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La Biblioteca Nacional adquiere un ejemplar de 'Vidas de Artistas' de Vasari anotado por El Greco

  • La obra de tres volúmenes corresponde a la segunda edición de 1568
  • El tomo II de este conjunto ha sido donado por la Fundación El Greco 2014
  • El precio de los tomos I y III, adquiridos por la BNE, ha sido de 300.000 euros
  • Los márgenes contienen comentarios escritos por el Greco sobre los artistas

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Biblioteca Nacional de España
Biblioteca Nacional de España

Como broche de oro a la celebración del cuarto centenario de la muerte del Greco, la Biblioteca Nacional enriquece sus fondos con tres tomos de Las vidas de artistas, de Giorgio Vasari, con anotaciones del artista cretense.

El tomo II de esta obra ha sido donado por la Fundación El Greco 2014 a la Biblioteca Nacional de España, institución que por su parte ha adquirido los otros dos volúmenes. El precio total de la compra a los propietarios de la obra, los hijos de Xavier de Salas, ha sido de 300.000 euros.

La adquisición "es una gran noticia para el patrimonio bibliográfico español al tratarse de un ejemplar único de valor incalculable", en opinión de Ana Santos, directora de la Biblioteca Nacional, para quien las anotaciones del artista "son básicas y fundamentales para saber lo que pensaba de otros pintores".

Los tres tomos que forman la obra se unen al de Vitruvio y los términos de la arquitectura, también con anotaciones del Greco y en posesión de la Biblioteca Nacional, por lo que esta institución "se ha convertido en lugar de referencia para cualquier estudio que se quiera hacer del Greco". La directora ha anunciado que las obras serán digitalizadas en los próximos meses y mostró su satisfacción por "este broche de oro a un año que ha sido un hito en la historia de nuestro país".

Culminando el año del Greco

En términos similares se ha expresado Gregorio Marañón, presidente de la Fundación El Greco, para quien es "la mejor culminación posible de cinco años de trabajo en la preparación del año del Greco", y ha añadido que "pensamos en la forma de terminar este año con algo que tuviera trascendencia, como es la adquisición de esta obra que, después de 400 años, se reúne de nuevo con el tomo de "Vitruvio y los términos de la arquitectura".

Marañon ha destacado la importancia de la visión crítica del arte y de sus artistas contemporáneos que da el Greco a través de sus anotaciones y ha mostrado su felicidad porque la obra se encuentre "para siempre en las mejores manos posibles".

Esta obra de tres volúmenes corresponde a la segunda edición de 1568, que fue revisada y ampliada. Perteneció primero al pintor Federico Zuccaro, quien en 1586 se la regaló al Greco, y de éste pasó a su mejor discípulo, Luis Tristán. El libro formó parte de la colección de un convento madrileño, de donde desapareció. En 1966, el historiador de Arte y director del Museo del Prado, Xavier de Salas, lo adquirió en el mercado londinense, y hace un tiempo sus herederos encargaron su venta a la sala de subastas Christie's.

La opinión del maestro de puño y letra

Zuccaro, el Greco y Tristán reflejaron de su puño y letra en los márgenes de la obra valiosos comentarios sobre las palabras de Vasari. Así, lo escrito por El Greco refleja, entre otras cosas, su respeto por Tiziano y Tintoretto y su "relación de amor y odio con Miguel Ángel", comentó Fernando Marías, gran experto en el artista cretense y autor junto a Agustín Bustamente del hallazgo en 1979 de "Los diez libros de arquitectura", de Vitruvio.

Además, según Marías, lo escrito ofrece "una imagen del artista muy contraria a la que nos habíamos hecho de él y descompone ese conocimiento que creíamos tener". Consideró que el texto de Vitruvio es más académico, "mientras que el de Vasari es más importante, porque refleja las relaciones con sus contemporáneos y es más revelador de la personalidad del Greco, que en ocasiones se muestra insultante con el autor del libro".

Las palabras del Greco, que entre las obras de Vitruvio y Vasari suman 18.000, muestran su valoración de la cultura griega y se reconoce como heredero del mundo clásico. "Se define a sí mismo como pintor naturalista en contradicción con Miguel Ángel, del que decía no sabía pintar la carne, mientras que elogia a Tiziano".

Para Fernando Marías, el Greco se muestra como un artista total que pretende utilizar todas las disciplinas artísticas a su alcance y defiende la unidad de las artes "manifestándose como un artista moderno". Polémico en sus reflexiones, abogaba por "las virtudes del color, las luces y las sombras frente a la tradición de Vasari y de la pintura florentina y romana que defendía el dibujo como elemento creador. Afirmaba que sin color no existe la posibilidad de una pintura realmente moderna".