El poder del rostro femenino en pantalla

• La huella de once actrices del cine español compitiendo por los Goya 2015
• Mejor actriz, actriz de reparto y actriz revelación, son las categorías en liza
• Juventud, veteranía, y currículums que atraviesan el teatro, la televisión y el cine

La actriz Bárbara Lennie en un fotograma de 'Magical girl'

Es difícil elegir entre las actrices protagonistas de este año porque todas son muy buenas y piden paso al Goya con buenos papeles en buenas películas. Con la mano en el corazón, creo que sería hora de que se lo dieran ya a Macarena Gómez.

Y es que tras esa mirada verde y un poco turbia, a lo “femme fatale” de los mejores tiempos de Hollywood, esa sonrisita cómplice y esa vocecita a lo Gracita Morales, hay un pedazo de actriz capaz de los más difíciles equilibrios en el alambre, como demuestra en Musarañas. Su Montse es un personaje al límite, muy complicado, una mujer trastornada, que actúa a lo loco por amor, con una mente que no distingue lo bueno de lo malo.

Desde que la llorada Eli Cabrero me la presentara en Sitges, sólo la he visto progresar. Con esa gracia andaluza que tiene, esta simpática cordobesa nos puede hacer llorar de risa cuando quiera, pero esta vez le ha dado por el drama, y quizá eso la acerque más al Goya.

María León en La voz dormida nos dejó pasmados. Su frescura y naturalidad y esos ojos limpios de gata cariñosa, se nos ganaron a la primera. La hemos visto triunfar en San Sebastián con Concha de Plata en mano.

Podría haber estado nominada por Carmina y Amén pero su personaje en Marsella tiene más recorrido, esa madre biológica en lucha con otra madre, adoptiva, por el cariño de una hija a la que no ha criado y lo hace con toda su inexperiencia y toda su buena fe. Absolutamente conmovedora.

Poco a poco va dejando de ser una revelación para convertirse en una firme realidad de nuestro cine. Verla en la pantalla es un regalo. Es muy joven y tiene tiempo para muchos Goyas.

Una madre biológica, Sara (María León), y una madre de acogida, Virginia (Goya Toledo), comparten a una niña de 9 años, Claire (Noa Fontanals). A consecuencia de sus problemas con el alcohol y las drogas, la justicia le retiró a Sara la custodia de su hija cuando tenía cuatro años. La niña fue dada en acogida a Virginia y Alberto a los que Claire considera sus padres desde entonces. Todo cambia cuando, cinco años después, un juez decide devolver la niña a Sara, que ha logrado rehacer su vida y tiene un trabajo estable.

Elena Anaya, candidata por Todos están muertos, siempre prestigia un premio con su adorable presencia. Puedes apostar por ella con los ojos cerrados y así lo han hecho, desde que la descubriera Alfonso Ungría, directores de la categoría de Fernando León, Medem o Almodóvar.

Inteligente y generosa, esta mujer, que tiene un ojo de cada color como saben los más observadores, se ha currado con Beatriz Sanchís una película en la que ha participado a fondo, con un personaje que también conmueve, una estrella de rock deprimida que no ha superado la muerte del hermano.

En esta película de Beatriz Sanchís se ha bajado a los ochenta y se pasea entre fantasmas. Elena tiene su Goya bien ganado, pero en cualquier momento puede repetir. Es peligrosa, en el mejor sentido de la palabra.

Lupe es una joven que en la década de los 80 fue una afamada estrella de rock, pero ahora vive encerrada en su casa, ya que sufre agorafobia. Su madre, que cuida de ella, intentará cambiarla, aunque el tiempo correrá en su contra. Elena Anaya encabeza "Todos están muertos", la ópera prima de Beatriz Sanchís, que en el pasado Festival de Málaga se llevó el Premio Especial del jurado, el del jurado joven y el galardón a la mejor actriz.

Y nos queda Bárbara Lennie, que, como Macarena es también Premio Ojo crítico y Premio Sant Jordi, así que podemos presumir de que nosotros la vimos primero. Siete minutos le bastaron en Los condenados para llevarse un montón de premios.

Ahora vuelve y ¡con qué fuerza!, con doble nominación. Con la poli de rostro hierático de El niño, como actriz de reparto, y la enigmática chica transtornada de Magical Girl, como actriz protagonista, que parece salida del cine negro, dos caras quizá de una misma moneda. ¡Y por qué no cabría Stella Cadente!

Que esta belleza morena está en un momento espléndido es la lectura que se puede hacer de la doble nominación que ha conseguido, un regalo envenenado, como muy bien podría decirle Antonio de la Torre, que ha pasado por ello. De seguir batiendo récords, va camino de ser la Eduard Fernández del ala femenina. Con ella entramos en las actrices de reparto.

