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Los inmigrantes recurren a garfios y anclas caseras para escalar la 'malla antitrepa' en Melilla

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Inmigrantes subsaharianos encaramados a la valla de Melilla.
Inmigrantes subsaharianos encaramados a la valla de Melilla. REUTERS.

La desesperación por llegar a suelo español ha provocado que algunos inmigrantes recurran a usar garfios, anclas caseras e incluso a tornillos en las suelas de los zapatos para escalar la 'malla antitrepa', instalada hace algunas semanas en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla.

La colocación de la malla, que impide introducir los dedos al tener unos agujeros de tamaño muy pequeño, ha obligado a los subsaharianos a buscar nuevas estrategias, según ha explicado a Efe un portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Melilla.

A pesar de la nueva protección disuasoria, grupos de inmigrantes han protagonizado en los últimos días tres nuevos intentos masivos de saltar la valla melillense.

Salto a la valla en Melilla

"La malla antitrepa es algo provisional, porque contra el hambre y la desesperación pocas vallas se pueden poner", afirma un agente de la Guardia Civil, que considera que los inmigrantes siempre buscarán nuevos sistemas para culminar su objetivo.

Es una situación que se repite porque desde hace tiempo los subsaharianos ya usan escaleras e incluso artilugios como ganchos para conseguir trepar por la valla con mayor rapidez, según han confirmado fuentes de Delegación de Gobierno en Melilla a RTVE.es.

Prender fuego a la ropa para no ser agarrados

Además, en ocasiones, como ha ocurrido en el último intento de entrada a la ciudad ocurrido este jueves, los subsaharianos prenden fuego a la ropa que llevan, lo que dificulta que puedan ser agarrados de las mismas por los agentes, tanto en el lado marroquí como en el español, según AUGC.

Esto ha obligado, según esta asociación policial, a que los miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil que han participado en la contención del último asalto hayan llevado a pie de valla un extintor, ya que uno de los inmigrantes encaramados ha hecho ademán de querer prender su ropa.

Ha sido solamente una medida preventiva, ya que, en esta ocasión, no han mostrado intención de arrojarla contra los agentes, como sí ocurrió el pasado 1 de mayo.

La AUGC resalta, además, que todo refuerzo que se envíe de agentes a Melilla para hacer frente al problema de la inmigración es "bueno", aunque considera que lo que es más necesario es un aumento de la plantilla, ya que la falta de personal no se puedo suplir con un refuerzo provisional.