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Los jugadores habituales de videojuegos podrían aprender tareas visuales más rápido

  • Un estudio sugiere que jugar a videojuegos mejora las habilidades perceptivas
  • El objetivo es saber si los jugadores habituales aprenden más rápido
  • El siguiente paso, estudiar los mecanismos neuronales del aprendizaje visual

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Dos niños jugando a un videojuego.
Dos niños jugando a un videojuego.

Muchos estudios muestran que los jugadores de videojuegos habituales se desenvuelven mejor que los no jugadores en ciertas tareas visuales, como gestionar los elementos que distraen e identificar objetivos.

Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Brown (Estados Unidos) publicado en la revista abierta PLoS ONE sugiere que jugar mejora la habilidad visual y que puede mejorar la capacidad de aprender habilidades perceptivas, según apunta la universidad.

Sin embargo, los propios autores del estudio han señalado que el siguiente paso en la investigación es demostrar que este hecho es causal y que mejora el rendimiento en el aprendizaje y la capacidad de mejorar ese rendimiento.

El juego y la percepción

"Cuando estudiamos el aprendizaje perceptivo normalmente excluimos a personas que han jugado muchísimo porque parece que tienen un procesamiento visual diferente. Son más rápidos y precisos", ha comentado el participante en el estudio y profesor de ciencias cognitivas, lingüísticas y psicológicas en Brown, Yuka Sasaki.

"Pueden estar en una categoría de experto en procesamiento visual. A veces observamos que un atleta profesional puede aprender movimientos muy rápido y de forma precisa y un músico puede tocar el piano con un primer vistazo a las notas de forma muy elegante, así que tal vez el proceso de aprendizaje sea también diferente. Tal vez puedan aprender de manera más eficiente y rápida como resultado de la formación", ha explicado.

Otro de los investigadores, Aaron Berard, defiende que los videojuegos se han convertido en una parte importante de la cultura popular, por lo que cree que es importante estudiar el rendimiento en el juego y sus efectos sobre la percepción y el aprendizaje.

"En los últimos 20 años, jugar a videojuegos ha pasado de ser un simple entretenimiento a un hobby serio", ha indicado Berard.

"Algunas organizaciones incluso juegan como deporte. Es importante reconocer que cada vez más personas se enganchan a los videojuegos como actividad asentada en la sociedad modera, lo que acredita por qué debemos estudiar los efectos de los videojuegos en el cerebro", remata.

Estudio con jugadores habituales y ocasionales

Los investigadores han estudiado un grupo de nueve jugadores frecuentes y un grupo de control formado por nueve personas que rara vez juegan y estuvieron haciendo pruebas de aprendizaje visual durante dos días.

En una pantalla les mostraron una 'textura' de líneas horizontales en la que tenían que detectar, en una fracción de segundo, una textura anómala. Este protocolo se conoce, en investigación de procesamiento visual como 'tarea de discriminación textura'.

Estudios anteriores han demostrado que se puede entrenar para mejorar el rendimiento en este tipo de tareas, pero solo si se da el tiempo suficiente para aprender y consolidar los conocimientos.

Se cree que los circuitos neuronales que incorpora el aprendizaje van tomando forma con este entrenamiento y si se pasa a una segunda tarea demasiado rápido, podría interferir en el aprendizaje de la primera.

Los investigadores pretendían averiguar si los jugadores habituales están mejor preparados para superar esa interferencia que los no jugadores, por lo que hicieron otra prueba que consistía en introducir una textura vertical, o viceversa.

Mejora del rendimiento

El primer día entrenaron a los participantes en cada una de las dos tareas y al día siguiente probaron con la otra, siempre en orden aleatorio para poder comprobar si los participantes mejoraban en la primera tarea.

Así, hallaron que los jugadores habituales lograron mejorar el rendimiento en ambas tareas, mientras que las personas que apenas juegan mejoraron en la segunda tarea en la que se entrenaron, pero no en la primera, con lo que concluyeron que el aprendizaje de la segunda tarea interfiere con el de la primera.

Los resultados mostraron que los jugadores habituales mejoraron en promedio la combinación de velocidad y precisión en su segunda tarea aproximadamente un 15%, mientras que la mejora fue del 11% en la primera. En el caso de los no jugadores la mejora fue del 15% y del 5% respectivamente.

Futuro de la investigación

Todavía no se conocen los mecanismos neuronales subyacentes al aprendizaje visual o perceptivo, pero este estudio sugiere que los jugadores habituales podrían presentar un proceso más eficiente para aprender tareas visuales que los no jugadores.

"Es posible que el entrenamiento visual que han recibido los jugadores de videojuegos con el paso de los años contribuya a perfeccionar los mecanismos para consolidar el aprendizaje en el cerebro, especialmente en las habilidades desarrolladas visualmente", han comentado los investigadores.

Los autores consideran que tienen que continuar los estudios y destacan que esta investigación no prueba que los videojuegos mejoren la capacidad de aprender o que las personas con una habilidad innata se conviertan en jugadores porque encuentran el juego más gratificante.

También señalan que el estudio también tiene un "marcado desequilibrio de género", ya que el grupo de jugadores es casi exclusivamente masculino y el grupo de personas que no suelen jugar es en su mayoría femenino.

Sin embargo, los investigadores no han podido encontrar evidencia en otros estudios de las diferencias de género en el aprendizaje perceptivo que harían que esta disparidad fuera preocupante.