Actrices de reparto

¿Qué decir de Goya Toledo? Tan guapa y encantadora, una mujer que no se quiso quedar en modelo. Tuvo que ir a buscarla el bueno de Iñárritu para que en Amores perros, esta dulce canaria pudiera mostrar todo su talento en la más dramática situación. Ella sabe estar en la comedia también si es necesario y en cualquier escenario, sea en Los Ángeles, en los Oscar donde brindaba por el éxito de su amiga Penélope Cruz, o en la Seminci, donde nos saludamos la última vez que nos cruzamos.

La hemos ido viendo en el cine y pensamos que le faltan papeles a su altura. Pero si tiene nombre de premio, ¿por qué no se lo van a dar? Si además llega respaldada por una buena actuación en Marsella, en el papel de esa madre adoptiva lucha con uñas y dientes por la hija que ha criado, una historia de nuevos puntos de partida, donde Belén Macías la encuadra perfectamente.

Con Carmen Machi, se nos acaban los adjetivos. Es sencillamente genial, un animal teatral, televisivo y cinematográfico. La hemos visto yendo al límite con Javier Rebollo o Pedro Almodóvar y esta vez de nuevo da una clase magistral de reina de la comedia en la supertaquillera Ocho apellidos vascos, encarnando a un personaje que aprovecha sus minutos.

Actriz con una personalidad arrolladora, es gata pero no vieja, se las sabe todas y pone en práctica todos sus recursos y registros. Conoce los Goya a fondo y por dentro porque los ha presentado. La estatuilla no le es ajena e iría bien a gusto con ella.

Y la cuarta, Mercedes León, la menos conocida y la que buscará la sorpresa. Una mujer de teatro que ha desarrollado su carrera en Andalucía y en los escenarios. Una novata en el cine, aunque no lo parezca porque asombra el papelón con el que llama la atención en La isla mínima y es que ahí se ven sus tablas.

Estamos ante una corredora de fondo que, echando la vista atrás, recuerda a la María Galiana de Solas, con la que comparte también la vocación de docencia. Como tantos preguntan "¿quién es?", ¿no habría sido mejor incluirla en el apartado de actriz revelación?

Actriz revelación

Bueno quizá no había hueco. En esta categoría para mí encabeza el listado Ingrid García Jonsson, jovencísima actriz que responde al cien por cien al concepto que se baraja.

Un auténtico hallazgo, descubrimiento, que llena de luz una película llena de sombras, Hermosa Juventud, la última de Jaime Rosales y la primera de esta rubia que no pasa desapercibida.

La actriz representa a la mil maravillas a esa juventud que se ha visto tocada por la crisis e intenta salir a flote como puede. De momento ya conoce la alfombra roja de Cannes. Veremos si cambia el refrán y puede decir que a la primera, en los Goya, va la vencida.

Jaime Rosales presenta "Hermosa juventud", una película con aire documental en la que escapa de su estilo personal, que ha sido reconocida por el Jurado Ecuménico en la reciente edición del Festival de Cannes. Natalia y Carlos son una pareja de veinteañeros que intentan sobrevivir en un contexto impregnado por la crisis actual, sin estar motivados por ambiciones o grandes sueños. Para mejorar su situación financiera, deciden rodar una película porno "amateur".

Yolanda Ramos tiene en Paco León a su mejor valedor. El Festival de Málaga refrendó su actuación premiándola como mejor actriz de reparto por sus toques magistrales en Carmina y amén. La comedia, desde luego, es la pista de desepegue ideal para esta todoterreno que salta de la televisión al cine sin ningún problema.

Divertida y deslenguada, destaca en ese coro impagable de vecinas que acompaña en el duelo a Carmina Barrios. Yolanda Ramos tiene fuerza, no sé si para parar un tren, pero sí para ganar merecidamente un Goya.

Natalia Tena es una fuerza de la naturaleza. No para quieta un minuto, pura energía. Juego de tronos le da un plus de aureola. No en vano, Carlos Marqués Marcet y sus productores bailaban de alegría cuando la contrataron y la sacaron del barco en el que vive para que rodara con ellos 10.000 Km, una crónica de pareja separada por las circunstancias, que, como tantas hoy en día, recurren a las pantallas para mantener contacto y hacer que el amor no languidezca.

Igual de dedidida que se va a Los Ángeles cuando le sale un trabajo en la película, seguro que si se huele que pilla Goya, ahí la tendremos dando marcha a la alfombra roja, digo yo.

Y cerrando, Nerea Barros, con una belleza a lo Blanca Romero, que Romero de Torres habría querido plasmar en uno de sus famosos cuadros. Nerea Barros asalta las pantallas, saltando de Galicia a Andalucía. Con esa cara de virgen doliente, no hay duda de que enamora a la cámara. Creo que le queda mucho camino por andar, aunque está en la película adecuada, La isla mínima, para que se fijen en ella.