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Cuarenta niños iraquíes mueren tras la toma de Sinyar por los yihadistas

  • Miles de yazidíes (kurdófonos) han huido a las montañas que rodean su feudo
  • Los peshmerga intentan expulsar al EI de esta ciudad del noroeste

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Mujeres y niños yazidíes originarios de Sinyar, desplazados en la ciudad de Dohuk.
Mujeres y niños yazidíes originarios de Sinyar, desplazados en la ciudad de Dohuk.

Unicef ha informado de la muerte de cuarenta niños iraquíes pertenecientes a una minoría religiosa y que debido a la violencia armada habían huido de la localidad de Sinyar, que este fin de semana cayó en manos del grupo yihadísta Estado Islámico y que ahora está en disputa.

Sinyar se ubica en el distrito de Nínive (noroeste de Irak) y el pasado domingo los rebeldes del grupo extremista Estado Islámico la capturaron, provocando la huida de miles de civiles, la mayoría de ellos de la comunidad yazidí, una minoría religiosa kurda.

Estos se refugiaron en las montañas y, según las informaciones recabadas por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los niños "murieron como consecuencia directa de la violencia, el desplazamiento y la deshidratación que sufrieron en los últimos dos días".

La agencia humanitaria denuncia en una nota [en inglés] que "25.000 niños están ahora atrapados en las montañas que rodean Sinyar", hacia donde huyó de los ataques la población que ahora requiere ayuda urgente.

Algunas fuentes kurdas han anunciado este martes que han retomado el control de la ciudad, pero otras hablan todavía de combates en torno a la misma.

Sinyar es el feudo histórico de la comunidad yazidí, una minoría kurdófona que profesa una religión preislámica que tiene lazos con el zoroastrismo.

El EI proclamó un califato islámico en el territorio sirio y el iraquí a finales de junio pasado tras progresar sobre el terreno y tomar ciudades como Mosul, la segunda del país, donde ha impuesto numerosas restricciones de acuerdo a su interpretación de la ley islámica y ha expulsado a los cristianos y a los yazidíes, a los que considera adoradores del diablo.

Cientos de miles de personas se han visto desplazadas por este conflicto.