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Amnistía Internacional denuncia las "cámaras de tortura institucionalizadas" en Nigeria

  • La ONG denuncia abusos sistemáticos de policías y soldados
  • El problema se agrava por el conflicto con Boko Haram

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Acto contra la tortura de Amnistía Internacional en Nigeria.
Acto contra la tortura de Amnistía Internacional en Nigeria.

El ejército y la policía de Nigeria “torturan por sistema” a adultos y menores con métodos muy diversos, que incluyen violaciones, y que se han incrementado en los últimos tiempos por el conflicto en el norte del país con los islamistas de Boko Haram, según un informe de Amnistía Internacional.

La organización de derechos humanos ha publicado este jueves un documento que alerta de las “extensas operaciones de barrido” en las que las fuerzas de seguridad detienen a un gran número de personas y después se las tortura para extosionarlas y conseguir dinero o confesiones.

“Esto va mucho más allá de las atroces torturas y homicidios de presuntos miembros de Boko Haram. El alcance y la gravedad de las torturas infligidas a mujeres, hombres y niños nigerianos en todo el país por las mismas autoridades que se supone que deben protegerlos horrorizan hasta a los observadores de derechos humanos más encallecidos”, ha dicho Netsanet Belay, director de Investigación y Relaciones Institucionales de la ONG.

Amnistía, que da cuenta de testimonios y pruebas recopiladas a lo largo de más de diez años, denuncia “el uso institucionalizado de cámaras de tortura por la policía y abusos sistemáticos por parte del ejército en un país cuya Constitución prohíbe la tortura pero que aún no ha promulgado legislación que la tipifique como delito”.

Portada del informe de Amnistía Internacional.

Esa normalización de la tortura llega al punto de que en muchas comisarías existe el puesto no oficial de “responsable de torturas”, según Amnistía, y que utilizan una diversidad de técnicas que incluyen arrancar uñas o dientes, causar asfixia, aplicar descargas eléctricas o emplear la violencia sexual.

Ninguna reparación

La organización destaca el testimonio de la joven Abosede, de 24 años: “Una mujer policía me llevó a un cuarto pequeño y me ordenó que me quitara toda la ropa. Me separó las piernas del todo y me roció gas lacrimógeno en la vagina (...) Querían que confesara que era una atracadora (...) Empecé a sangrar (...) todavía hoy tengo dolor en el útero”.

En la introducción del informe, también advierte de que las torturas se han incrementado por el conflicto en el norte del país con la organización islamista radical Boko Haram, considerada terrorista por la ONU, a la que está combatiendo el Ejército desde el año pasado.

Torturan a los sospechosos en un proceso de criba que recuerda a las cazas de brujas de la Edad Media

“Los soldados capturan a cientos de personas en su búsqueda de individuos relacionados con Boko Haram, luego torturan a los sospechosos en un proceso de criba que recuerda a las cazas de brujas de la Edad Media”, ha afirmado Netsanet Belay.

De los cientos de casos investigados, ni una sola víctima de tortura u otros malos tratos ha sido indemnizada o resarcida de otra manera por el gobierno nigeriano, según la organización internacional, que recuerda que el Ejecutivo del país más poblado de África “es consciente del problema” y ha creado diversos grupos de trabajo, pero no aplica sus conclusiones.

Una simple búsqueda en internet en las páginas del Gobierno y el Ministerio de Justicia de la expresión “tortura” no produce ningún resultado. La denuncia de Amnistía coincide con las realizadas anteriormente por otras ONG.