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Kiev denuncia la entrada este viernes de blindados rusos en su territorio

  • El mando militar ucraniano asegura que una columna ha entrado en Lugansk
  • Kiev informa de que su artillería ha destruido "gran parte" de esos blindados
  • Funcionarios de Ucrania, listos para inspeccionar el convoy de ayuda rusa
  • Al menos 11 civiles han muerto en Donetsk en 24 horas por fuego de artillería

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Kiev denuncia la presencia de blindados rusos en su territorio

Las autoridades de Ucrania han anunciado este viernes que, con fuego de artillería, han destruido "gran parte" de una columna de blindados rusos que entró en el este del país, en la región de Lugansk, donde las fuerzas ucranianas combaten a las milicias separatistas prorrusas.

Según un comunicado de Kiev, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, ha informado de esta incursión al primer ministro británico, David Cameron, al que contó que "gran parte de este material fue destruido la pasada noche por la artillería de Ucrania".

Anteriormente, el portavoz del mando de las fuerzas ucranianas en el este del país, Alexéi Mitrashovki, dio cuenta de ello: "Una columna de transportes blindados y camiones cruzó la frontera por el paso Izvarino, cerrado temporalmente, y entró en el territorio de nuestro Estado".

Antes de esa declaración oficial de Kiev, varios periodistas de la agencia France Press y los diarios británicos The Guardian y The Telegraph habían asegurado haber visto movimientos de blindados rusos cerca del puesto fronterizo de Donetsk y que más de una veintena de ellos habían entrado en Ucrania muy cerca de ese punto.

Sin embargo, el ministerio de Defensa ruso ha negado que ningún convoy militar ruso cruzara la frontera con Ucrania. Las fuerzas ucranianas "destruyen fantasmas", ha ironizado el general Igor Konachenkov, citado por las agencias rusas.

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Discrepancias sobre el convoy de ayuda rusa

Casi al mismo tiempo que se producía esa incursión, unos 60 funcionarios de Ucrania se preparaban en la frontera con Rusia para inspeccionar -tal y como se había acordado con las autoridades moscovitas- los más de 260 camiones con ayuda para la población enviados por Moscú al este de Ucrania.

Tras tres días de travesía desde Moscú, la columna con los 262 camiones pintados de blanco paró en el paso fronterizo ruso de Donetsk, donde los periodistas han podido ojear libremente el cargamento de alimentos, sacos de dormir y generadores eléctricos.

La OSCE debe supervisar la certificación del convoy junto al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y ambas organizaciones acompañarán el convoy una vez entre en territorio ucraniano y se encargarán de repartir la carga entre la población civil de Lugansk. La Cruz Roja debe certificar que se trata de un cargamento humanitario, para lo que requiere una lista detallada de lo que contiene el convoy.

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"Nuestros especialistas no han recibido aún ninguna documentación de la Cruz Roja sobre ese cargamento. Tan pronto la recibamos, los guardias fronterizos y los funcionarios aduaneros procederán a su formalización", ha dicho Andréi Lisenko, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa.

La pesadilla logística del convoy ruso no tiene fin, ya que Victoria Zotikova, portavoz de la oficina regional de la Cruz Roja, ha asegurado que la organización necesita una garantía de seguridad para sus empleados, tanto de parte de Kiev como de los rebeldes prorrusos.

También en este caso Rusia, por medio de su ministro de Defensa, Sergey Shoygu, ha salido al paso para garantizar al secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, que no habrá presencia militar en el convoy humanitario y que este no será utilizado como pretexto para una intervención en Ucrania, según ha informado el Pentágono.

Este mismo viernes, tanto el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, como los ministros de Exteriores de la UE coincidieron en advertir que "cualquier acción militar unilateral por parte de Rusia en Ucrania bajo cualquier pretexto, incluido el humanitario" se consideraría una "violación flagrante del derecho internacional".

260 camiones rusos con alimentos y medicinas

El convoy, integrado por 262 camiones rusos, transportan según Moscú unas 2.000 toneladas de cereales, azúcar, alimentos para niños, medicinas, sacos de dormir y generadores eléctricos. El cargamento está detenido desde la noche del jueves en la localidad de Kamensk-Chakhtinski, a unos 30 kilómetros de la frontera con Ucrania.

El Gobierno de Kiev ha señalado que "la carga irá a Lugansk", una ciudad controlada por los separatistas prorrusos y sitiada por las fuerzas ucranianas, sin luz ni agua desde hace dos semanas y abandonada por la mitad de su casi medio millón de habitantes.

Al otro lado del paso fronterizo ruso de Donetsk está el ucraniano de Izvárino, controlado por los separatistas prorrusos y el punto más probable por el que podría entrar el convoy humanitario en el territorio de Ucrania. Kiev ya adelantó que el convoy cruzaría la frontera por el punto más cercano a Lugansk para agilizar la distribución de la ayuda a la población de esa ciudad.

Al menos once civiles muertos en Donetsk en 24 horas

Mientras, en Donetsk se ha confirmado la muerte de al menos once civiles por fuego de artillería en las últimas 24 horas, cuando se han reactivado los combates en esa ciudad ucraniana entre las fuerzas de Kiev y los separatistas prorrusos.

Éste es el balance oficial de las autoridades municipales tras una noche de combates en los barrios de Petrovski y Leninski. También los vecinos del barrio Shiroki aseguran haber visto explosiones luminosas en el cielo, que podrían ser bombas incendiarias.

Además, en la localidad de Móspinskaya, próxima a Donetsk, han caído alrededor de un centenar de proyectiles que han dañado el 40% de los edificios, de los que una veintena de viviendas unifamiliares han quedado totalmente destruidas.