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Gallardón naufraga después de 30 años de vida política al estrellarse contra el aborto

  • Deja de ser titular de Justicia y renuncia a su escaño en el Congreso
  • Comenzó la legislatura siendo el ministro mejor valorado y se va el penúltimo

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Alberto Ruiz-Gallardón deja la política después de 30 años

Alberto Ruiz-Gallardón, hasta ahora ministro de Justicia, ha renunciado a su cargo por mantenerse firme en sus convicciones respecto de la reforma de la ley del aborto, retirada por el Gobierno, y ha anunciado que dejará su escaño en el Congreso y abandonará la política.

Esta mañana el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha anticipado con la retirada del anteproyecto lo que ya era un secreto a voces: el futuro de Gallardón estaba ligado a la propuesta más controvertida de su departamento, de la que ha defendido a capa y espada cada punto y coma del texto hasta quedarse prácticamente solo, un adjetivo que bien podría definir su paso por Justicia.

Incluso desde su propio partido hay quienes afirman que desde el primer día, el ya exministro no ha encontrado más que obstáculos para sacar adelante sus principales proyectos, tanto dentro como fuera de su formación.

La estrella de Gallardón refulgía al principio de la legislatura. Era el ministro mejor valorado en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) pero se va en la penúltima posición, tras haber visto bajar su nota media en casi cuatro puntos, de 5,41 a 1,87.

Gallardón, que consideraba la vida como un derecho inalienable, veía necesaria una reforma porque la actual regulación, según él, era incompatible con ello. Al final lo que ha resultado incompatible con la visión de su partido y del Gobierno ha sido el propio ministro.

Reformas anunciadas pero no aprobadas

Llegó al Palacio de Parcent con la promesa de diseñar la Justicia de la España del siglo XXI y se marcha -casi tres años después- con un buen puñado de reformas anunciadas pero con ninguna de las principales aprobadas: La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial ha sido contestada por toda la judicatura, no hay ni rastro del Código Procesal Penal ni de la ley de Planta Judicial y el Código Penal está en un cajón del Congreso. La retirada de la reforma del aborto ya es pasado.

Un proyecto que Gallardón marcó en rojo nada más llegar a la Moncloa, cuando el 25 de enero de 2012 anunció la reforma del texto para exigir el consentimiento paterno a la hora de abortar a las menores, precisamente el único retazo que sobrevivirá a la quema, tal y como ha explicado Rajoy.

Probablemente se trate del momento político más amargo en la trayectoria de Ruiz-Gallardón, cuyo mandato al frente del Ministerio de Justicia no ha estado exento de polémica, como así coinciden en señalar una buena parte de los jueces, fiscales, abogados, secretarios judiciales y demás operadores jurídicos: "no ha puesto de acuerdo a nadie y ha puesto en contra a todos".

Oposición en bloque

De hecho, el ministro se tuvo que acostumbrar a enfrentarse con la oposición parlamentaria en bloque, no solo por el contenido sino por la tramitación acelerada y los procedimientos empleados, lo que finalmente acarreó consecuencias y cambios a los tres principales textos aprobados.

Ese fue el caso de la Ley de Tasas Judiciales, cuando la defensora del Pueblo, Soledad Becerril, propuso a Gallardón que se eliminaran algunas tasas y se modificaran otras, algo a lo que el ministro accedió poco después.

O la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que exigió la aprobación previa de un proyecto de ley que suspendiera la renovación del órgano de gobierno de los jueces, para así dejar vía libre al sistema de elección de vocales proyectado por Gallardón.

Completa el podio la reforma de la justicia universal, que logró la unanimidad en contra de los seis jueces de instrucción de la Audiencia Nacional, reacios a archivar las causas que instruían tal y como ordenaba la ley aprobada. Por cierto, esta norma junto a la ley de tasas judiciales ya han sido recurridas ante el Tribunal Constitucional.

Fiscal en excedencia

Gallardón, que dijo que su actual cargo sería el último de su vida política, comienza ahora una nueva etapa tras haberse dedicado 30 años a la política. Nacido el 11 de diciembre de 1958, es licenciado en Derecho (1980) por la Universidad San Pablo (CEU) e ingresó por oposición en la carrera fiscal, de la que está en excedencia.

Hijo del abogado y político conservador, José María Ruiz Gallardón, se afilió con 18 años a Alianza Popular y, en 1983, con 25 años, ocupó su primer cargo político como concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Posteriormente, logró un escaño como diputado en la Asamblea de Madrid en los comicios de 1987. En esa legislatura fue portavoz del Grupo Popular en la oposición.

Senador desde julio de 1987, a propuesta del Parlamento autonómico, renovó su escaño en la Cámara alta en las generales de 1989 y 1993. En 1991 fue candidato a la presidencia de la Comunidad, pero aunque el PP obtuvo 47 diputados frente a los 41 socialistas, el pacto PSOE-IU le impidió acceder al poder.

Fue presidente y portavoz del Grupo Popular en la Asamblea hasta 1993, año en el pasó a ocupar esta responsabilidad en el Senado. Tras conseguir mayoría absoluta en las autonómicas del 28 de mayo de 1995, fue investido presidente de la Comunidad de Madrid el 28 de junio y al día siguiente presentó su renuncia como senador. Fue reelegido en julio de 1999, al revalidar el PP la mayoría absoluta.

Infraestructuras y sueño olímpico

Sus dos mandatos se caracterizaron por la ejecución de importantes proyectos de infraestructuras como la ampliación y construcción de nuevas líneas de Metro o de nuevas vías de circunvalación en torno a la capital (M-45 y M-50).

Candidato del PP a la alcaldía de Madrid en mayo de 2003 ganó con mayoría absoluta, por lo que el 14 de junio fue elegido alcalde de la capital de España. Durante este mandato, Madrid sufrió los atentados del 11 de marzo de 2004, los más graves sucedidos en España, con 192 muertos.

Reelegido alcalde en 2007, con amplia mayoría absoluta, vio cómo la candidatura olímpica de Madrid para 2016, fue derrotada frente a Río de Janeiro, en octubre de 2009. Inasequible al desaliento, en 2011 se volvió a presentar, revalidó la mayoría absoluta y fue reelegido alcalde por tercera vez consecutiva.

Un mes después, en julio, y también por tercera vez consecutiva, presentó la candidatura de Madrid para los Juegos Olímpicos de 2020 que fue de nuevo derrotada.

En los comicios generales anticipados del 20 de noviembre de 2011, logró el acta de diputado por Madrid y Rajoy le nombró ministro de Justicia.