Enlaces accesibilidad

Un paseo entre las ruinas de la Kobani liberada

  • Los milicianos kurdos y algunos civiles han podido recorrer la ciudad siria
  • EE.UU. considera que está prácticamente liberada de terroristas del EI
  • La pérdida de este enclave puede resquebrajar las filas del Estado Islámico

Por
Un combatiente kurdo sostiene a su hijo en Kobani, una ciudad devastada tras cuatro meses de combates.
Un combatiente kurdo sostiene a su hijo en Kobani, una ciudad devastada tras cuatro meses de combates.

El regreso a la Kobani liberada es un paseo entre calles llenas de escombros, proyectiles abandonados, y edificios destripados. Una ciudad devastada por una batalla sangrienta entre el Estado Islámico y las fuerzas de resistencia kurdas que, con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EE.UU., han arrebatado a los terroristas el control de este preciado objetivo estratégico del Califato.

Después de cuatro meses de lucha, los milicianos kurdos patrullan las calles, desiertas, sin apenas civiles. Armados con fusiles Kaláshnikov saludan a los periodistas con una lluvia de disparos al aire mientras hacen la señal de la victoria. Entre ellos, un padre que pasea con su hijo en brazos.

Los reporteros de la agencia France Presse también han podido entrar este miércoles en Kobani, un enclave simbólico en la lucha de los yihadistas, que se ha apoderado de grandes extensiones de territorio en su ofensiva por establecer un califato de terror en Irak y Siria. Y el escenario que describen y que han fotografiado es de una destrucción total.

Imágen de una calle del centro de Kobani. FUENTE: AFP/BULENT KILIC

Los vecinos, refugiados en Turquía, esperan poder regresar ahora a casa. "Queremos ver a esos villanos completamente expulsados de nuestra ciudad. Queremos estar protegidos. Queremos que los países nos ayuden, que ayuden a nuestra gente. Queremos volver a Kobani y vivir allí sin que nos hagan daño. Queremos ver que se han ido para siempre", afirma Fadile Ismail a la agencia Reuters en un campamento turco.

El martes, los combates seguían en las aldeas alrededor de Kobani. EE.UU. ha confirmado haber lanzado 13 bombardeos en las últimas 24 horas y que continuará atacando posiciones del grupo para conducirlos fuera de la zona. El Pentágono ha dicho que los peshmerga tienen el control de alrededor del 90% de la ciudad.

Un hombre kurdo revisa la parte oriente de la ciudad de Kobani, libre de combates este miércoles. Fuente: AFP PHOTO / BULENT KILICA

Las filas del Estado Islámico se resquebrajan

El Estado Islámico ha perdido a cerca de 1.200 combatientes en la batalla, de un total de 1.800 muertos, pese a haber bombardeado a las fuerzas de resistencia kurdas con el armamento más sofisticado, capturado en bases militares iraquíes y sirias.

“La derrota del Estado Islámico en Kobani ha demostrado que el grupo yihadista no es invencible en Siria, y podría suponer una afrenta a la moral de sus combatientes, cuyas deserciones han aumentado en los últimos meses”, asegura la periodista Susana Samhan, de la agencia Efe, desde Beirut.

Sin embargo, según los expertos es todavía temprano para saber si la expulsión el lunes pasado del EI de Kobani, símbolo de la resistencia kurda contra los radicales, animará a más extremistas a dejar la organización.

Kobani es una ciudad pequeña. Ni mucho menos es el final del EI

El activista Abderrahman Saleh, próximo al Frente Islámico, una de las principales alianzas rebeldes, resta importancia, en declaraciones a Efe por internet, a este logro de las fuerzas kurdas porque "Kobani es una ciudad pequeña. Ni mucho menos es el final del EI".

Aumenta el número de desertores

En su opinión, los radicales son todavía muy fuertes y las grandes batallas tendrán que librarse en lugares como Al Raqa, donde si algún día son vencidos empezará a haber deserciones en bandada.

Aun así, ya se han dado casos de yihadistas en esa provincia que ha escapado del grupo, que no parece dispuesto a admitir disidencias. Así lo demuestran las decenas de ejecuciones de sus militantes por contravenir sus órdenes. Los desertores recurren a gente que trabaja en secreto en contra de los extremistas en Al Raqa y que les garantizan un camino seguro, o bien se marchan por su cuenta o en colaboración con alguna facción rebelde rival.

"El común denominador que encontré en aquellos con los que hablé es el arrepentimiento. Todos ellos descubrieron que el EI es tan solo un instrumento para sus emires y que sus servidores son únicamente una herramienta para la supervivencia de esos emires", indica Abu Bakr, de la opositora red Red Sham.

Militantes de primera y de segunda clase

En el EI hay combatientes de primera y segunda clase. "En la primera fila, están sus líderes y detrás de ellos los milicianos que deben avanzar para sobrevivir", dice Abu Bakr, que ha tenido contacto con desertores sirios y de otras nacionalidades árabes, pero ningún occidental.

Para este activista, Kobani es importante para el EI, porque allí han muerto más de un millar de sus guerrilleros, "que fueron enviados a una batalla que no estaba claro que iban a ganar, lo que puede causar desánimo en sus huestes". "Les mandan a frentes considerados suicidas, como por ejemplo el frente de Kobani o a los frentes en Irak, adonde han ido muchos milicianos procedentes de Siria", reflexiona.

El califato, proclamado en junio por el EI en Siria e Irak, ha atraído a miles de yihadistas de todo el mundo a estos dos países para adherirse al grupo, que avanzó de forma muy rápida durante los meses siguientes.

Ahora que parece que su progreso se ha frenado por los bombardeos de la coalición y con derrotas como la de Kobani o la de Diyala, en Irak, falta por ver si será capaz de mantener esas lealtades.