Enlaces accesibilidad

Nacho Fernández: "'Dragon Fall' nació como una broma"

  • Se reedita en tomos la parodia más famosa de los 90
  • Hablamos con sus autores Álvaro López y Nacho Fernández

Por
Fragmento de la portada de 'Dragon Fall'
Fragmento de la portada de 'Dragon Fall'

Actualmente es relativamente habitual que los autores de cómic se den a conocer a través de Internet, mediante blogs o páginas webs, y terminen publicando sus obras en papel. Pero hace veinte años dar el salto de un fanzine a un cómic profesional era casi imposible. Sin embargo dos jóvenes lo consiguieron con la parodia definitiva de la serie de animación más popular de los últimos años: Dragon Ball. Eran Álvaro López y Nacho Fernández y su obra Dragon Fall, que ahora Dolmen reedita en 8 tomos (trimestrales) que recogerán los 52 números originales y numerosos extras.

“Es una reedición en la que se incluyen unos siete u ocho números originales por tomo –comenta Nacho Fernández- y aparte vamos a incluir mucho material extra como bocetos, dibujos originales, páginas a lápiz y pin-ups de otros dibujantes como Enrique V. Vegas o Carlos Pacheco entre otros”.

“Una coña sobre Dragon Ball Z”

Nacho Fernández nos comenta que: “La serie nació como una broma en el instituto. Por aquel entonces hacíamos una fanzine y de vez en cuando sacábamos números monográficos. Ya habíamos hecho uno de Dragon Ball y decidimos hacer una coña sobre Dragon Ball Z. Porque la serie original era de humor, de aventuras clásicas, pero había derivadoan algo más comercial, al género de superhéroes, con personajes superpoderosos y estructura de videojuego. Se convirtió en algo predecible y absurdo, y lo reflejamos en un cómic que pensamos enviar a Planeta DeAgostini, que publicaba la serie de Akira Toriyama”.

“Pero al final –continúa Nacho- lo pudimos publicar gracias a unos amigos que tenían una librería. Ellos pusieron el dinero con la condición de que si se vendía muy bien se convertiría en una serie. Y así, la serie acabó siendo publicada por Heliópolis/Camaleón ediciones y nos convertimos en dibujantes profesionales de la noche a la mañana”.

“Y de repente nos vimos haciendo 30 páginas mensuales –añade Álvaro López- Fue increíble, porque lo habíamos hecho como una broma y allí estábamos, yendo a salones para firmar ejemplares a un montón de fans”.

“Sosón Goku es un pelma”

La serie está protagonizada por Sosón Goku (Son Goku), que llega a la Tierra a bordo de una pequeña nave espacial. “El original era un chaval muy inocente, muy honrado, un héroe de una pieza y muy noble –asegura Nacho-. El nuestro es un pelma, un tipo bloqueado en muchos aspectos, una especie de Hommer Simpson que sólo hace que meter la pata. Y al que la mayoría de los personajes intentan evitar. Además, a lo largo de la colección, se va convirtiendo casi en un vegetal porque los personajes que nos interesaban eralmente eran los villanos”.

“El personaje original era un buenazo –añade Álvaro. Y nosotros lo llevamos al mono con pistolas. Una persona muy poderosa que no era consciente de las cosas que pasaban a su alrededor y que terminaba destruyéndolo todo. El prototipo de los superhéroes que para vencer al villano acaban destruyendo toda la ciudad, con lo que no terminamos de ver el beneficio. Resumiendo: Un peligro con patas”.

Además de los personajes de Dragon Ball, en la serie vemos desfilar a otros muy conocidos de la cultura popular, como Ranma 1/2, Transformers, GUNNM, Astérix, Tintín, Las Tortugas Ninja, Power Rangers, Doraemon, Robotech, He-Man, Evangelion, Superlópez, Street Fighter II, Darkstalkers, Star Wars, Hellraiser, Mars Attacks!, Jurassic Park, Judge Dredd

Disfruté mucho con esas parodias de otras series de manga y películas de culto como Atmósfera cero, Star Wars, Transformers… Siempre había chistes sobre Katsuhiro Otomo (Akira) -confiesa Nacho-. Y al final incluso cruzábamos bromas con otros dibujantes amiguetes como Cels Piñols y sus Fanhunters, que aparecieron en varios números. Nos divertimos mucho y creo que el lector lo supo apreciar”.

“Terminamos desarrollando nuestro propio estilo”

“Al principio queríamos ser completamente fieles al estilo de Akira Toriyama y al argumento de la serie, aunque los personajes fueran un poco cabezones –confiesa Álvaro-. A mí me resultaba muy fácil imitar el estilo de Toriyama. Pero a medida que avanzaba la serie, Nacho fue desarrollando su propio estilo y la historia fue cada vez más original y disparatada”.

“Queríamos que la gente pensase que el cómic estaba hecho en Japón, por eso el estilo se parecía tanto al de Toriyama -añade Nacho-. Y dio completamente el pego. Cuando la gente se enteraba de que lo hacíamos dos chavales, se llevaban un chasco y nos reíamos mucho”.

“Mi estilo de dibujo siempre fue más esquemático que el de Álvaro, que es más realista, aunque cuando quiere saca la vena guasona –continúa Nacho-. Al final, mi estilo se fue simplificando y se notaba la diferencia. Pero con Dragon Ball aprendimos a tomarnos el dibujo en serio. Aprendimos a dibujar”.

“Nos reuníamos y repasábamos el argumento, para encontrar cosas graciosas y ridículas, casi como contándonos chistes el uno al otro –asegura Álvaro-. Luego Nacho se fue ocupando también del guion y se separó definitivamente de la historia original, mientras yo me centraba en las tintas”.

Tuvieron que mudarse a Barcelona

Debido al gran éxito de la serie, los dos jóvenes terminaron por mudarse de Vitoria a Barcelona. “Nos cambió la vida por completo –confiesa Álvaro- pasamos del instituto a mudarnos a Barcelona donde conocimos a mucha gente interesante del mundillo, lo que nos ha permitido seguir trabajando en esto después de tantos años”.

Sin embargo nada es eterno: “Decidimos dejarlo porque nos aburrimos y queríamos intentar cosas nuevas” –añade Álvaro-.

“Estábamos hechos polvo –confiesa Nacho- Habíamos agotado el tema, igual que Toriyama, y empezábamos a repetirnos. Ya no nos divertíamos y el editor estuvo de acuerdo en finalizar la serie antes de que decayera, porque aún se vendía bastante bien”.

Veinte años después de Dragon Fall, ambos se ganan la vida con el cómic.

“Yo –comenta Álvaro López- estoy entintando a Javier Rodríguez en un cómic para Marvel sobre el Duende, el enemigo de Spiderman (AXIS: Hobgoblin escrita por Kevin Shinick).

“Yo trabajo para la nueva editorial Grafito, en una Space Opera, Los mundos de Valken. Océanos en llamas; un cómic sobre un imperio espacial en decadencia, que se cae por su propio peso. De momento estoy sentando las bases de la historia”.

20 años después, podemos comprobar que el sentido del humor de Dragon Fall sigue siendo muy actual.