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Mike Cahill vuelve a sorprender gratamente a Sitges con 'Orígenes'

  • Cahill plantea en su película el eterno dilema razón-espiritualidad
  • Sergio Caballero plantea una propuesta artística en 'La distancia'
  • El filme de Caballero se estrenará el 17 de octubre en las salas de España

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El director Mike Cahill, durante su participación en el Festival de Cine de Sitges con 'I Origins'.
El director Mike Cahill, durante su participación en el Festival de Cine de Sitges con 'I Origins'.

El director Mike Cahill ha vuelto a sorprender en el Festival de Cine Fantástico de Sitges con Orígenes, en la que plantea el eterno dilema razón-espiritualidad. Mientras, el cineasta Sergio Caballero, codirector del festival Sónar, ha planteado una propuesta esencialmente artística en su segunda película, La distancia.

Orígenes arranca en el momento en el que un estudiante de biología molecular especializado en la evolución del ojo humano, interpretado por Michael Pitt, conoce a una chica, Sofi, cuyo iris ocular tiene la capacidad de cambiar de color.

Cahill, que hace tres años obtuvo de manera inesperada el premio Méliès de Oro a la mejor película fantástica por Otra tierra, ha confesado que su posición personal es bastante parecida a la de Sofi: "Igual que hay unos gusanos ciegos que no ven la luz que tienen alrededor, esa analogía me hace pensar que quizá las personas no podemos ver lo que hay fuera del universo. Unos días me levanto pensando como el científico y otros como Sofi".

La idea de la película surgió hace 12 años

"Como artista, la ciencia nos permite construir nuevas historias a partir de sus descubrimientos, pero todos hemos de hacer caso a nuestra intuición y Sofi acaba descubriendo los secretos del universo gracias a su intuición, mientras que Ian, el personaje de Pitt, llega al mismo punto, pero a través del método científico".

Cahill ha revelado que la idea de la película surgió hace 12 años cuando empezó a investigar sobre la biométrica del iris y leyó que todos los ojos son únicos como las huellas dactilares, se forman en el útero y se mantienen invariables durante el resto de nuestras vidas.

El último elemento inspirador fue la frase de Séneca de que los ojos son el reflejo del alma: "por eso, era interesante demostrarle a un científico que gracias a los ojos tenemos todos un alma".

Una historia de amor

La historia de amor de Ian, primero con Sofi y después con Karen, la becaria del laboratorio (Brit Marling) es, a decir de Cahill, "esencial en el filme".

La actriz francoespañola Astrid Bergés-Frisbey, nacida en Barcelona, vuelve a un proyecto internacional, después de su participación en Piratas del Caribe, para interpretar a Sofi. Bergés-Frisbey vio en Orígenes "una historia con una parte emocional fuerte que despierta el interés del espectador más allá de la pura curiosidad, la que nos daría un artículo científico".

Aunque Cahill ha contado con más presupuesto en su segundo largometraje que en Otra tierra, sigue siendo "lo suficientemente pequeño como para poder mantener la libertad creativa".

Caballero plantea una propuesta en 'La distancia'

Por su parte, el cineasta Sergio Caballero, codirector del festival Sónar, plantea una propuesta esencialmente artística en su segunda película, La distancia.

El filme, que mezcla el género del suspense con la ciencia ficción, utilizando toques de humor surrealista, narra la historia de un trío de enanos rusos con poderes sobrenaturales que reciben el encargo de robar en una central térmica abandonada de Siberia.

Caballero, consciente de que no ha hecho una superproducción destinada a las grandes salas comerciales, ha explicado en la presentación que "un filme con tres enanos que hablan por telepatía en atmósferas extrañas solo podía estrenarse en Sitges".

Su filme trata sobre un robo

Para el director, su filme trata sobre un robo, pero "lo importante no es el tema de que trata, sino cómo lo aborda", y en ese matiz gana relevancia "el lugar visual y sonoro, con una banda sonora de Pedro Alcalde, que no es la banda sonora al uso de partitura".

"Trabajo siempre a partir de imágenes que me apunto en un bloc y cojo una idea, una excusa para desarrollar esos apuntes, en Finisterrae era el camino, la 'roadmovie', y aquí es el robo".

Para Caballero, el escenario, esa central térmica abandonada de Aliaga, donde se rodó, localizada en un paraje desolado de Teruel y que en su tiempo fue la central más grande de España, es "un actor más del filme, y el perfecto complemento a unos actores, que no son profesionales, pero que hacen de sí mismos".

Casi todos los diálogos son en ruso

La mayor parte de los diálogos son en ruso, aunque los actores no hablan en la película ya que se comunican por telepatía, algo que Caballero justifica porque le gusta "la sonoridad del ruso, una lengua lejana a nuestro entorno que realza el carácter de cuento y evoca mejor ese mundo imaginario".

Los que critican su cine, añade, mantienen el prejuicio de que el cine tenga que tener unos códigos y que el director tenga necesariamente que hablar de los miedos del espectador y se defiende de estos ataques diciendo que La distancia es "una propuesta plástica y artística".

Recuerda el codirector del Sónar que en los años 80 había más libertad de pensamiento, el espectador estaba más abierto a sentir emociones y "ahora aquellas películas no serían aceptadas como académicamente correctas".

Sin un ánimo intelectual, Caballero deja caer en la película pequeñas píldoras de su mundo como Joseph Beuys, Yoko Ono, el arte contemporáneo o Pluto, el personaje de Disney que más le gustó siempre.

Un espectador poco asiduo al cine

Se confiesa espectador poco asiduo al cine, pero un seguidor absoluto de directores como Hayao Miyazaki, Andrei Tarkovski, Bela Tarr, Mark Osborne y John Wayne Stevenson -Kung-fu panda- y David Lynch.

Tras un recorrido por una veintena de festivales de países como Brasil, Reino Unido, Australia, Sudáfrica, Corea del Sur o Taiwán, La distancia se estrenará el próximo 17 de octubre en salas de cine de Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas.

Caballero, que en este filme ha trabajado con tres los enanos que protagonizaron Blancanieves, declara que disfruta con los rodajes extremos como cuando tuvieron que rodar en la central de Aliaga a 14 grados bajo cero. En España, dice Caballero, puedes hacer el cine que te apetece, pero luego lo difícil es encontrar los canales de distribución.