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Nuevos cables submarinos conectarán Japón con Estados Unidos y Europa en 2016

  • Google y otras empresas conectarán Japón y EE. UU. con un cable submarino
  • Existen unos 285 cables submarinos, la mayoría de telecomunicaciones

Otros dos cables en construcción conectarán Japón con Europa

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Sistemas de cable que cruzan el océano Pacífico.
Sistemas de cable que cruzan el océano Pacífico.

Un consorcio global de seis empresas, entre las que se encuentra Google, tiene previsto construir un nuevo cable submarino que conectará Japón con Estados Unidos, con una capacidad inicial de 60 Tb/s (terabits por segundo), y que está previsto que entre en funcionamiento la segunda mitad de 2016.

El nuevo sistema, llamado FASTER, tendrá un cable de fibra de 6 pares y tecnologías ópticas de transmisión, según ha informado la multinacional japonesa proveedora de tecnologías de la información, NEC, quien ha especificado que estiman una inversión de 300 millones de dólares (224,8 millones de euros).

Este cable, que no es el primero y seguramente no será el último, se construye con el objetivo de "extender la capacidad" de conectividad de Japón a otros puntos de Asia y llevar este sistema de comunicación a los grandes hubs (núcleos) de la costa oeste de Estados Unidos, a ciudades como Los Ángeles y San Francisco, según indica NEC.

Para hacernos una idea de lo que podría suponer la velocidad suministrada por FASTER, la velocidad de transferencia para descargar una película de alta calidad de unos 5 GB sería de 0,0006 segundos.

Como ha apuntado a RTVE.es el consultor de tecnologías de la información, Ignacio Cobos, la capacidad de transferencia de estos cables está más marcada por los equipos de trasmisión y recepción hoy en día que por el medio, es decir, la propia fibra óptica.

Hace poco más de un año Álvaro Ibáñez contaba que investigadores de Southampton habían conseguido velocidades de transmisión de 73,7 terabits por segundo con fibra óptica -las conexiones de 100 MB que se contratan en España en la actualidad viajan 700.000 veces más despacio-.

Cables en el Ártico y en Siberia

Aparte del nuevo cable que se empezará a construir próximamente y de los que ya existen, está previsto que en 2016 Japón esté conectado directamente con Europa pasando por puntos remotos del planeta: el Ártico y Siberia.

La empresa Arctic Fibre está construyendo un cable submarino de 15.700 kilómetros, con un presupuesto de 620 millones de dólares (464 millones de euros) que conecta Tokio con Londres pasando por el Ártico canadiense -concretamente los archipiélagos helados de Canadá- y Alaska.

Proyecto del sistema de cables de Arctic Fibre que une Asia, Norteamérica y Europa. Foto: Arctic Fibre

Como explica la compañía canadiense, permitirá conexiones de Internet de alta velocidad en el Ártico que no era posible ofrecer a través de satélite, aunque, afirman, están expuestos a algunos riesgos en la extensión de este cable por el hielo, que puede dañar el cableado y las posibles roturas a causa de la actividad humana.

En el sentido opuesto se está construyendo un cable submarino de 14.903 kilómetros llamado Russian Optical Trans-Arctic Cable System (ROTACS), propiedad de la empresa rusa Polarnet Project.

Esta infraestructura se extiende desde la ciudad de Emi (Japón) hasta Filey (Reino Unido) pasando por las ciudades rusas de Vladivostok, Anadyr y Terberka.

Un mundo conectado por los océanos

En la actualidad, Telegeography tiene contabilizados 285 sistemas de cable submarino activos o que se prevé que empiecen a funcionar en 2015 y 2016.

Se trata de cables submarinos transoceánicos, en su mayoría dedicados a las telecomunicaciones, aunque también existen los cables transmisores de energía.

Además, desde principios de los 90, muchos cables en desuso se han reactivado para ofrecer datos científicos -en los listados oficiales figuran como fuera de servicio-, según explica el Comité Internacional de Protección del Cable (ICPC).

Los cables submarinos, que en la actualidad suelen tener decenas de miles de kilómetros de largo y se ubican en las profundidades de los océanossurgieron hacia 1820, en la era del telégrafo, aunque tenían menor longitud.

Estas infraestructuras pasaron a hacer posible más un siglo después -en 1938, tras el descubrimiento del polietileno-, la telefonía transoceánica.

En las siguientes décadas la demanda de este tipo de comunicación y la necesidad de reducir los costes de la instalación del cableado condujeron a la explotación de la tecnología de la fibra óptica, a mediados de los 70.

Supuso una revolución en las comunicaciones submarinas, ya que se pasó de la capacidad de las cerca de 5.500 líneas que soportaban los cables coaxiales a unas 12.000 y con una mayor calidad. El primer cable transoceánico de fibra óptica conectó Reino Unido y Bélgica en 1988.