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El Banco de España eleva hasta el 2,8% su previsión de crecimiento para 2015

  • La nueva estimación es ocho décimas mayor que la prevista en diciembre
  • Justifica el alza por la corrección de desequilibrios y la mejora en la eurozona
  • Adelanta que el PIB habría crecido un 0,8% entre enero y marzo

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El Banco de España eleva hasta el 2,8% su previsión de crecimiento para 2015

El Banco de España ha revisado al alza el crecimiento de la economía estimado para 2015 hasta situarlo en un 2,8%, ocho décimas por encima de la proyección publicada en diciembre pasado. Ese alza de las previsiones se explica, según el regulador, por la corrección de los desequilibrios -como el déficit público o la tasa de paro-, el mayor acceso a financiación y, "en particular", por las mejores perspectivas económicas de la zona euro.

Aparte, con la información disponible -aún muy preliminar-, el Banco de España adelanta que en el primer trimestre de este año, "la economía prolongó la trayectoria expansiva del último año" y, , estima que el PIB habría crecido entre enero y marzo un 0,8% respecto al último tramo de 2014 y un 2,5% en comparación al inicio del año pasado.

"Tras varios trimestres de atonía, la recuperación económica del área del euro parece haber ganado cierto vigor en los primeros meses de 2015, impulsada por la mejora continuada de las condiciones financieras y de la confianza", indica el organismo, que cita causas como el descenso de los precios del petróleo, la depreciación del tipo de cambio del euro, el tono neutral de la política fiscal y las medidas de expansión monetaria adoptadas por el BCE.

Riesgos a la baja

En sus previsiones para 2015 y 2016 incluidas en el boletín de marzo, el organismo también proyecta una tasa de crecimiento del 2,7% para el año que viene. Para ambos ejercicios estima "un patrón de crecimiento caracterizado por el vigor de la demanda interna privada y por el progresivo fortalecimiento de las exportaciones".

Aunque el organismo mantiene que "el grado de vulnerabilidad de la economía española ante perturbaciones externas se ha atenuado a lo largo de los dos últimos años" -gracias a la recuperación económica interna y la corrección de desequilibrios-, "el escenario de consolidación de la recuperación que dibujan estas proyecciones no está exento de incertidumbre".

Entre esos riesgos a la baja, el informe señala "un eventual agravamiento de las tensiones en el seno de la Unión Monetaria ligadas a la economía griega o de los conflictos geopolíticos del Este de Europa y Oriente Medio", así como "un endurecimiento de las condiciones monetarias y financieras globales más intenso que el anticipado", en referencia a la subida de tipos prevista en EE.UU. que "podría tener un efecto desfavorable sobre algunas economías emergentes".

A nivel interno, apunta como riesgo "la incertidumbre acerca de la agenda de reformas económicas para los próximos años". También indica la falta de acuerdo sobre salarios entre los agentes sociales como un "factor de incertidumbre relevante" en estos momentos en relación con la evolución previsible de la inflación a medio plazo.

"Más consumo por la creación de empleo y la reforma fiscal"

Detrás de la mejora de sus cálculos para este año, el Banco de España destaca que se espera que el consumo de los hogares "continúe mostrando un tono notablemente expansivo", gracias -continúa el boletín- "al crecimiento de las rentas nominales derivado, sobre todo, del proceso de creación de empleo y de la reforma impositiva".

Además, aunque señala que se trata de un efecto coyuntural, añade que el poder de compra de los hogares "seguirá impulsado por la reciente caída del precio del crudo" que se prevé se mantenga este año.

"Para 2016, se espera un modesto encarecimiento del petróleo, lo que motivará un menor avance de la renta real con respecto a este año. Por esta razón, se espera que el consumo privado registre un aumento mayor en 2015 (3,3%) que en 2016 (2,4%)", señala el boletín, aunque advierte de que los hogares "tenderán a suavizar su patrón temporal de gasto" y ajustarán su tasa de ahorro, "que pasaría del 9,5% de su renta bruta disponible en este año al 8,7% en el próximo".

