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Francia se ofrece como mediadora entre el nuevo gobierno heleno y la Unión Europea

  • Asegura que es legítimo que Atenas esté preocupada por la carga de la deuda
  • Se han reunido en París el ministro de Finanzas griego con su homólogo francés

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Francia se ha ofrecido como mediadora entre Grecia y el resto de la Unión Europea

Francia ha asegurado que ayudará al nuevo gobierno de Grecia para encontrar un acuerdo con la Unión Europea (UE) y ha añadido que es legítimo que Atenas esté preocupada por la carga de la deuda y que busque como aliviarla. Así, lo han acordado después de reunirse en París el ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, con su homólogo francés, Michel Sapin.

"Sí, la deuda es un problema, entre otros", ha dicho Sapin, quien ha subrayado que el lugar de Grecia está dentro de la zona euro. Asimismo, ha asegurado que tendría en cuenta las reformas que Grecia estaba dispuesta a hacer.

Por su parte, Varufakis ha reducido el tono de confrontación con sus socios europeos al asegurar que su intención es negociar con todas las instituciones que forman la troika "un nuevo contrato" gracias al cual su país dejará de costarle tanto al resto de los europeos.

"Un nuevo contrato"

"No se trata de negociar los unos contra los otros" y sobre todo no oponer el norte de Europa con el sur, sino de ponerse todos "en el mismo lado de la mesa" para acordar "un nuevo contrato" porque el actual plan de salvamento griego "le cuesta demasiado a Europa", ha señalado Varufakis tras reunirse con su homólogo francés, Michel Sapin.

Ha justificado su rechazo a la troika porque ha dicho que, desde su punto de vista es "un grupo de tecnócratas" que van a Grecia simplemente a supervisar tal o cual punto de un programa de salvamento que le ha hecho mal al país, y que además no tiene mandato para negociar.

Por eso, ha añadido que con quien quiere hablar es con las instituciones que la componen, y que espera reunirse con sus responsables en los próximos días, de la misma forma que va a desplazarse a capitales europeas, entre las que ha citado Berlín, Helsinki y Madrid, en alusión a tres países que se han manifestado tajantemente en contra de una nueva quita a Grecia.

Precisamente, sobre la cuestión de la deuda, ha reconocido que el sector privado ya procedió a una condonación parcial, a su parecer fue "excesiva y demasiado tarde".

El problema, de acuerdo con su análisis, no es que los acreedores dieran a Grecia una cantidad de dinero insuficiente, sino que con un programa de salvamento mal concebido ese dinero se perdía en un pozo sin fondo y que su país pasó a actuar "como un toxicómano" que solo piensa en la próxima dosis, en este caso en el próximo paquete de ayuda exterior.

"Queremos reducir las pérdidas para nuestros socios"

"Lo que queremos es reducir las pérdidas para nuestros socios", ha argumentado el ministro griego para justificar una renegociación de la deuda sobre la que no ha dado muchos detalles, más allá de la posición conocida de que quiere que los reembolsos estén vinculados al crecimiento económico de su país.

En su discurso, esa revisión del programa de salvamento de Grecia lo ha enmarcado en un replanteamiento mucho más vasto de las prioridades económicas europeas, con un mayor acento en las inversiones que a su juicio son las que permitirán reactivar la economía y una crítica al plan de 315.000 millones de euros del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, por insuficiente.

Varufakis ha pedido "tiempo para formular (sus) propuestas" a los socios europeos, que se referirán a la deuda, pero también a otras cuestiones como "la situación humanitaria", para lo que ha dicho necesitar un mes o seis semanas.

Puesto que por razones de vencimiento de algunas emisiones hay un plazo límite que es junio, ha dicho que estaría bien que el diálogo con los otros países y con las instituciones financieras permitieran llegar a un compromiso "que será beneficioso para todos" de aquí a finales de mayo.

Francia, mediador entre Grecia y UE

Sapin, que en tanto que anfitrión se ha esforzado en presentar a su país como facilitador y mediador entre Grecia y los otros socios europeos, ha dejado claro en todo caso que "Francia descarta una anulación de la deuda, que sería una forma de desplazar la carga del contribuyente griego al contribuyente europeo".

Y en cuanto a la troika, el titular francés de Finanzas ha reconocido que para el actual Gobierno de Syriza, pero también para el conservador que le precedió "es un elemento extremadamente negativo" que hay que tener en cuenta.

No obstante, a continuación ha añadido que el BCE, el FMI y la Comisión Europea van a seguir ahí y "el diálogo con esas tres instituciones perdurará".

El próximo 28 de febrero finaliza la prórroga del plan de rescate y Grecia tiene hasta esa fecha para negociar el último tramo del programa, valorado en 1.800 millones de euros.