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Jaume Matas, una vida política frenada por el 'caso Palma Arena'

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Jaume Matas Palou, exministro de Medio Ambiente y expresidente de las Islas Baleares, que ejerció la política activa durante 15 años, se ha convertido en el segundo expresidente autónomico que ingresa en prisión para cumplir una condena a nueve meses de reclusión por tráfico de influencias en el caso Palma Arena. Matas decidió dejar la politica activa en 2007, aunque su gestión ya se había visto ensombrecida años antes por otras investigaciones en las que no llegó a estar imputado.

Nacido en 1956 en Palma de Mallorca, Matas creció en una conocida familia de exiliados republicanos, activistas socialistas y laicos -su abuelo fundó UGT en Mallorca-, carta de presentación que le valió para imprimirle el ansiado carácter centrista al PP de Aznar. Se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales y consiguió una plaza de funcionario autonómico en Hacienda.

En 1989 empieza a asumir cargos y se convierte en director general de Presupuestos de la Consejería de Economía y Hacienda por consejo del entonces presidente autonómico, Gabriel Cañellas, con el que trabó una gran amistad y que le introdujo en el círculo de los políticos de peso del PP nacional.

De 1993 a 1996 fue consejero de Economía y Hacienda del Govern balear y, cuando iba a ser nombrado consejero de Agricultura, Comercio e Industria en el Gobierno de Cristófol Soler, éste dimitió porque el Grupo Popular en el Parlamento regional le retiró su confianza. Matas fue designado candidato a la Presidencia por el PP.

Del Gobierno balear al central con billete de vuelta

En 1996 ganó las elecciones y presidió Baleares hasta 1999, año en el que también asumió la presidencia del PP balear. En las elecciones autonómicas de 1999 perdió por primera vez -le ocurrió también en 2003- la Presidencia del Govern en favor del socialista Francesc Antich, que pactó con los partidos de izquierda y Unió Mallorquina (UM).

Poco tiempo estuvo como líder de la oposición en Baleares, porque Aznar le nombró ministro de Medio Ambiente el 27 de abril de 2000. En el ministerio, uno de sus principales retos fue sacara adelante el Plan Hidrológico Nacional, que entró en vigor en julio de 2001, y por el que tuvo que enfrentarse a movilizaciones de partidos y grupos contrarios al trasvase de agua del Ebro y al Plan.

Pero Aznar le había sacado billete de vuelta a Baleares y el 3 de marzo de 2003 dejó el ministerio para ser designado candidato del PP en las elecciones autonómicas de mayo de 2003. Ganó las elecciones y, gracias a un pacto con UM, tomó posesión de nuevo como presidente balear.

En las autonómicas de 2007, Matas se quedó a un escaño de la mayoría absoluta y UM, moneda de cambio en los Gobiernos baleares, se sumó al proyecto del PSOE y el Bloc que devolvió la Presidencia a Antich.

Ni un día en la oposición

Apenas 24 horas después de que UM confirmara el pacto con el PSOE, Matas renunció a estar en la oposición y anunció que abandonaba la política activa. Rosa Estaràs le sustituyó al frente del PP balear.

Matas se trasladó a Estados Unidos, en concreto a Washington, para trabajar en la empresa privada. Allí ha trabajado como ejecutivo de la empresa hotelera mallorquina Barceló y en junio de 2009 fue nombrado asesor en materia de cambio climático y energías renovables de PricewaterhouseCoopers (PwC).

Una carrera ensombrecida por la corrupción

Años antes, la gestión de Matas al frente del Govern balear ya se había visto empañada por presuntos casos de corrupción. Así, en su primer mandato su nombre estuvo vinculado al 'caso Formentera' sobre presuntas irregularidades en el empadronamiento en las autonómicas de 1999, aunque el Tribunal Supremo en 2000 devolvió la causa al Tribunal Superior de Justicia de Baleares al no apreciar indicios de su implicación.

También le rodeó la polémica por el 'caso Bitel', del supuesto espionaje del correo electrónico de un dirigente socialista por parte del Govern, y por el 'caso Andratx', de corrupción urbanística, aunque en ninguno de los dos casos llegó a estar imputado.

A la tercera ha sido la vencida, la imputación en el 'caso Palma Arena' ha terminado con la condena a nueve meses de prisión por tráfico de influencias a Jaume Matas, por beneficiar con dinero público al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany, para llevar a cabo una campaña para realzar su actividad política.

El Tribunal Supremo rebajó a nueve meses la condena de seis años impuesta por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma. El tribunal le había condenado a 5 años, 3 meses y un día por un delito de fraude a la administración, un delito de falsedad en documento oficial, un delito de falsedad en documento mercantil y un delito de prevaricación en concurso con un delito de malversación, y nueve meses de reclusión por un delito agravado de tráfico de influencias.

Finalmente, Matas cumple en la cárcel de Segovia la condena a nueve meses de cárcel, después de que el Gobierno le haya denegado el indulto que solicitó.