También subraya que la inversión en vivienda seguirá avanzando hasta registrar tasas medias de crecimiento anual del 4,2% este año y del 6,6% el que viene.

El actual repunte de la inversión de las empresas "se prolongará a lo largo del período de proyección". Según el boletín, hay "una disminución reciente de la proporción de empresas que ven desestimadas sus solicitudes de crédito, lo que puede indicar que las instituciones financieras perciben una mejora de la calidad crediticia de los potenciales prestatarios", algo que se estaría extendiendo a las empresas de menores dimensiones.

Ligero avance de la inversión pública y aumento del empleo

En cuanto al gasto público, su contribución al crecimiento será "aproximadamente neutral". Así, el boletín prevé que "el consumo público disminuya un 0,4% en 2015 y prácticamente se estabilice en 2016", mientras que "la inversión pública experimentaría ligeros avances" tras cinco años consecutivos de retrocesos.

En el sector exterior, estima que las exportaciones de bienes y servicios sigan "una senda ascendente", en línea con la evolución esperada de los mercados exteriores, especialmente, por el mejor comportamiento proyectado para la zona del euro.

Sobre el déficit público, el Banco de España espera "una corrección adicional" que lleve desde el 5,5% del PIB "en el que podría terminar en 2014 según la estimación provisional disponible", hasta el 4,5% al cierre de 2015 (dos décimas por encima del objetivo marcado) y al 3,9% al final de 2016 (lejos del 2,8% fijado por Bruselas).

Para el cáculo de este año, la desviación del déficit se justificaría "por una proyección algo menos dinámica de la evolución de los ingresos", mientras que en 2016 "esta discrepancia es el resultado, en parte, de la falta de concreción, en el momento de redactar este informe, de los planes presupuestarios" en un año poselectoral.

Respecto al mercado de trabajo, "se espera que el empleo siga registrando tasas de crecimiento elevadas en relación con el ritmo de avance" del PIB, y proyecta que haya un aumento de empleo crezca un 2,7% este año y un 2,6% en 2016.

"Tras dos años consecutivos de retrocesos, se proyecta una recuperación gradual de la población activa" por la estabilización de la población en edad de trabajar. Así, "el aumento de la ocupación permitirá que la tasa de paro siga contrayéndose a un ritmo incluso superior al observado en 2014, hasta situarse en el entorno del 20%" al final de 2016.

En cuanto a la inflación, se estima que la tasa de variación del IPC sea del –0,2% en 2015 y del 1,2% en 2016. "Excluido el componente energético, se espera que los precios de consumo registren un modesto repunte" a lo largo de 2015 y 2016.

Fuerte consumo y débil demanda exterior en el primer trimestre

Respecto a lo sucedido en el primer trimestre -sobre el que aún cuenta solo con datos muy preliminares-, el Banco de España apunta a la prolongación de la expansión del consumo de los hogares mostrada en el tramo final del año pasado. "En concreto, la tasa de crecimiento intertrimestral en el primer trimestre de 2015 podría cifrarse en torno al 0,8%, una décima menos que en el período de octubre‑diciembre", añade.

Como apoyo para ese crecimiento del consumo, señala al comportamiento del empleo, "que está manteniendo el tono positivo observado en el tramo final del pasado año".

Además, "con la información disponible, de carácter muy parcial, la inversión empresarial estaría creciendo a un ritmo ligeramente superior al mostrado en el tramo final del pasado año", adelanta.

Ambos factores se han visto favorecidos por la mejora de las condiciones financieras y de acceso al crédito.

En cuanto a la demanda exterior, el Banco de España apunta que "podría ejercer una aportación muy reducida o incluso negativa al crecimiento intertrimestral del PIB del trimestre en curso, tras la contribución de 0,2 puntos registrada en el tramo final de 2014", y advierte de que "la información disponible apunta a un debilitamiento de los flujos comerciales en enero", último mes del que tiene datos.

Esa tendencia, según el regulador, debería cambiar en febrero y marzo, por "el repunte en el crecimiento de los mercados de exportación (particularmente, de la zona del euro) y las ganancias de competitividad asociadas a la depreciación" del euro.