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La denuncia del fiscal Nisman contra la presidenta de Argentina está paralizada

  • Tras el rechazo de dos jueces, ha vuelto a la Cámara Federal de Apelaciones
  • Nisman pidió en un borrador de la denuncia la detención de la presidenta argentina
  • El jefe de gobierno rompe un ejemplar de Clarín en plena rueda de prensa

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El jefe del Gabinete argentino, Jorge Capitanich, hace trizas dos páginas del diario 'Clarín' en una rueda de prensa.
El jefe del Gabinete argentino, Jorge Capitanich, hace trizas dos páginas del diario 'Clarín' en una rueda de prensa.

La denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas, está paralizada y en espera de que se le asigne juez después de que dos magistrados renunciaran este lunes a hacerse cargo de la causa.

El juez Ariel Lijo, que había asumido inicialmente la denuncia, la ha declinado y el caso ha recaído en Daniel Rafecas, quien se ha declarado "incompetente" para asumir la causa, que ha vuelto a la Cámara Federal de Apelaciones, que tendrá que definir quién se hará cargo de la investigación.

Cuatro días antes de morir en circunstancias aún por esclarecer, el fiscal Alberto Nisman acusó a la presidenta, al canciller Héctor Timerman, y a varios dirigentes vinculados al oficialismo, de orquestar un plan para encubrir a los sospechosos iraníes del atentado contra una mutua judía que dejó 85 muertos en 1994. Según sostenía Nisman, el presunto encubrimiento terrorista derivaba del acuerdo de entendimiento suscrito en 2013 entre Argentina e Irán.

Este lunes se ha sabido, además, que en el borrador previo de la denuncia presentada por Nisman pedía la detención de la presidenta argentina. "Los borradores que están incorporados en el marco de la investigación tienen que ver con la causa de la denuncia del doctor Nisman, tal y como anticiparon los medios, con el pedido de detención de la señora presidenta", ha confirmado a radio Vorterix Viviana Fein, al frente de la investigación por la muerte de Nisman.

El Gobierno argentino considera "descabellada" y "sin fundamento" la denuncia de Nisman y apunta que, por los términos en que está escrita, no pudo ser elaborada por el fiscal.

Clarín denuncia un gesto "repudiable"

La imagen de la jornada la ha protagonizado el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, que ha hecho trizas dos páginas del periódico Clarín durante una rueda de prensa tras señalar que hay una "confrontación política" de "medios opositores" con el Gobierno, después de que la Justicia desmintiera una noticia del periódico sobre la presidenta, Cristina Fernández.

El grupo de medios Clarín ha calificado la actitud de Capitanich como el cruce de "un nuevo límite en la escalada de intolerancia y agresión contra la prensa que viene alimentando, esta vez con un repudiable gesto que además entraña riesgos personales para el medio y los periodistas involucrados".

En las notas publicadas se afirmaba que el borrador de la denuncia de Nisman, con numerosas líneas tachadas, habría sido encontrado en el cubo de la basura de la casa del fiscal tras su muerte, de un disparo en la cabeza, el pasado 18 de enero, e incorporado al expediente de la causa.

La información, fue desmentida horas después por el juez Lijo, quien aclaró que las tachaduras fueron realizadas por el propio juzgado y que en la denuncia de Nisman no consta "ninguna petición sustancial respecto de los presuntos imputados".

Alberto Nisman murió en circunstancias aún sin esclarecer la víspera de comparecer en el Congreso para explicar su denuncia contra la presidenta argentina y varios de sus colaboradores.

El Ejecutivo relaciona la muerte de Nisman con una maniobra de desestabilización de los servicios de Inteligencia.