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Rosetta está lista para su cita espacial

  • Se encontrará este miércoles con el cometa al que persigue desde hace 10 años
  • Será la primera vez en la historia que una sonda orbite sobre un cometa
  • La operación de encuentro precisa de diez maniobras que empezaron en mayo

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Recreación de la sonda Rosetta en su acercamiento al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.
Recreación de la sonda Rosetta en su acercamiento al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

La misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) conseguirá uno de sus hitos este miércoles, a las 9:00 horas GMT (las 11:00h, hora peninsular española), cuando la sonda alcance su máximo acercamiento al cometa al que persigue desde hace una década. Un momento histórico para la ESA, que ha bautizado a este momento como el 'rendez-vous' (la cita o encuentro, en francés).

Esta odisea espacial de diez años y 6.400 millones de kilómetros por el sistema solar (unas cuarenta veces la distancia de la Tierra al Sol) alcanzará así un momento crucial cuando Rosetta se ponga a la altura del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko para luego proseguir su viaje juntos a una velocidad de unos 55.000 km/h y posarse sobre esta roca el próximo mes de noviembre.

Si todo se produce tal y como está previsto, Rosetta se convertiría en la primera sonda en orbitar un cometa.

"Por primera vez vamos a encontrarnos con un cometa, por primera vez vamos a escoltar a un cometa a su paso cerca del Sol y, por primera vez, vamos a implementar un módulo de aterrizaje", ha explicado el responsable de la misión, Matt Taylor. "La cita de esta semana es, por tanto, un hito clave en la misión", ha añadido.

Rosetta despegó en marzo de 2004 para protagonizar un largo viaje por el Sistema Solar en el que ha permanecido en hibernación un total de 957 días. Otro récord de esta iniciativa espacial. Ahora, se encuentra en uno de los momentos más delicados de la misión, la operación de encuentro, que consta de 10 maniobras diferentes, que comenzaron a principios de mayo y que concluirán este miércoles.

"Es un reto porque nunca se ha hecho antes. Otras misiones a cometas han sido sobrevuelos a alta velocidad a unos 100 kilómetros o más de distancia", ha precisado Taylor.

Según ha informado la ESA, la nave se situará esta semana a 30 kilómetros de la roca, pasando en septiembre a los 20 kilómetros y en octubre a los 10 kilómetros. En este tiempo de aproximación a 67P/Churyumov-Gerasimenko, Rosetta irá obteniendo datos acerca de la composición, densidad y gravedad del cometa, para que los científicos sepan "con qué se van a encontrar".

El complicado proceso de aterrizaje

Del mismo modo, elaborará mapas de la superficie para determinar cuáles son sus características y cuál será el mejor sitio para llevar a cabo el aterrizaje.

Los cometas apenas tienen gravedad y eso dificulta que cualquier 'visitante' se fije en su superficie sin rebotar; en consecuencia, hay que elegir muy bien el punto y momento exactos para el anclaje, y por tanto conocer muy bien el cometa, como se intentará en estos meses.

En este sentido, el coordinador de operaciones científicas de Rosetta, Laurence O'Rourke, ha indicado que este mes se seleccionarán cinco posibles lugares que pasarán a ser dos en la segunda aproximación en septiembre y en octubre, un mes antes de la operación, se determinará cuál es el lugar adecuado.

El gran desafío de la misión será en noviembre, cuando el módulo Philae, con una masa de 110 kilogramos, lance sus dos arpones para anclarse en la superficie del cometa, convirtiéndose en el primer satélite que se pose sobre uno de estos cuerpos celestes.

"No dependerá sólo de que sea plano, porque la superficie de los cometas sufre explosiones y habrá que tener en cuenta también dónde hay aspectos buenos para estudiar. Por eso se hace este trabajo conjuntamente entre científicos e ingenieros, porque cuentan los aspectos técnicos, pero también los de investigación", ha declarado O'Rourke.

La sonda analizará el cometa

No será la propia Rosetta la que se pose sobre la roca, sino que será el citado módulo Philae quien lo haga. Tras su expulsión, Rosetta volverá a situarse a 30 kilómetros. De hecho, a medida que el cometa se vaya acercando al Sol, la nave irá aumentando su distancia, hasta los 40-45 kilómetros.

Esto se debe a que, a causa del calor, el cometa suelta más gases cuando se acerca a la estrella, lo que hace que sea más difícil su estudio desde distancias cortas.

Rosetta ya ha tomado la temperatura del cometa y ha mandado las primeras imágenes de su destino, que han sorprendido a los científicos, ya que no esperaban que el cometa perseguido tuviera un "núcleo doble" como se ha desvelado.

Desde este día 6, las imágenes desde posiciones tan próximas a la superficie del cometa serán mucho más detalladas y darán acceso a datos más precisos de su forma y estructura, de igual modo que en su día la piedra Rosetta que da nombre a esta misión sirvió para desvelar los jeroglíficos egipcios.

Una semana de ciencia "maravillosa"

La sonda se posará en noviembre sobre 67P/Churyumov-Gerasimenko y su misión será permanecer allí para ofrecer datos. Entre sus instrumentos, contiene un taladro que perforará el cometa y estudiará su composición 'in situ'.

La intención de la ESA es que este aparato permanezca activo una semana como mínimo "aunque si dura más será estupendo". "Aunque sea una semana será una semana de ciencia maravillosa", ha apuntado O'Rourke.

El proyecto puede arrojar respuestas sobre el origen de la vida en la Tierra

En los datos de Philae están puestos muchos de los objetivos científicos de esta misión. Otro de los coordinadores de la misión, Michael Kueppers, ha indicado que este proyecto podría arrojar respuestas sobre si la teoría de que la vida llegó a la Tierra a través de estas rocas es cierta.

"Los cometas tienen información sobre nuestros orígenes y son iguales a los bloques que hace 4.000 millones de años formaron los planetas", ha explicado.

Aún así, ha determinado que esta creencia no significa que las moléculas microbianas procedan todas de los cometas, sino que, en combinación con las existentes en la Tierra, llegaron a conseguir lo que hoy existe.

En cuanto a las teorías sobre que el agua llegó al planeta desde los cometas, Kueppers ha apuntado que la misión Rosetta también permitirá comparar ese agua que se sabe que contiene con el agua de los océanos terrestres y comprobar si existen diferencias.