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La Fiscalía de México acusa a tres militares del asesinato de 22 personas en junio

  • Los militares se enfrentaron a un supuesto grupo de delincuentes en Tlatlaya
  • Una testigo asegura que los militares ejecutaron a quienes se rindieron

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La Fiscalía de México ha anunciado que presentará cargos por uso excesivo de la fuerza y homicidio contra tres soldados a los que acusa de la muerte de 22 personas el pasado mes de junio.

El suceso ocurrió el pasado 30 de junio en Tlatlaya, en el centro del país. La localidad se encuentra en el estado de México pero es fronteriza con los estados de Guerrero y Michoacán, azotados por la violencia del narcotráfico.

Un destacamento de ocho militares que se encontraba de vigilancia se enfrentó con un grupo de supuestos delincuentes en una bodega del municipio.

La versión de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue que los delincuentes habían muerto en el intercambio de disparos. No obstante, la justicia militar detuvo ese mismo día a los ocho militares, un oficial y siete soldados, por indicios de violaciones a la disciplina militar, desobediencia e infracción de deberes.

Ejecutados tras rendirse

Posteriormente, una testigo ha asegurado a la prensa que en el enfrentamiento murió solo uno de los supuestos delincuentes pero que el resto, todos hombres menos una mujer, fueron ejecutados horas después cuando ya se habían rendido a los militares.

La Fiscalía considera ahora, tras una investigación, que los tres militares encausados entraron en el local y "realizaron una secuencia de disparos que no tiene justificación alguna", según palabras del Fiscal General, Jesús Murillo.

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, accedió al cargo en diciembre de 2012 con la promesa de acabar con la violencia criminal ue ha causado más de 100.000 muertos desde 2007.

En los últimos días, el país ha sufrido un repunte de los casos de violencia, incluyendo un enfrentamiento entre Policía Local y estudiantes en la ciudad de Iguala (estado de Guerrero), que se ha saldado con al menos tres jóvenes muertos y una veintena de agentes detenidos. Otros 40 estudiantes continúan desaparecidos.