a su deseo de que la formación pueda volver al poder.

Miliband: Necesitamo un Partido Laborista fuerte que defienda otra vez a la clase trabajadora

La pérdida de bastiones de altos dirigentes de ambos partidos da un magnitud de la derrota. Es el caso de Ed Balls, ministro de Economía laborista en la sombra, lugarteniente de Miliband y parlamentario en los últimos 10 años, que ha visto como una torie le ha arrebatado su plaza en Morley y Outwood. No ha podido contener las lágrimas. Los actuales ministros de Justicia, Simon Hughes, y el Secretario de Energía, Ed Davey, ambos liberaldemócratas, también han cedido sus escaños a favor de los conservadores. Sobran las palabras.

Los nacionalistas escoceses conquistan Westminster

Pero donde verdaderamente se ha consumado la derrota laborista ha sido en Escocia, hasta ahora su principal caladero de votos. Allí han perdido 40 escaños a favor de los nacionalistas escoceses. Hasta el ex primer ministro laborista Gordon Brown, ha entregado su feudo al ex presidente del SNP Alex Salmond. Sobran las palabras.

El Partido Nacional Escocés, con Nicola Sturgeon a la cabeza, aspiraba a un resultado histórico y ha firmado una victoria épica. Ha superado los mejores pronósticos al conquistar 56 escaños de los 59 que había en juego. En las elecciones de 2010 apenas obtuvo seis parlamentarios.

Los nacionalistas han asaltado la bancada escocesa en Westminster con la intención de poner trabas a la política conservadora. Aunque la mayoría absoluta de Cameron les deja poco margen. La campaña de movilización del 'sí' a favor del referéndum de independencia celebrado el pasado septiembre, y un programa electoral puramente de izquierdas basado en la protección del Estado del bienestar explican el éxito de Sturgeon, la líder mejor valorada por el conjunto de los británicos.

La líder del SNP, Nicola Sturgeon, celebra la histórica victoria de su partido en Escocia. AFP PHOTO / ANDY BUCHANAN

El eurófobo UKIP se desinfla

La otra cara de los derrotados tiene el nombre de Nigel Farage. El líder del eurófobo y antiinmigración Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP) ha presentado su dimisión al haberse quedado fuera de la Cámara de los Comunes. El excéntrico eurodiputado ha sido derrotado en su circunscripción, South Thanet, por el candidato conservador.

El fracaso de Farage se puede hacer extensible a su partido sólo a medias. El UKIP, que fue la fuerza más votada en los comicios europeos del pasado año, sólo ha obtenido un diputado. Pero es su primer diputado en unas elecciones generales. Ahora contaba con dos, pero eran parlamentarios del Partido Conservador que renunciaron a su acto y fueron elegidos en unos comicios parciales con las siglas del UKIP.

El partido eurófobo es, además, el gran perjudicado del sistema electoral británico, mayoritario y uninominal, lo que significa que cada escaño lo gana el partido más votado y el resto no obtiene representación. Esto explica que sea la tercera fuerza más votada en número de votos, el 12,7 % (unos 3.870.000), pero apenas tenga un escaño; mientras que el SNP con el 4,8% de los votos (1.500.000) haya conseguido 50.

El resto de formaciones quedan así: el Partido Unionista Democrático ha obtenido ocho escaños, el Sinn Fein, cuatro; Plaid Cymru, tres; el Partido Socialdemócrata tres; el Partido Unionista del Ulster, uno; y los Verdes, uno.

La participación ha sido igual que en 2010: 66,1%.

Resultados definitivos. Fuente: BBC