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Canadá reforzará su seguridad tras los atentados: "Estaremos vigilantes, pero no atemorizados"

  • El primer ministro anuncia que acelerará la reforma del espionaje
  • Se multiplican las muestras de condolencia por el soldado asesinado
  • La policía dice que el atacante actuó en solitario

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Nuevas imágenes muestran el recorrido que hizo el hombre que atentó en el Parlamento de Canadá

El primer ministro canadiense, Stephen Harper, ha anunciado que acelerarán las reformas ya planeadas de las leyes de seguridad después de los atentados de esta semana en el país.

A solo unos metros de donde la víspera fue abatido un atacante que entró a tiros en Parlamento tras matar supuestamente a un soldado en las inmediaciones de la Cámara en Ottawa, Harper ha dicho que el objetivo de los terroristas es "atemorizar a la sociedad y paralizar al Gobierno", informa Reuters.

"Estaremos vigilantes, pero no correremos atemorizados", ha añadido en su intervención, en la que explicado, en su doble condición de mandatario y líder de la mayoría conservadora, que acelererán los trámites para sacar adelante diversas reformas legislativas ya en marcha, entre ellas una una modificación de la ley que regula el servicio de inteligencia y seguridad, que debía llegar al Parlamento esta semana.

La nueva legislación amplía los poderes de la principal agencia de espionaje canadiense, la CSIS. "El Gobierno ahora tiene que elegir entre seguir adelante con los cambios originales previstos, que probablemente eran a pequeña escala, o pensar si es necesario algo más", ha declarado a Reuters Wesley Wark, profesor en la Universidad e Ottawa y experto en temas de seguridad.

La ampliación de competencias podría incluir más iniciativa a la hora de vigilar a sospechosos y el intercambio de información con otros países, como EE.UU. o Reino Unido, según apunta el diario canadiense The Globe and Mail.

En su intervención de este miércoles, Harper no ha dado más detalles.

Homenajes y tensión

El atentado en el corazón mismo del sistema político canadiense se suma al que costó la vida a otro soldado el lunes. Ambos sucesos han causado una gran conmoción en un país tradicionalmente tranquilo y pacífico, acostumbrado a ver los tiroteos del otro lado de la frontera por televisión.

De momento, las autoridades han elevado su nivel de alerta de "bajo" a "medio". Varias ciudades han incrementado sus medidas de seguridad en torno a edificios oficiales, escuelas y sistemas de transporte.

"Es extremadamente inusual que exista esta atmósfera en la ciudad", reconocía a la BBC en Ottawa el diputado David McGuinty mientras la Policía mantenía cercadas numerosas sedes oficiales durante la madrugada.

La última en ser reabierta ha sido el Parlamento, a media mañana, después de varios homenajes. Según relata la agencia France Presse, los diputados y la mayoría de miembros del Gobierno han roto en aplausos hacia el agente que abatió al atacante, han cantado el himno, rezado y guardado un minuto de silencio por el soldado fallecido.

Poco antes, Harper y su mujer colocaban una ofrenda floral en el lugar en que murió el cabo Nathan Cirillo, cerca del memorial a los soldados caídos en Ottawa y a dos pasos del Parlamento.

En ese acto se ha vivido un momento de tensión y en el que el cual la Policía ha detenido a punta de pistola a un individuo por "perturbar la escena del crimen", informa Efe.

La ofrenda se ha repetido en otros lugares del país, delante de los cuarteles del Ejército, y las condolencias han llegado también a las redes sociales, como recoge la página de la radiotelevisión pública nacional, CBC.

Según los testigos, el asesino de Cirillo es el mismo hombre que después entró en la vecina sede del Parlamento y realizó varios disparos antes de ser abatido. La Policía de Ottawa ha confirmado que trabajan con la hipótesis de que Zehaf-Bibeau fue el único responsable de los dos ataques

Convivencia y política internacional

Las autoridades han pedido también a las comunidades religiosas del país que informen de cualquier crimen o amenaza que pueda arrojar luz sobre los recientes atentados.

Lo que se preguntan muchos canadienses es si se trata de hechos aislado o de un problema de fondo.

"Aunque aún son una minoría, Canadá alberga a un número de extremistas que predican puntos de vista radicales", asegura en un artículo en la BBC el experto en terrorismo Tom Quiggin. "Han estado creando un espacio político donde es aceptable promover la violencia tanto en casa como fuera", añade.

La Policía informó la semana pasada de que tenía a 90 sospechosos de estar relacionados con el terrorismo, y de que muchos jóvenes canadienses podrían haberse sumado ya a las filas del EI. Se desconoce de momento si entre ellos estaba Michael Zehaf-Bibeau, canadiense, natural de Quebec y convertido al Islam, al que las autoridades han identificado como el atacante del Parlamento.

Canadá se ha sumado a la coalición internacional liderada por Estados Unidos que lucha contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y Siria. El martes, seis aviones de combate CF-18 Hornet partieron con destino al golfo Pérsico.

La misión de combate ha sido rechazada por la oposición. Harper, sin embargo, ha justificado el despliegue y ha afirmado que el EI representa una amenaza a la seguridad nacional.